Verbs and Moans - Kookmin

Capítulo 28

          Cuando el cuerpo habla

"En ocasiones, son los momentos compartidos en silencio los que alimentan la magia de la conexión y permiten que las emociones se desplieguen en su máxima expresión."

—— Jimin estaba acostado en su cama, cuando sintió la vibración de su teléfono. Lo tomó para revisarlo y se dió cuenta de que tenía un mensaje de Jungkook:

- "Ponte lindo para salir a dar una vuelta. Te espero en el estacionamiento a las 8:30pm"

  Con una sonrisa de emoción en su rostro, el rubio se levantó rápidamente para comenzar a prepararse.

Con cuidado, escogió un atuendo que combinara sensualidad y elegancia. Se puso una camisa ceñida de un tono oscuro, pantalones ajustados y zapatos que realzaban su porte. Observándose en el espejo, se sentía atraído por la imagen que reflejaba el cristal. Siempre se veía bien pero desde que estaba con él tenía un brillo especial.

- ¿Vas a salir? - Jin llegaba sudado de hacer ejercicio.

- Mi hombre me invitó.

- Con razón la ropa de bandida.

- Me conoces - se miró por última vez - ¿Viene el profesor por ti?

- Sí, me voy a bañar y salimos en una hora.

- Pásala bien.

- Tú igual - se lanzaron un beso a la distancia y el más bajo salió.

A la hora indicada Jimin llegó al estacionamiento donde Jungkook lo estaba esperando. Tan pronto como se vieron, sus ojos se encontraron y una chispa de excitación recorrió el aire entre ellos. Sin decir una palabra, Jeon abrió la puerta para el menor, invitándolo a subir. Cerró la puerta y rodeó el carro para hacer lo mismo. Una vez adentro, se acercó y lo besó con suavidad, expresando su deseo - Te ves hermoso...

- ¿Le gusta lo que me puse?

- Se te ve increíble - otro beso - todo se te ve increíble.

- Usted también luce muy bien.

- Gracias, bebé. ¿Listo?

- Nací listo.

- Toma - le entregó su celular - pon la música que quieras. Hoy vamos a tomar algunas copas y a bailar juntos - tomó su mano y dejó un beso en el dorso, antes de encender el motor.

Jimin sonrió, encantado. Puso una música bastante movida, comenzando a mover sus hombros. La atmósfera era eléctrica entre ellos, una combinación de conexión y comodidad.

  Al llegar a la discoteca, el menor se sintió envuelto en una energía abrumadora. No era lo mismo trabajar en un lugar como a ese a ir simplemente a pasarla bien con un hombre tan increíble como Jungkook. Mientras se adentraban y observaban todo, el profesor tomó a su alumno por la cintura y le habló al oído - De verdad estás hermoso - besó su mejilla. El cumplido, junto con el cálido beso hicieron que el rubio se sintiera aún más especial y deseado.

- ¿Qué quieres beber?

- Vodka.

- Vale - entrelazó sus manos y caminaron juntos hasta la barra, dónde pidieron sus tragos.

  El lugar no estaba a reventar por lo temprano que era, además de ser miércoles. Sin embargo, el ambiente esa increíble. Las luces, la amplitud del espacio, la buena música y sobre todo: la compañía sin igual.

El bartender les entregó lo pedido y Jungkook levantó el suyo para brindar. Jimin no había dejado de sonreír desde que salió de la universidad. Chocó el cristal con el suyo y se besaron antes de beber.