Epílogo; Primer acto.

124 20 1
                                    

"Arrepentimiento".

Cuando Naruto tuvo tiempo para analizar todo estaba volviendo a Konoha, su hermana estaba descansando en la espalda de su Sensei y ella era quien hacía preguntas. Ni siquiera les prestó atención.

Ninjas de cuerpo medico explicaban la situación de sus compañeros de misión pero tampoco escuchó. ¿Cómo los vería a la cara aún sabiendo que falló?

Ellos dieron todo de si para derrotar a sus enemigos y aun así el falló. No sabía si Jin se sentía igual, no quería saber.

Para cuando se dio cuenta estaba el el hospital, en una camilla siendo examinado, al parecer el último golpe de Tsuki si lo había lastimado lo suficiente como para causar una hemorragia interna.

Le daba igual, cualquier cosa, apenas se atrevía a hablar para contestar a las preguntas de Tsunade.

"¿Y Tsuki?" Fue lo primero que dijo cuando llegaron a Konoha, a pesar de que ya se lo habían dicho. Era como si su cabeza quisiera borrar el hecho de que se había ido.

No la pudo detener. Y eso no dolía, quemaba como tocar lava con las manos descubiertas. Ella lo dejó, lo sacó de su vida como si fuera un simple libro viejo. Ni siquiera recordaba las mentiras que ella le dijo, solo eran mentiras. Pero pensar en cada uno de los momentos que estuvieron juntos lo mataba.

¿Qué salió mal? Él no era el culpable, lo sabía. Jin se lo repitió mil veces y cada una de esas veces lo creyó. Pero entonces ¿Por qué se fue?

Le dio risa pensar que ella le dijo que él era un sol y desde su partida cada vez que salía a la aldea empezaba a llover, era gracioso; Una forma del cielo de gritarle que la había perdido.

En algún momento ella entraría por esa puerta con su típica sonrisa de siempre y pediría perdón, le diría que solo era una broma y realmente todo este tiempo solo estaba en una misión ¿verdad?

Naruto guardó cuidadosamente la sudadera de Tsuki en su cuarto y por supuesto todos los días miraba esa foto.

Solo ellos dos riéndose a carcajadas, ya ni se acordaba del chiste pero sabía que Kakashi la había tomado. Miraba ese maldito marco todos los días.

Su cabeza no dejaba de darle vueltas a cada pequeño detalle que compartieron juntos. El olor y las gotas de lluvia mojando su cara esa madrugada durante el examen chunin, la forma en que brillaban sus ojos oscuros.

Nunca pensó que todo terminaría así. De hecho nunca pensó que algún día terminaría.

Y ahora solo miraba es estúpida fotografía como solía mirarla a ella durante cualquier misión. ¿Y que era lo único que podia esperar? Nada, se dijo en un principio. Peor luego de salir cada madrugada y que las gotas de agua bajaran por su rostro esperaba que ella lo recordará cada vez que despertaba y el sol se colaba por sus ventanas.

Quería pensar que estaría bien, quería pensar que Sasuke la cuidaría. Quería creer que aún usaría ese tonto dije de sombrilla. Sonreía al recordar que nunca le dio cada uno de los regalos que compró en la búsqueda de Tsunade, estaban en un rincón de su closet amontonados.

Jiraiya le dijo que ahora él y Jin eran sus estudiantes así que fue una buena razón para salir de su "depresión". Tendría tres años para entrenar.

Su gemela discutió con el sanin pero no le prestó atención. Estaba dispuesto a hacer todo lo necesario para traerla de vuelta y tenía solo tres años.

El terror inundaba su cuerpo con cada uno de los escenarios posibles ¿Y si Orochimaru la mataba? ¿Qué tal si Kabuto intentaba hacerle daño?

Por otro lado. A pesar de los esfuerzos de Tsuki por intentar borrar los sucesos de su mente.

El entrenamiento de los primeros días era duro como no imaginaba, doloroso de horrible manera. Y el hecho de no solo entrenar con Orochimaru si no tambien con Kabuto la dejaba molida al final del día.

Sus músculos apenas aguantaban lo suficiente como para caminar a la cama, su chakra terminaba en ceros.

Control de chakra, fue lo principal. Invocaciones y ya no recordaba que tantas cosas más debía de aprender.

El día llegó a su final nuevamente y pudo regresar a su habitación pero ahí estaba, en la mitad del bosque, el aire helaba su piel, el agua empapaba su ropa y sus mejillas tenían un leve color rosa probablemente por el frío.

Jugeteo levemente con su collar columpiando su pierna derecha sobre la rama del árbol, recargo su cuerpo contra el gran tronco mientras miraba un pequeño zorro comer unas vallas.

-Si estuvieras aquí... -Su voz muy débil. -Estarías riéndote ¿no? Sería como escaparnos de casa para jugar en la lluvia.

Segurame la odiaba, seguramente sus ojos azules ahora la mirarían con rencor. Seguramente maldecia su nombre cada noche ¿no?

-Ya no... Ya no, ya no me quieres ¿No? Supongo que incluso ya me olvidaste. Pero estoy más que segura que un día voy a volver a verte siendo el mejor hokage de todos.

Lo extrañaba, y cada vez que lo extrañaba hacia lo mejor que podía hacer para autosabotearse. Recordar una y mil veces el sonidos de su voz, sus azules ojos brillando más de lo usual, se reía pensando en los "ttebayo", y cuando lo hacía... Lo extrañaba aun más. Pero que puedes esperar de alguien tan masoquista como ella.

Se maldecia a si misma cada noche, cuando el dolor la golpeaba más de mil veces solo quería regresar a ese día nevado, cuando las mejillas ardían por el frío, cuando acababa de comer dangos con Izumi. Cuando lo conoció a él.

¿Hay destinos peores que la muerte? Leyó una vez, no le dio vueltas al asunto en ese momento pero ahora... Perderlo a él fue doloroso, podría compararlo con la masacre Uchiha. Incluso despertó la tercera aspa de su sharingan ese día.

Debió de abrazarlo más tiempo ese día, no debió soltarlo nunca.

Pero ya daba igual, ya lo había perdido y no podría recuperarlo.

𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 - Uzumaki Naruto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora