𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 - Uzumaki Naruto.

treinta y uno

"Hasta luego, Konoha."

Tsuki podía matar, degollar y masacrar a una docena de personas en segundos. ¿Entonces por qué sus manos temblaban ahora?
Tal vez porque Naruto solo paraba sus golpes, no hubo un contrataque únicamente defensa. Porque si, efectivamente la habia seguido hasta el valle del fin.

Por su cabeza paso fugazmente la idea de que Itachi tuvo que acabar con la vida de Izumi, ¿Cómo lo hizo? Todo su cuerpo amenazaba con colapsar en cualquier segundo si volvía a atacar.

El Uzumaki se sintió masoquista. Las estatuas de Hashirama y Madara dividan al cuarteto. Los choques de poder, patadas, insultos e incluso una parte de la conversación de sus hermanos mayores se escuchaba del otro lado.

En contraste, ellos solo podían mirarse llenos de pregunta, frases repetitivas y no formuladas. Sus mentes solo podían ver palabras, no oraciónes.

Los fríos ojos onix de Uchiha analizaron a quien se supone que era su oponente, no podía moverse daba igual cuanto intentará dañarlo, no podía hacerlo, su cuerpo se negaba a hacerlo, su cuerpo y su mente.

"Vamos, vamos. No puedes irte y dejarne a mi suerte." Pensaba él aun a sabiendas de que ella no podria escucharlo.

Ninguno de los dos sabía que hacer, el silencio era incómodo. Raro por que ellos nunca se quedaban callados.

Ella intentó encontrar las respuestas en sus dolidos y tristes ojos azules.
Él quería saber como era que todo estaba a punto de terminar.

Tantas cosas que quería decir, tantas palabras que les faltaban. Como un libro nunca terminado, con un perfecto inicio pero un desarrollo confuso y un final inconcluso.

Estaban en un lugar vacío y el silencio iba a matarlos, pero aun así querían saber si el dolor que sentían era mutuo. ¿Cuando se había ido todo por la borda? ¿Ya no había tinta para escribir su historia? Ya no habría un siguiente capítulo ¿Verdad?

Y si todo tenia un punto final ahí, ¿Como contarían su historia? Ni siquiera querían saber si ese era el final.

Naruto pudo jurar que nunca en su vida escucho un silencio tan ruidoso. Ese era el problema, ni era un silencio por que su cabeza no paraba de dar vueltas preguntándose lo mismo.

Tsuki por un momento quiso estar en la posición de Sasuke y pelear con Jin.

Ambos querían olvidar todo de sus mentes y simplemente mantenerse flotando aferrados a esa tarde en el muelle. Todo estaba a punto de derrumbarse, una palabra más, un segundo más, cada cosa podria destruirlo todo. Y ninguno sería capaz de salvarlo.

¿Alguna vez fueron capaces de hacerlo?

—No puedo quedarme... —Fue ella quien rompió el silencio. —No soy alguien a quien tu puedas querer.

—¡Lo haré...! —Respondío de inmediato. —Lo hago.

—No lo entiendes, Naruto. Tu eres un ángel comparado a mi. Mis manos están manchadas de sangre, mi vida entera es una mentira. —Escupió. —Yo soy una mentira.

—¡No me importa! ¡Incluso si me haces daño yo...!

Sus ojos miraron el agua debajo de sus pies. —Naruto...  No puedes querer a alguien que no se quiere a sí misma.

Incluso a la distancia ella pudo escuchar como su corazón dejaba de latir un milisengundo.

El chakra de Sasuke aumentó de un momento a otro y la sensación de poder invadió todo el lugar, era como sentirse una hormiga en un parque lleno de dinosaurios. El de Jin era irregular pero destilaba poco control.