Capítulo 36

8.3K 1K 136
                                    

                      Recargable

"En la vida, afrontamos desafíos y obstáculos, atravesamos tiempos de estrés y preocupación. Pero es importante recordar que la felicidad y el alivio pueden encontrarse en las conexiones que construimos con aquellos que nos rodean. Ya sea a través de la risa, del amor, de la pasión o de la comprensión, podemos encontrar formas de liberar nuestras preocupaciones y de centrarnos en el presente."

—— Durante la actividad sexual, nuestro cerebro libera una serie de sustancias químicas, incluyendo endorfinas y oxitocina, la hormona del amor y el vínculo. Estas sustancias pueden generar una sensación de felicidad y relajación, ayudándonos a olvidar por un momento las preocupaciones y a sentirnos más conectados con la persona a quien me estamos entregando nuestro cuerpo.

Tras un orgasmo, la liberación de prolactina y oxitocina puede producir somnolencia y una noche de sueño más reparadora. Un buen descanso tiene un efecto renovador y puede ayudarnos a manejar el estrés de forma más efectiva. Por eso, muchas parejas tienden a dormir luego de relacionarse de forma sexual.

La concentración e intensidad que puede requerir la actividad sexual puede servir como una distracción de los problemas y preocupaciones, permitiendo a la persona centrarse en el momento presente y en las sensaciones placenteras. Lo que hace que muchos drenen sus cargas con un buen climax...

  Este es el caso de Jimin: bañado por la sombra de las cargas a temprana edad, situaciones extremadamente estresantes, trabajo, estudios y amor... Distintos tipos de amores.

Su forma de olvidarse de todo era el sexo y ahora había conocido a un hombre que llevaba esa palabra a otro nivel porque complementaba el placer con la atracción y el afecto. Sin duda, todo lo que cualquier persona desearía encontrar en alguien.

Después de salir de la clínica, pasaron a buscar los atuendos para el show del viernes, junto a otras cosas que necesitaban. Volvieron al campus al caer la noche y Jungkook estaba sentado frente a su habitación, esperándolo — ¿Qué ocurrió? — le sostuvo la cara con preocupación — me dijeron que te peleaste.

— Estoy bien — sonrió enternecido.

— ¿Por qué se pelearon?

— Porque Sunoo es una zorra envidiosa que no soporta que yo esté con usted y no él.

— ¿Por qué dices eso?

— Tengo un sexto sentido que no falla...

La alarma de toque de queda se escuchó.

— ¿Quieres que me quede?

— ¿Quiere quedarse?

— Extraño dormir contigo.

— Vale — entraron los tres a la habitación. Jimin se dió una ducha mientras Jin y Jungkook conversaban.

— ¿Te llamó?

— Sí — sonrió — hablamos tres horas en la madrugada.

— Wow... Realmente le gustas. Ken no es de llamar por teléfono.

— También me gusta, vamos a salir mañana.

— Espero que la pasen bien.

El rubio salió con el cabello húmedo, vistiendo un camisón enorme. Se aplicó sus cremas y entró a su cama junto al mayor. Recostó la cabeza en su brazo fuerte y levantó el rostro para besarse.

Seokjin les dió la espalda y se puso los audífonos para no escuchar los chasquidos de los besos.

Si algo habíamos mencionado antes en esta historia, es que Jimin no sufría de vergüenza alguna, por lo tanto no le importaba que su mejor amigo estuviese literalmente en la cama de al lado.

Se removió para apagar la luz y lo único que iluminó en la recámara fue la pantalla del celular de Jin.

Llevó su mano hacia la entrepierna del pelinegro y empezó a dar masajes — ¿Qué haces? — se rió.

— Estoy caliente — dijo en su oído.

— Jin está despierto...

— Tiene los audífonos... Podemos ser silenciosos — tomó su muñeca y colocó su mano sobre su retaguardia — estoy desnudo...

— Joder — pasó sus dos dedos medios por la entrada e hizo presión — me da vergüenza con tu amigo.

— Ese hijo de puta ha follado a mi lado también. Incluso en la misma cama. Usted no se preocupe.

Jimin se metió debajo de las sabanas y bajó el chandal de su profesor para comenzar una deliciosa felación. Jeon ahogó un jadeo y miró hacia la dirección donde el otro joven yacía de espaldas. Tomó entre sus dedos un mechón de cabello rubio y lo guió, moviéndole la cabeza de arriba hacia abajo, mientras mantenía su labio mordido. El pequeño, después de un rato lo soltó y subió sobre sus piernas para sentarse en su enorme falo erecto — Uhmm — gimió bajito. Jungkook le cubrió la boca y volvió a mirar a Jin. Jimin se rió.

Empujó su pelvis hacia arriba para meterse más profundo y le apretó ambas nalgas — No hagas ruido.

Sin embargo, los chasquidos se escuchaban en toda la habitación.

El rubio cruzó los brazos en sus hombros y movió su cadera, restregándose de forma lenta y serpenteante — Qué rico se siente tenerlo adentro...

— ¿Te gusta mucho, bebé?

— Me encanta... — lo besó — ¿Verdad que eres mío, Jungkook? — lo miró a los ojos.

— Cuando me tuteas pareces otra persona.

— Responde mi pregunta...

— Soy completamente tuyo.

— Mmhg — dió sentones más fuertes.

— Nos va a oír — lo mantuvo sentado, presionando hacia abajo, impidiéndole brincar.

Sin embargo, Jimin empezó a contraer su culo, abriéndolo y cerrándolo contra su falo, sin siquiera moverse. Su pene también bombeaba a causa del movimiento interno que estaba ejecutando — Puedo hacerlo correr así...

— Joder — se sentía exquisito. Bajó a chuparle los pezones, enloquecido por la manera en la que lo ordeñaba.

La punta del pene del rubio escurría líquido, anunciando su orgasmo. Se quitó la cobija de encima y empezó a mover rápidamente las nalgas, rebotando contra los muslos del mayor. Jungkook lo besó y le estrujó el trasero. Soltó un duro azote y puso una mano en su mandíbula mientras se miraban a los ojos.

— Mmhg... Uhmm — Jimin gemía cada vez más alto y en la cama de al lado, Jin se había girado. Mantenía la vista fija en su amigo cabalgando con total destreza a aquel semental mientras este lo besaba y apretaba a su antojo. El más bajo lo abrazó y miró hacia un lado, conectando con su compañero. Sonrió un segundo y frunció las cejas mordiendo su labio para después besar al mayor y llegar al orgasmo — Oh mi Dios — chilló.

— Eres un pervertido...

— Somos — dejó otro besito en la punta de su nariz.

— Me encantas...

— Y usted a mí.

— ¿Me dirás lo que planeas para mañana?

— No — sonrió jugueteando con los restos de semen que habían quedado en la camisa del profesor — pero le gustará mucho...

👉🏻👉🏻👉🏻 Así es la habitación de Jimin y Jin, para que tengan una idea.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Verbs and Moans - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora