𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 - Uzumaki Naruto.

055: Mitos.

"Mitos".

¿Puedes escucharlo?
Una gota, dos gotas. Estaba lloviendo.

"Es solo agua. La lluvia es linda" Naruto se dijo a si mismo. Los recuerdos invadieron su mente, inevitablemente se pregunto si así se sentía morir. Inclusive después de la muerte los problemas no dejaban de perseguirlo. De sus labios salió una pequeña risa delatando sus tontas ideas.

— Están despiertos todos al parecer. — las manos de Tsuki viajaron hasta su cabello intentando acomodarlo a la par que observaba atentamente al extraño hombre frente a ella.

¿Qué pasa? Uzumaki frunció el ceño sin poder ver a nadie más además de ese señor.

— ¿Así se ve la muerte?

— Para decir que estas muerta, tu punto de vista difiere de gran manera con el de alguien de mi era, Para alguien que fácilmente comprende y ajusta la palabra "muerte", tu temple es impresionante, novata. Aunque tus palabras han sonado igual a las de ese muchacho rubio.

Naruto...

— ¿Igual a las de Tsuki-chan? ¿Quién eres tu y por qué la conoces?

— Tanto el porqué, como la conozco y qué es esto, seguro que son preguntas validas. Aunque me preocupa que revelando mi nombre pueda influenciar en tus pensamientos y opiniones como a sus predecesores.

Los ojos oscuros de la fémina lo observaron con confusión parpadeando. Estaba mas que segura que a Naruto le resultaría complicado comprender el amplio vocabulario del sujeto con quien ambos dialogaban al mismo tiempo.

— Soy el creador de la paz, la ley y el orden... Soy quien es conocido como Hagoromo.

— El sabio de los seis caminos. — complemento ella.

Él estaba seguro de que el alma de quien fue la esposa de su hijo fluía dentro de ella. Sin embargo, nada se lo confirmo tanto como aquella pertinente interrupción. Después de todo, sus reencarnaciones siempre fueron muy inteligentes, la más inteligentes del cuarteto.

Ni siquiera Sasuke o Jin fueron capaces de reconocer al viejo hombre, mucho menos les sonaba ese nombre "Hagormo".

— Si esto no es la muerte. Si usted está aquí debo suponer que algo debe de querer de mí. ¿Qué es?

Una pequeña risa salió del mayor por la astucia de Uchiha. Seguido de ello comenzó a recitar unas palabras que ella ya conocía.

Una antigua profecía estaba escrita en los condominios Uchiha, lejos de cualquiera. Inclusive del mismísimo Madara. Porque nadie que no estuviera destinado a encontrarlo lo haría.

Así pues, únicamente dos personas además de su escritora pudieron leerla.

Él es el sol, siempre lejano, ausente,
un amor imposible, eternamente ardiente.
Como el sol y la lluvia, juntos no pueden estar, pero en sus sueños, él siempre va a brillar.

Sol radiante, en su esplendor resplandece, pero nuestros destinos nunca se entrelazan, pese a mi anhelo eterno, mi anhelo sin fin.

Temo que mi amor pueda nublar la brillantez del Sol, que mi frescura pueda apagar su fuego.

Porque el sol está tan cerca, pero me aferro al temor, y nuestro amor queda suspendido en el aire, sin vigor.

Oh sol, sol, ¿Tú luz renacera cuando te abrume el dolor?  Espera por favor, tu paciencia es divina, pero la destrucción se avecina.

Yo que todo lo he de saber, necesito que me puedas responder.
Cuando te muestre la verdad, ¿aun me abrazaras?
¿Dejaras de lado mi error y me amaras con fulgor?

Cuando mi piel toqué la tuya... ¿Brillaremos sin que te provoque dolor? Me quemaras con tu calor.

Querido Sol nunca pienses en mi, te lo pido de favor.

Recordó leerlo el mismo texto al menos dos veces. La primera vez fue en el fondo de la gran biblioteca instalada en el complejo de su clan. Solo era una pequeña hoja con una letra apresurada que no pudo entender del todo. Ahí nació su obsesión por leer y leer libros.

La profecía... El nacimiento del sol, la luna, las estrellas y la lluvia.

Ashura, Indra, Hoshi y Ameli.

El chakra de los hijos del Sabio de los seis caminos había transmigrado para poder continuar su batalla indefinidamente.

Hashirama, Madara, Shine y Yonaka.

Naruto, Sasuke, Jin y Tsukikari.

Ellos fueron los elegidos.

Es así como la historia del sol y la lluvia comenzó hacia ya mucho tiempo.

Ashura no nació con el poder de su hermano, no poseía sus habilidades, pero tenía un gran corazón. El mismo con el que enamoro a Ameli, una mujer llena de amor. No poseía el don del Nishu, tampoco la forma en que él podía liderarlo todo, mucho menos la esperanza de su amiga.

Pero era sabia y eso convinado con su amor eso fue su perdición. El destino es caprichoso. El momento perfecto, las personas incorrectas. Un intruso fue el causante de destruir todo.

Ashura morirá si te quedas a su lado.

Predicó un sujeto completamente negro, y su estrategia funcionó. Todo aquello que los cuatro habían logrado se desmoronó en segundos. Bajo la influencia de Zetsu, Indra y Ameli dejaron solos a Ashura y Hoshi.

Entonces todo ese amor se convirtió en odio y de ese odio floreció el clan Uchiha. Ninguno de los cuatro pudo descansar en paz pues sus almas reencarnaron en sus descendientes.

Senju Hashirama y Uchiha Yonaka.

Nunca pueden tocarse, siempre separados por el capricho del destino.

Su amor nunca se dio pues cada uno encontró a quien querer. Mito e Izuna. Sin poder tocarse o quererse reprimiendose dentro de esos cuerpos para no interferir en la vida de sus reencarnaciónes.

Y finalmente...

— Lo entendí. Pero no tengo tiempo para esto. Necesito salir de aquí e ir con Naruto. Esta en peligro. Dígame cómo hacerlo. —Ella sonó genuinamente preocupada.

— Mis disculpas, pero eso es algo que no soy capaz de hacer. Eso depende de las personas afuera. Ellos pueden hacer cosas por ti. Yo solo puedo decirte cosas.

Tanto Naruto como Tsuki maldijieron en voz baja. Ambos cruzados de brazos.

— Con mis ojos puedo verlo claramente. El chakra de Ameli fluye en ti. Pero estoy seguro de que ya habias percibido la presencia de Ameli dentro de ti ¿verdad? — No escuchó una respuesta, solo pudo notar una pequeña mueca en la menor. — Como sospechaba... En ese caso ya debes imaginar quienes son Ashura, Indra y Hoshi.

— Naruto es... Ashura. — respondió mordiendo su labio inferior. —Sasuke y Jin...Son ellos ¿no?

— Correcto.

— Lo entiendo, de verdad que sí. Lamento mucho que haya tenido que ver esta lucha sin cesar, y a pesar de todo seguir confiando en nosotros. De verdad me gustaría parar esto ¿sabe? La guerra, e conflicto interno, yo solo...Quiero terminar con esto.

— ¿Entonces esa es tu respuesta?

— Si. Estoy seguro de que Tsuki-chan y yo podemos acabar con esto. Nee-chan y Sasuke también podrán. Después de todo, los cuatro fuimos amigos.

Hagoromo sonrió complacido, esperando verdaderamente a que esta vez sus dos hijos pudieses ser felices por fin.

— Levanta tu brazo dominante si es asi.

De modo que los hermanos Uchiha levantaron la izquierda y los Uzumaki la derecha. 

Solo ellos podrían cambiarlo todo, esos cuatro adolescentes eran el futuro del mundo ninja.

.
.
.