Verbs and Moans - Kookmin

Capítulo 43

  
Mar de agua dulce - capítulo final

"El amor obsesivo sofoca y consume, dejando cicatrices en su camino. Sin embargo, ¿se puede considerar obsesivo un amor intenso? ¿Deja de ser amor?"

—— Sus pies descansaron sobre el escritorio y su espalda en la cómoda silla. Acomodó su cabello hacia atrás y con un movimiento elegante enderezó los finos anteojos. La puerta de la oficina se abrió y el hombre quedó perplejo al ver al pequeño en su lugar.

— ¿Qué demonios haces ahí?

— Mi queridísimo director — sonrió — ¿Cómo amanece?

— ¿Qué quieres, Park?

— Primeramente recomendarle un lugar donde venden sillas porque esta rechina de lo vieja que está y ¡Oh! Hablando de viejas: ¿Cómo está su esposa?

— Es mejor que te pares de ahí y te vayas de inmediato.

— Espere... Ya sé que su tiempo en este mundo es corto y que su mujer no es tema interesante de conversación para usted. Entonces hablemos de algo más.

— Házlo de una vez o tomaré medidas.

Jimin sacó su teléfono y mostró una serie de fotografías. El mayor se puso pálido y trató de explicar pero las palabras no salían — Es bastante curioso que se esté acostando con quién le envió las fotos mías y del señor Jeon. Me pregunto quién se ve mejor en cuál — rió — su llamado de atención hacia nosotros fue bastante injusto cuando está haciendo lo mismo. Es más, ni siquiera es lo mismo porque Jungkook y yo tenemos algo real. En cambio esta burla de ustedes dos es una total payasada.

— ¿Qué quieres?

— Pregunta correcta, querido director. Quiero que el profesor vuelva a su puesto como si nada de esto hubiera pasado y mande al demonio al idiota con el que lo intentó reemplazar.

— ¿Piensas que haré lo que tú quieras?

— A ver — marcó un número de teléfono y lo puso en altavoz — Hola... ¡Señora Kim! ¿Cómo está?

— Jimin, no pensé que llamarías tan rápido.

— Es que ya mis amigos y yo nos organizamos para la sorpresita que le tenemos al director y quería saber si está disponible esta semana.

— Claro que sí, me e- — el mayor le quitó el teléfono y colgó la llamada. Jimin se estaba divirtiendo.

— Ya basta... No involucres a mi esposa en esto. Llamaré a Jeon.

— ¡Excelente! Pero no solo quiero eso... Tampoco crea que tengo nada más estas imágenes. También tengo un vídeo y miles de copias.

— Habla de una maldita vez...

— El hijo de puta de su amante... Le pediría que lo expulse de la universidad pero no soy tan malo. Tengo una idea más divertida y, métame de nuevo en la competencia porque ese premio es mío y de Jungkook...

  Por la madrugada, volvían los dos del club. Cansados y con esperanzas de que todo mejorara.

Jimin se dió un largo baño, vistió su cuerpo con una bata de seda y se acostó a dormir, deseando ver pronto a su amado.

No se sabe cuánto tiempo pasó pero una fría brisa acarició su cabello junto a unos dedos largos que descendieron desde su cuello hasta sus piernas, erizando todo a su paso.

— Mmmhg... — gimió bajito con los ojos cerrados. Sus piernas fueron a abiertas y un peso se posicionó sobre él, dejando besos en su mandíbula — K-kook...