"¿Nosotros dos? ¿Solos?"
Las sentencias de los Uchiha fueron distintas a petición del Raikage.
Ambos pasarían dos años en prisión, acabado ese plazo ambos trabajarían durante cinco años más al servicio de Konoha sin posibilidad de retirarse.
Con la principal diferencia de que, Sasuke debería pasar los primeros seis meses solo, después podria acompañarlo un jounin o chunin en su travesía.
Con Tsuki, las cosas eran distintas, ante los ojos de cualquiera, era la mejor estratega que el mundo había visto en años, dejarla sola sin supervisión era como regalarle un escape.
Para Hatake y consejo de Konoha sonó demasiado estúpido, a decir verdad, los dos podrían fugarse en un pestañeo si así lo deseaban; la realidad fue que el Raikage verdaderamente le tenía más rencor a la muchacha y no planeaba dejarla libre.
De todos modos, el trato quedó sellado. Sasuke salió solo una semana antes que su hermana por la diferencia de tiempo en que fueron condenados.
Cuando llegó el día en que la Uchiha sería "libre", Kakashi optó por aplicar su respectiva condena, por supuesto; sin embargo, enviaria a un lugar guardia un tanto peculiar.
En las puertas de la aldea, solo se hallaban maestro y alumno, este último no dejaba de quejarse por recibir una misión justo un día antes de la salida de "Tsuki-chan".
Por un momento pensó en enviar a otra persona como Shikamaru o Jin solo para castigarlo por quejarse tanto.
Lo hubiera hecho de no ser porque escuchó unas pisadas cercanas. Miró por encima de su hombro solo para encontrar a su estudiante, aquella que consideraba una hija.
— Hokage-sama. — la azabache inclinó la cabeza mostrando respeto.
Las orejas del Uzumaki se movieron cual zorro, no estaba muy lejos, se había alejado para comprar una botella de agua a un vendedor ambulante a punto de entrar en Konoha.
— No es necesario que hagas eso, Tsuki. Eres mi estudiante, no seas tan formal. — sus ojos se achinaron indicando que sonreía bajo su máscara.
— Aun así... Creí que tendríamos una reunión en su oficina antes — murmuró —. ¿Por qué estamos en la entrada de Konoha?
— Bueno...
— ¡Tsuki-chan!
Naruto ni siquiera espero a que el señor de avanzada edad le diera su cambio, le atinó a entregarle una considerable cantidad de monedas antes de correr a los brazos de su amiga.
— Ahí tienes tu respuesta.
Ella no tuvo tiempo de decir algo, jamás consideró que Naruto pudo haberse vuelto tan rápido, pero en menos de lo que pudo contabilizar su cintura fue abrazada y luego sus pies dejaron de tocar el suelo.
La sensación era rara, no recordaba que alguien la tomara en brazos con suma facilidad y luego girará en el aire. La última vez que lo hizo fue gracias a Itachi.
— ¡Estoy tan feliz de verte, ttebayo! — sus ojos brillaron de felicidad.
— Te aconsejaria bajarla o va a vomitar todo lo que comió hace un momento. — Kakashi sugirió con una mirada divertida.
Tras largos segundos en que Tsuki no se atrevió a hablar por miedo a la escupirle, el muchacho la dejó en el suelo. Con su alrededor distorsionado, Uchiha tuvo que agudizar la vista.
— ¿Kakashi-sensei?
— ¿No fue buena la respuesta? — Él inquirió con la ceja alzada.
— ¿Me perdí algo? — el joven cuestiono paseando sus ojos por ambos, ya tendría tiempo para saludar a su amiga, más tarde. — ¿No se supone que Tsuki-chan debería salir hasta dentro de unos días?
— ¿Quieres que me vaya de nuevo?
— ¡No dije eso ttebayo!
Bajo las miradas interrogativas de sus alumnos, Hatake finalmente suspiró.
— Escuchen, el Raikage vendrá aquí el día de mañana para decidir el acompañante de Tsuki. — informó frotando su cien. — A menos de que quieras irte con un ninja cualquiera, deben irse ahora mismo.
Naruto nunca estuvo tan feliz por recibir una misión. — ¿Nosotros dos? ¿Solos?
— Si, eso dije. — llevó su mano a una bolsa en su pantalón, luego de ello sacó un pergamino algo gordito. — Todo lo que necesitan saber esta ahí adentro, hagan el trabajo y podran volver.
— ¿No es muy repentino? — la Uchiha ladeó la cabeza, era su primera misión después de tanto, una muy importante y solo debía confíar en un papel.
— Se las arreglaran.
El Uzumaki no quiso analizar más la situación, simplemente asintió colocando sus brazos tras su nuca.
— ¡No se preocupe! ¡Volveremos más pronto de lo que usted cree!
— Naruto, te agradecieria si bajaras la voz. — el Hokage regañó, puesto que un par de ojos estaban puestos sobre los tres.
Tsuki arrugó las cejas y luego asintió.
— ¿Podemos irnos, entonces?
— Mientras más pronto mejor, no me gustaría que tuvieran un encuentro con el Raikage.
Con la mano derecha, la muchacha jaló el brazo de su compañero, hizo un gesto de despedida mientras comenzaba a caminar.
— ¡Hasta pronto, Kakashi-sensei!
— Cuida de él, Tsuki.
— ¡Oiga! —se quejó el menor. — ¡Yo tengo que cuidar de ella!
— Avanza, Uzumaki.
Él tragó saliva "Uzumaki" no se escuchaba mal saliendo de sus labios.
Se tomó un momento para analizarla, su cabello ahora era mucho más largo y estaba ligeramente ondulado, caía como cascada tras su espalda impidiendole ver sus ropas.
Era un vestido negro de mangas largas con una abertura en la pierna izquierda, un cinturón lo ajustaba a su cintura. Naruto notó el logo del Clan Uchiha en la espalda, apenas visible por culpa de sus mechones.
¿Estaría mal desear que ese fuera el logo del clan Uzumaki?
Hatake sonrió viendo a sus dos estudiantes comenzar a perderse en los árboles que rodeaban la aldea. En su mente sonó feo, pero el rubio parecía un perro siguiendo a su dueño por la manera en que Tsuki había logrado areastarlo y el no soltó una sola queja.
Esperaba con ansias el regreso de Sasuke para enviar a Jin con él.
Si Jiraiya viviera, definitivamente Kakashi le hubiera pedido escribir un libro sobre los cuatro. Para su mala suerte, eso ya no era posible, así que el platinado escribía su propia historia.
Nadie nunca imaginaria que el Hokage era el responsable de cada acercamiento entre sus alumnos, la mente maestra detrás de el romance que aún continuaba floreciendo.
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𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 - Uzumaki Naruto.
Hayran KurguUZUMAKI NARUTO | El es un rayo de sol y yo soy una lluvia de medianoche.