Capítulo 33

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                             Ansias

"Cuándo el cuerpo habla, es mejor obedecer..."

—— En la calurosa madrugada, Jimin y Jin salieron del club, sintiendo el alcohol correr por sus venas... Aunque cada uno llevaba su propia tristeza oculta, encontraban consuelo y diversión en la compañía del otro.

— No quiero irme al campus.

— Yo tampoco — el rubio encendió la radio — maldición, ni siquiera me creo que esta nave sea nuestra.

— Lo es, queridíto, ¿será que nos vamos al Astro?

— ¿Seguirá abierto?

— Cierra a las seis.

— Ya lo dijiste, Bitch.

— Oh My God, mi amiga la bilingüe... ¿Cuándo coges con el profesor Jeon le gimes en inglés?

— Por supuesto — sonrió.

Oh yes, faster Daddy, mmhg, i'm Cumming, oh fuck — se burló, imitando la voz de Jimin.

— Cállate — carcajeó — no sabes lo caliente que es cuando follamos y me dice cosas sucias en inglés. Jungkook es un jodido depravado sexual. Me fascina.

— Lo puedo imaginar...

  El Lamborghini rosado relucía en la oscuridad, atrayendo las miradas curiosas y admirativas de quienes veían el impresionante automóvil.

El ruido del motor llamó la atención mientras Jimin se estacionaba frente a la discoteca. El rubio y Jin bajaron del auto, cada uno con su propio aire de seguridad y belleza. Las miradas de los presentes se posaron en ellos, cautivados tanto por el automóvil como por la atracción que emanaba de ambos amigos.

Los ojos seguían sus movimientos mientras ingresaban al club. A pesar de las heridas emocionales que llevaban consigo, aprovecharon la noche para disfrutar de la música, el baile y las risas que compartían.

  En medio de la enérgica música que resonaba en la discoteca, Jimin y Jin se dejaron llevar por el ritmo sensual, moviendo sus cuerpos en perfecta armonía. El compás penetrante los envolvía mientras bailaban juntos.

La química palpable entre ellos era innegable, y su danza estuvo llena de intensidad y seducción. Se movían uno alrededor del otro, sus cuerpos se rozaban de manera provocativa, generando un torbellino de deseos reprimidos y excitación en el aire.

A medida que el ritmo avanzaba, varios hombres se acercaron a ellos, tratando de entablar conversación e invitarlos a bailar. Sin embargo, Jimin y Jin, con una mirada cómplice, los mandaban a volar, rechazando las propuestas, ya que solo querían concentrarse en disfrutar de su propia compañía y conexión especial.

La noche continuó con risas, brindis y canciones que resonaban en sus gargantas. Juntos, se perdían en las notas musicales, cantando a todo pulmón y olvidándose por un momento de cualquier preocupación que pudiera haber en sus corazones.

Finalmente, llegó el momento de partir. Con una sonrisa pícara y los efectos alegres de la bebida, se dirigieron nuevamente al Lamborghini para regresar al campus universitario.

En el camino de regreso, la música seguía sonando en los altavoces del auto, envolviéndolos en una atmósfera de celebración y complicidad. Jimin y Jin se reían y cantaban, disfrutando del éxtasis de la noche y de la libertad que los abrazaba en ese momento.

— Tengo la vagina de hombre dura — dijo el rubio.

El de cabello rosa soltó una carcajada, casi llorando de risa — Llega y busca a tu hombre para que te la baje.

Verbs and Moans - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora