067; Nevada.

56 17 1
                                    

"Nevada".

Unas decenas de copos de nieve se enredaron en el cabello oscuro de Tsuki. Una casi imperceptible sonrisa se asomaba en sus labios mientras Naruto intentaba atravesar las capas y capas de nieve solo para obtener una rosa.

Humo salía de sus labios producto del frío que hacía en ese lugar. Las afueras de Konoha eran extremadamente frías cuando nevaba y en esa ocasión las ventisacas apenas podían soportarse.

—¡Casi la tengo!

Durante su vuelta a la aldea, después de refujiarse en una posada, el Uzumaki encontró una rosa con un color rojo similar al de la sangre, era sumamente increíble que hubiera logrado florecer en pleno invierno.

De inmediato quiso arracarla para entregársela a su compañera. Nunca asumió que la nieve intentaría devorarlo cual arena movedisa.

La Uchiha abrazó su propio cuerpo queriendo obtener algo de calor mientras sus pies se deslizaban por el río congelado.

Estaba presisamente en el valle del fin. Estar ahí era un golpe de nostalgia y arrepentimientos para ella.

Su corazón latía suavemente, desplazó su dedo enguantado a través del hielo escribiendo "Uzumaki" con una perfecta caligrafía digna de una mujer como lo era ella.

El cielo se veía precioso a lo lejos.

—Naruto... —suspiró en un susurro que se perdió en el aire.

Su garganta picó sintiendo que todo parecía tan irreal en el momento.

La afilada punta de su uña se convirtió en una llama que derritió el hielo en un segundo, trazó un corazón en este solo para que la forma fuera perfecta.

Fue una acción simple. Sin embargo, dentro de su cabeza fue una explosión de sentimientos.

La flama contrastaba perfectamente con el frío del agua, completamente un reflejo de sus emociones qué durante mucho tiempo mantuvieron batallas silenciosas para descifrar lo que estaría bien y lo que estaría mal.

Se escondió bajo capas y capas de frialdad para no dañar a quien solo quería brindarle un poco de su calor en la noche más helada de todos los tiempos. Aceptarlo fue como dejarlo todo atrás y por una vez...

Las pisadas de Naruto rápidamente le hicieron girarse con su corazón entre los dedos, no era grande, era del tamaño de sus puño.

—¡Tsuki-chan! ¡Lo logré!

La rosa brilló en sus manos desafiando a cualquier invierno que se atreviera a molestarla, no tenía una sola espina en su tallo, era literalmente la flor perfecta.

—Es muy bonita. —ella murmuró con los ojos destellando felicidad.

Ambos hablaron con cautela temiendo a romper el hechizo que los mantenía unidos el uno al otro.

El rubio extendió su regalo con las manos temblorosas. Sus dedos rosaron los contrarios por un segundo haciéndole tocar el cielo por la misma cantidad de tiempo.

—Gracias. —ella sonrió.

De la misma manera, le entregó el corazón de hielo que no mostraba signos de querer derretirse.

Fue tan estúpidamente precioso que el corazón de Naruto no dejaba de saltar.

Era como un paralelismo a aquella vez en que se conocieron siendo unos niños rebeldes que prácticamente anhelaban algo de atención.

—¡Es muy lindo, ttebayo! —él prometió con un nudo en la garganta.

Nunca fue alguien que se tragara las palabras, él hacia y decía todo lo que creyera correcto, pero cuando se trataba de Tsuki era jodidamente difícil el solo hecho de respirar cerca de ella.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 - Uzumaki Naruto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora