057: Si alguno de nosotros muere...

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"Si alguno de nosotros muere..."

Sakura fue apuñalada por Madara al ser el blanco más fácil. Pese a ello, uno de los clones de Jin logró estabilizarla y llevarla con el cuerpo médico para ser tratada.

—¡No se distraigan con eso! —indicó Tsuki cuando miles de rocas comenzaron a juntarse en determinados puntos, formando grandes meteoritos—. ¡Sus sombras siguen aquí!

Los Uzumakis se centraron en detener las sombras, sus amigos en destruir las masas de piedras con el Susanoo. La pobre azabache tenía ganas de ponerle fin a todo eso y simplemente disculparse más de mil veces con el rubio.

Estaban todo relativamente controlado hasta que la luna se volvió más rojiza de lo usual y apareció una especie de Sharingan.

Tsukuyomi infinito. Esa información golpeó su mente y entonces lo entendió todo.

—¡Tsukikari!

—¡Lo sé!

Su objetivo fue Naruto, pues era el más alejado de los otros dos. —¡Tsuki-chan, no bajes tan de improvisto! —jadeó, pues apenas se preparaba para lanzar un par de Rasenshurikens y acabar con cada esfera de piedras.

—¡Sasuke, aterriza con más cuidado! —chilló la rubia.

Tsuki no se molestó en explicarle a Naruto lo que sucedía, solo hizo que las grandes alas de su armadura cubrieran a su amigo, sumiéndolos a ambos en la oscuridad total.

—¿Qué...? ¿Qué sucede?

Minutos que parecieron horas pasaron mientras los dos Uchiha protegían a su equipo de cualquier destello que pudiera hacerlos caer en el genjutsu.

—¿Tsuki-chan? —preguntó él cuando la joven impidió que intentara salir—. ¿Qué haces?

—Ahora no podemos salir. Sin este Susanoo ambos caeremos bajo el efecto de ese genjutsu. Jin, Sasuke y Kakashi-sensei están bien. Además, sus sombras siguen afuera...

—¡Per-!

—¡Maldita sea, quédate quieto! —algo se removió en el fondo de Naruto—. No quiero que te mueras, idiota —confesó ella—. Sé que no hemos tenido tiempo para hablar, sé que tal vez ahora mismo debes odiarme, pero no puedo dejarte ir ahí afuera...

Naruto de verdad quería escucharla y prestarle atención, pero su vista estaba enfocada en los labios de la contraria.

¡Estamos en una guerra, Naruto! tuvo que recordarle Shukaku.

—¡Naruto! —regañó la fémina, colocando sus manos sobre las mejillas de su amigo.

—¡A su servicio!

—¡Escúchame! —pidió, aún manteniendo el contacto físico—. Estoy más que segura de que todas las personas allá afuera están afectadas por el genjutsu, es decir, que todas están dentro de un sueño. ¿Entendiste?

El adolescente movió la cabeza afirmando varias veces. —¡Sí, por supuesto! Pero... ¿Cuándo podremos salir?

—Las personas fueron afectadas por la luz de la luna y... falta poco. Debemos esperar a que deje de brillar.

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Sería una completa mentira afirmar que ninguno de los presentes estaba cuando menos sorprendido.

—No, Madara. Tú no eres el salvador y esto aún no acaba —un sudor frío recorrió la frente de Tsukikari mientras observaba atentamente la mano que sobresalía del pecho del Uchiha mayor—. ¿Por qué pensaste que, a diferencia de Obito, tú podías usar a los demás? ¿No es algo presuntuoso pensar que solo tú eras diferente, Madara?

𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 - Uzumaki Naruto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora