diesiciete

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—La fiebre de Sasuke ya bajó. —Comentó la niña azabache. —Jin-san sigue inconsciente, perdió mucha sangre, la herida estuvo sanando y ahora ni siquiera hay cicatriz pero se recuperará hasta dentro de varias horas. —Informó a su compañero. —¿Naruto? Oh... Ya veo

El también estaba dormido. Tsuki asintió por el momento solo tendría que mantenerse despierta hasta que alguno de los mayores despertase. Ellos consiguieron ambos pergaminos pero, ella y su amigo rubio no tenían nada.

Se sentó en la entrada de aquella cueva en donde los tres se encontraban. Miró la luna, el sol se había ocultado entre los árboles. De manera casi maravillosa gotas cayeron en su rostro, estaba lloviendo, era una de esas peculiares lluvias de media noche que la Uchiha amaba ver.

Todo se torno borroso mientras enfocaba sus ojos en la luna. Esa noche... recordaba que era roja, quizás era la sangre que cubría todas y cada una de las calles, sus padres, Izumi, señoras y señores, todos estaban muertos.

"Da igual lo que hagas, Tsukikari tu siempre serás la sombra de alguien. Y cuando tengas un rayó de luz en tu vida, te encargarás de apagarlo con tus nubes."

Recordaba a la perfección las palabras de su hermano mayor, aun dolían profundamente, mucho más que cualquier herida. Mucho más que...

—¿Qué haces despierta, Tsuki-chan? —Se giró de forma rápida para encontrar al niño rubio tallando sus ojitos.

—Guardia, en caso de que quieran atacarnos.

—Esta lloviendo ttebayo. —Comentó sentándose al lado de su compañera.

—Si, es una lluvia de media noche. —Le dijo, aunque era bastante obvio. —Se que podrían matarnos en cualquier momento, pero... No puedo evitar relajarme.

—¿Te gusta la lluvia? —Preguntó mirando el perfecto perfil de la azabache.

—La de media noche, si. —Una pequeña risa se escapó de sus labios. —Creo que
si fuera algo de la naturaleza, sería lluvia. —Murmuró. —De media noche. —Aclaró.

—Yo sería...

—Un rayo de sol... —Terminó ella sin pensar en sus palabras, salieron de forma inconsciente.  Creo que eres un pequeño rayo de sol que llegó a mi vida.

—Pero... Tsuki-chan, esos son polos muy opuestos.

—Ese es el punto, los opuestos siempre se atraen, solo mira a esos dos. —Apuntó con su pulgar hacia atrás, no prestaba mucha atención a sus frases. —Escucha, Naruto.

—¿A quien amas? —Escupió en un acto de valentía.

La pregunta rodó por su mente varias veces insistentemente sin tener un significado claro. —¿Quieres una respuesta? Bien, si ambos tenemos el mismo significado de amor en ese caso la respuesta eres tu.

¿Yo? Con las mejillas del niño mucho más rojas, ni siquiera se atrevió a mirarla, su corazón latió con fuerza. ¡Él, era él!

—¿Te comió la lengua el ratón? —Cuestionó con gracia. —Naruto, no bajes la guardia. —Regañó antes de levantarse, depositó un beso en su mejilla, tan delicado como si pudiese romperlo con su simple toque. —Ya están aquí, prepárate.

Sacudió su cabello levemente para luego lanzar una shuriken.

—Entonces si te diste cuenta. Los rumores eran ciertos, sus calificaciones eran bajas pero tiene mucha más habilidad que su hermano... —Cantó uno de los ninjas.

—Ahorranos el problema y despierta a tu hermanito, princesa.

—Jodete. —Siseó, Naruto se sorprendió de escucharla hablar así. —Ustedes tienen algo que ver con la marca de su cuello ¿me equivocó?

𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 - Uzumaki Naruto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora