𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 - Uzumaki Naruto.

diez

“Sorprender a tu enemigo, no a tu aliada.”

Después de que los Uchiha salieran en búsqueda de sus compañeros, Kakashi fue a verlos después de horas, solo para encontrar a Naruto subiendo de la mano con Tsuki.

Sasuke atrapó a la rubia luego de que esta perdiera el chakra estando de cabeza.

El jounin se retiró; ninguno notó su presencia. Pero para la noche, esos cuatro habían terminado de escalar hasta la punta del árbol. Apenas podían moverse; la Uchiha gastó mucho más chakra del que debía cada vez que rescató a su amigo. Este último se cayó múltiples veces cuando ella paraba para tomar un descanso.

En cuanto a los otros dos, no habían parado ni un solo segundo.

Así que naturalmente, terminaron mucho más cansados que el dúo caótico.

Por la noche, el cuarteto volvió a recorrer el camino a duras penas. Los rubios pasaban sus manos por el cuello de los Uchihas, pues eran los más agotados.

Los primeros en divisarse por la entrada principal fueron los rivales.

—¿Qué pasa con ustedes dos? Parecen muy cansados y sucios —comentó Tazuna.

Jin rio levemente y con dificultad. —Los cuatro hemos escalado hasta arriba del todo.

—Dejen pasar, ttebayo —pidió Naruto, pero antes de que se quitaran, los niños menores cayeron arriba de los otros dos.

Sasuke y su acompañante se estamparon contra el piso, el dúo restante con las espaldas de sus mayores.

—Me duele todo el cuerpo —susurró la azabache.

—Quítate, tonta —regañó su hermano.

Kakashi les indicó una tarea: la próxima vez, todos protegerían a Tazuna.

Mientras se preparaba la cena, Inari discutió con el rubio, argumentando que él jamás podría derrotar a Gato y sus hombres. El joven se fue enojado sin siquiera cenar; le molestaba profundamente que el niño actuara de esa forma.

Ninguno de los Uzumakis pudo levantarse al día siguiente; estaban demasiado cansados para hacerlo, así que el resto del equipo decidió irse con Tazuna hacia el puente.

Solo para encontrar a los pocos hombres que trabajaban con él, muertos.

—¿Q-qué pasa? ¿Qué sucedió? —gritó el viejo casi a punto de desmayarse.

—No puede ser... —murmuró el platinado. —Esta niebla... —Así fue, apenas era visible el alrededor.

—¡Tsukikari, Sasuke, él viene! —Los mencionados se colocaron a los costados rápidamente; por su parte, Kakashi...

El segundo de inmediato tomó su kunai preparado para atacar; su hermana llevó sus dedos hasta el portakunais.

—Entonces, si está vivo... —La voz de la azabache salió casi inaudible. —Kakashi-sensei, ¿este es el Kirigakure no Jutsu?

No hubo respuesta; el corazón de Sasuke latía con fuerza.

—Lamento hacerte esperar, Kakashi. Y sigues cargando con estos niños. —La voz de Zabuza se escuchó por todo el lugar. —Están temblando de nuevo, qué penoso.

La sonrisa del azabache se ensanchó al ver un total de cinco copias del hombre. —Tiembla de emoción.

—Hazlo, Sasuke —ordenó su maestro; y en menos de tres segundos, los clones del enemigo habían desaparecido.

—Vaya... Pudo derrotar a los clones de agua. Ese chico se ha hecho más fuerte —finalmente se dejó ver, pero no estaba solo; a su lado se encontraba el mismo ANBU que supuestamente lo había matado. —Ya tienes rival, Haku.

—Eso parece.

—Ara, ara~ Mi predicción era correcta —canturreó el platinado.

—¿Tu predicción?

—El chico enmascarado.

—Hipócrita —insultó el Uchiha.

—Le atinó, sensei —alabó la niña.

—¿Entonces era mentira que fuera un ninja rastreador de Kirigakure? —cuestionó Tazuna.

—Está al lado de Zabuza, da igual cómo lo mires. Estaba todo bien preparado.

Unas carcajadas suaves salieron de los labios de la niña. —Me parece mal que aparezca de la nada y crea que Sasuke es su único contrincante.

—Odio a los chicos engreídos como él —confesó el jounin de la hoja.

—Concuerdo con usted, sensei.

—Suficiente, me encargaré de él. ¿A quién trata de engañar? Odio a los chicos engreídos como él.

—No tienes cara para decir eso —se burló su hermana. —Y no repitas lo que dice Kakashi-sensei.

Una conversación se dio entre los enemigos y de pronto el chico se convirtió en un remolino. A una impresionante velocidad, Sasuke y el enmascarado chocaron. Kunai y aguja.

—Así que puede igualar la velocidad de Haku...

—Tsukikari, protege a Tazuna-san. Y no interfieras —ella chasqueó la lengua; a veces odiaba siempre tener que estar debajo de su hermano, naturalmente la consideraban peor que él por su género.

Aunque en parte también por las calificaciones obtenidas en la academia.

Suspiró para dedicarse a mirar la pelea. Kakashi no la dejaría interferir.

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Cuando digo que Kakashi no la dejaría interferir, no quiero decir que no lo intentó. Y eso la dejó igual de mal herida que su hermano; jamás contó con que ese chico pudiera crear clones, por esa misma razón ambos quedaron atrapados en distintas prisiones de espejos.

Sasuke, que era atacado por el cuerpo real, estuvo a punto de ser asesinado, de no ser por los shurikens que Jin lanzó.

Después de un pequeño discurso, errores y una muerte para el rubio, los Uchiha tenían algo en mente; tenían que mantener a sus compañeros afuera.

La azabache limpió algo de sangre que corría por su mejilla producto de las distintas heridas.

Una patada de Zabuza bastó para que Jin terminara en la prisión de Sasuke. Naruto no pudo ver eso, pues se escabulló hasta llegar a su amiga.

—¡Tsuki-chan, he venido a ayudarte! —Ella deseó cortarse el cuello en ese momento. —Un movimiento asustó, ¿eh Tsuki-chan?

—Naruto, tenías que sorprender a tu enemigo, no a tu aliada —regañó el platinado.

Una vena se marcó en la frente de la Uchiha; entonces salió a relucir su personalidad como miembro de ese clan.

—¡Naruto, tenías que quedarte afuera, menso!

—¿¡Cuál menso?! Vine a ayudarte.

Ella suspiró, y por alguna razón, al niño rubio le gustó que ella no lo reprendiera, aunque rápidamente borró ese pensamiento de su cabeza.

Se maldijo a sí misma; solo le bastó tocar los espejos para darse cuenta de que no podían derretirse con fuego. Un kekkei genkai, pensó.

Los quejidos de cuatro niños se hicieron presentes en todo el campo de batalla; todos fueron atravesados por más agujas.

Sería una batalla difícil; todos lo sabían.

Kakashi no podía evitar preocuparse por sus alumnos; no sabía si aguantarían lo necesario.

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N/a:
A partir de aquí los capítulos son diferentes, que emoción