𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 - Uzumaki Naruto.

053; Seré tu soldado.

"Seré tu soldado".

Tsuki jamás en su vida ha invocado a esa babosa, Orochimaru jamás de lo permitió por que Tsunade sabría del contrato. Y podrias pensar que revisaría los sellos, pero realmente no fue así, jamás se preocupó por las firmas ni siquiera cuando le dijo a Jin que firmara.

De modo que su habilidad para curar a través de Katsuyu era nula, sin embargo lo estaba haciendo bastante bien, sobre todo mientras viajaba sobre Garaga. Fue adoptada por ella durante su primera invocación, de hecho casi muere asesinada, sin embargo y con el tiempo lograron entablar una amistad.

La gran serpiente roja de hecho, solía ser hostil con el resto de personas, inclusive Sasuke quien se colocaba sobre la cabeza de Aoda. Los Uzumakis yacian sobre Gamakichi y Gamatatsu respectivamente.

—De verdad que siempre estas metida en problemas, debería de dejar de hacerte caso. —Siseo el reptil.

—Lo lamento, Garaga. Te daré de premio un arsenal de ratones. —Bromeó.

—Sigue jugando con eso y de verdad voy a matarte.

—Perdón, perdón. —Movió su mano restando le importancia, a su vez se concentraba en sanar las heridas de los presentes a gran velocidad.

—¡Tsuki-chan, ahora!

Ella le regaló un sonrisa, mientras su susanoo lanzaba una gran flecha compuesta por llamas blancas, y ello fue potenciado por el rasenshuriken. Era completamente blanco a diferencia del que Sasuke y Jin lanzaron que era oscuro pero igual de fuerte.

Diferencias, el de los mayores quemaba como tocar lava y no se apagaría hasta acabar con su objetivo. Por el contrario, el de sus hermanos menores derretía con velocidad.

Aquellos niños que una vez pelearon por conseguir un cascabel, ahora eran unos Shinobis dispuestos a dar todo de sí mismos.

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Obito ahora era un jichuriki, y no cualquiera, era el jichuriki del Juubi. La barrera fue destruida así que, Naruto y Tsuki, Sasuke y Jin junto a Minato y Tobirama.

Su poder era impresionante, rápido e impenetrable, en determinado momento Tsuki dejó de curar para parar a la ofensiva y aun así no eran capaces de dañarlo, inclusive uno de los brazos de Namikaze fue cortado y no volvió a regenerarse.

Un gran árbol también había florecido y ahora los amenazaba con destruirlos pues comenzaba a crear cuatro Biju damas, y lo peor fue que estaban encerrados son poder salir por una nueva barrera idéntica a la anterior.

Padre e hijos crearon una estrategia para sacar a todos del lugar y eso funcionó. Ambos Uzumakis usaron un gran rasengan para atacar a Obito y justo después de ello para su desgracia, el árbol comenzó a atrapar a los Shinobis para robar su chakra hasta el punto de matarlos.

Tal como a Naruto, que a duras penas fue salvado por Tsuki. Ahora estaba rodeado de enojo por todos aquellos que fallecieron en el proceso. Su chakra estaba rosando niveles bajos mientras se esforzaba por mantener con vida a aquellos que lograron liberarse.

—Naruto... —Llamó ella con suavidad colocando su mano sobre la de él. —No llores, tonto. Este aun no es el final ¿Vas rendirte ahora? ¿Tú? ¿Uzumaki Naruto?

—Es que yo...

—No tienes derecho de rendirte. —Sus delicados dedos tocaron las mojadas mejillas del adolescente. —Levántate, vine aqui para ayudarte y si ello implica golpearte para hacerte entrar en razón lo haré. Haremos esto juntos, como cuando eramos niños.