Capítulo 40

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                      Sobre rieles

"Ama hasta que no puedas más, solo así, sabrás que siempre pudiste hacerlo y no te atreviste"

—— Jungkook cargó a Jimin hasta la cama y lo recostó para llenarlo de besos. Sus grandes manos recorrían su silueta con total conocimiento de cada curva mientras su boca se encargaba de saborear aquellos dulces labios.

— Esta noche el cielo será testigo de lo mucho que me gusta estar dentro de ti. De lo delicioso que gimes cuando lo tienes todo adentro y de lo loco que me vuelves.

El rubio sonrió y salió de su poder — Quédate ahí — lentamente se comenzó a quitar la ropa, dejando caer al piso cada prenda que escondía sus atributos eróticos.

Jungkook lo miraba con deseo, abriendo cada botón de su camisa, sin perder ningún detalle de la obra maestra que se desnudaba frente a sus ojos.

Jimin caminó al rededor de la pérgola, soplando sobre algunas velas, atenuando un poco más el lugar. Solo quedaron encendidas unas cuantas y eso era más que suficiente.

— Déjame terminar de desvestirte — se acercó al mayor y lo ayudó a ponerse de pie para comenzar a quitarle la ropa. El cuerpo de Jeon era como el de un Dios griego. Tallado con precisión y perfección. Casa músculo, cada tatuaje era una invitación al pecado. Su erección se levantaba fuertemente asombrando sin cesar por su tamaño, demostrando lo excitado que estaba. Jimin lo tomó en un puño y lo masajeó sin dejar de mirarlo a los ojos — que grande... No cabe en mi mano — dijo sobre su boca. Integró el otro puño, masajeando con ambos — aún así no logro cubrirlo todo.

— Sin embargo... Te lo metes hasta lo último — dejó un beso sobre sus labios.

— Y no sabe cómo me encanta.

Jungkook le peinó el cabello hacia atrás, le dió otro beso y lo cargó hasta dejarlo boca abajo en la cama — Ahora tú quédate ahí.

El más bajo se acomodó, separando levemente las piernas. Su pene erecto resaltó entre ellas con deliciosos testículos rosados y cargados. El pelinegro se acostó también boca abajo y le acarició las nalgas. Separó la carne y pasó su lengua. Sorbió saliva y escupió, procediendo a darle besos en ese lugar. Jimin gemía contra la almohada, dejándose comer con gusto. Le chupaba y lamía con devoción, bajando hacia sus testículos y engullendo la punta. Enterraba otra vez su rostro y ahí se quedaba un largo rato.

— No sabes cómo me encanta hacerte esto...

— A mí también.

— ¿Quieres hacérmelo?

— Maldición... Sí.

— Adelante — le soltó un azote.

Jeon se acostó y de inmediato el rubio subió sobre él. Primero besó su boca y bajó a su cuello. Descendió hacia los pectorales y ahí dió atención en sus tetillas. Eran grandes y trabajadas, le encantaba. Colocó su pene entre los músculos y los apretó, juntándolos. Movió la pelvis de adelante hacia atrás simulando una rusa — Joder... Qué bueno estás — su polla goteaba mientras la restregaba. Jungkook bajó la cabeza y sacó la lengua para lamerle la punta cada vez que subía — oh mi Dios... — rodó hasta abajo y lo besó — me fascina — dejó besos en su abdomen de ensueño y atrapó su falo. Lo tomó completamente, haciendo llorar sus ojitos marrones. Chupó sus testículos y el pelinegro lo sostuvo por el cabello, obligándolo a bajar más. Separó un poco las piernas y Jimin lamió su perineo, siguiendo hacia su culo.

El puño del profesor atrapó su pene y lo empezó a masturbar mientras el pequeño le lamía su intimidad — Ahg... — gimió de forma ronca y varonil — sigue, bebé — el menor metió la lengua y simuló penetraciones. Jungkook le sostuvo el pelo y le movió la cabeza de adelante hacia atrás — eso...

Verbs and Moans - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora