Capítulo 34

6.7K 878 214
                                    

              Personajes principales

"Cuando nuestro corazón está lastimado, se encarga de decirle al cerebro que no merecemos ser felices. Es una lucha entre lo que creemos real y lo que dudamos."

—— Los besos suaves en sus labios, descendiendo hacia su cuello fueron el segundo factor que lo hicieron despertar porque lo primero fue la sensación de llenura que abarcó su cavidad anal...

Era de tarde cuando Jungkook sintió su erección crecer dentro del pequeño, había dormido sin sacarlo de su interior y eso le generó mucho morbo.

Comenzó a dejar besos a medida que comenzaba a moverse — Joder — siseó y le apretó las nalgas con una mano.

— Mmmhg... Kook.

— Mi bebé... Buenos días — lo clavó, lento y profundo — esto es una locura... Si algún día vivimos juntos quiero dormir así siempre.

— Se siente rico — dijo con voz ronca y bajita.

— Delicioso — lo besó — ¿Te he dicho lo mucho que me encantas?

— No... Dígame cuánto.

— Demasiado — besó su frente y llevó dos dedos a su culo para meterlos junto a su pene — me fascinas.

— Uhmm... Y usted a mí.

— ¿Quieres hacer algo hoy?

— Correrme...

Se rió — Eso es seguro — el pene de Jimin se estimulaba en el medio de ellos dos, subiendo y bajando la piel gracias al líquido pre seminal.

— Te quiero...

— También te quiero — se unieron en un beso y su climax llegó pocos segundos después.

Se levantaron y tomaron una ducha. Jungkook se encargó de lavarle el cabello y ayudarlo con absolutamente todo.

— ¿Tienes hambre?

— Mucha — hizo un puchero. Nuevamente usaba ropa del mayor.

— Vamos a comer, invita a Jin. Pónganse lindos y los llevaré a un restaurante.

— ¿De verdad? — sus ojos se iluminaron.

— Sí pero iremos en mi auto.

— ¿Acaso le da vergüenza que lo vean en un carro de Barbie?

— De hecho — lo besó — le queda bien a ustedes dos, a mí no me luce el rosado.

— No es cierto...

— Lo es — apretó sus glúteos — ve a cambiarte.

— ¿En cuanto tiempo nos vemos?

— Una hora máximo, mi estómago no aguanta más.

— Me daré prisa — dejó un último beso y salió corriendo de la habitación, cruzando el campus rumbo a la suya — ¡Kim Seokjin!

El de cabello rosa dió un brinco en la cama — ¿¡Qué demonios te pasa!?

Carcajeó — Levanta el culo, mi marido nos va a invitar a comer y tenemos una hora para ponernos bellas.

— ¿Y por qué a mí?

— Porque eres mi amigo.

— Oh... Eso es muy dulce — se sonrojó.

— Rápido, rápido, rápido.

Entre risas y a las carreras, se prepararon para salir, poniéndose lo más lindos que pudieron en ese tiempo, para rato después, dirigirse al estacionamiento.

Verbs and Moans - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora