044; Cumbre de los cinco kages.

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"Cumbre de los cinco kages".

El país del hierro fue el lugar donde se llevaría a cabo la cumbre de los cinco kages. Gracias a Jugo, Taka habia encontrado una manera de infiltrarse y burlar la seguridad.

Saltando de un lado a otro silenciosamente para evitar ser descubiertos por los samurais qué custodiaban el lugar fue fácil. Los cinco utilizaban una capa con capucha que cubria sus cabellos.

Con ayuda de Zetsu (el cual no sabían donde estaba ahora) lograron comprender quien era Danzo así que ahora solo tenían que llegar hasta él.

Todos estaban escondidos detrad de un inmenso pilar.

—¿Qué es eso? —Susurró para si misma la pelirroja de un momento a otro.

—¿Qué pasa, Karin?

—Los movimientos de los Samurais se han agitado un poco. —Comunicó, pues esa era la tarea que Sasuke le había asignado. —Creo que nos están buscando.

—¿Qué? Pero si nosotros no hemos hecho nada. —Les dijo el albino.

—Apuesto que fue Zetsu. —Sugirió el de hebras naranjas hacia Sasuke.

Un largo suspiro salió de los labios de Tsuki. —Y yo que pensé que podríamos atraparlo sin muchos problemas. —Sus mirada analizó a su hermano, se estuvo comportando raro desde la última misión. —Sasuke, tu ve por Danzo, yo me encargo de  los samurais.

—¿Estas segura? —Cuestionó él.

—Hai, hai. —respondió encogiendose de hombros. —Si dejo que lo hagas tú habrá más muertes de las necesarias. Ahora váyanse.

La orden fue perfectamente a acatada y el resto de miembros desaparecieron. Se limitó a tomar aire y luego retirar su pesada capa dejando ver su típico atuendo revelador.

Sus tacones hicieron eco en la gran sala y salió de detrás de aquella columna con toda la paz del mundo. Acomodó su cabello para que no estorbara y finalmente decidió hablar.

—Buenas tardes. —Saludó con una sonrisa a la vez que sus ojos cambiaban de color. —Sé que es un poco descortés irrumpir en un lugar de esta forma y lamento que tengan que lidiar con ello, pero me gustaría que ignorarán esto y siguieran con su vida sin atacar. De lo contrario terminaran en el suelo con dificultades para respirar.

Su tono fue extremadamente dulce y de hecho si no los hubiera amenazado pensarían que tal vez es una pobre niña que se perdió y termino en ese lugar. Era linda a los ojos de cualquiera, podría hacerse pasar por una delicada muñequita.

¿Quién es esa? Murmuró algún inexperto guerrero reprendido por sus compañeros.

—¡Lo mismo va para ti, niñita! —Las dos espadas de sus manos lanzaron imponentes ondas de chakra qur tenían un filo comparable al de una hacha.

Un solo pasó le bastó pasa esquivarlo y tan pronto como lo hizo el ejército de hombres la perdió de vista.

—¿En dónde...?

—No es de buena educación tratar de esa forma a una mujer, chicos. —Una de sus palmas brilló en una aura verde, toco cuidadosamente su espalda y tan pronto como lo hizo la armadura que portaba comenzó a derretirse.

—¿¡Qué es ésto?! —Gritó el hombre al sentir como sus fuerzas se iban perdiendo.

Una risa burlona salió de los labios de la menor, probar e inventar sus propias técnicas le era todo un pasatiempo y por fin tenía la oportunidad para usarlo.

En sus dedos se conocentraba el calor de sus típicas técnicas de fuego y una vez derretido el metal entraba en juego el ninjutsu medico, si, usualmente hecho para curar pero es mucho más agresivo cuando inunde daño.

𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 - Uzumaki Naruto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora