𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 - Uzumaki Naruto.

veintiuno

"Tsuki vs Gaara"

Botas negras ninjas hasta arriba de la rodilla, mallas de red y vendas enredadas en la parte superior de su muslo, varios kunais peligrosamente afilados.

Usaba una falda ajustada lila, una que ella había diseñado la noche anterior a falta de más ropa para pelear. Con ayuda de una shuriken (puesto que fue lo primero que encontró) cortó dos aberturas que dejaban al descubierto sus piernas, para la parte superior usaba una blusa de cuello largo negra. Y para completar unas mangas del mismo color, dando el aspecto de que todo era una sola prenda. Sus hombros quedaban al descubierto, aunque le gustaba ese estilo.

—¿Entonces, Naruto ganó? —Se preguntó a si misma, aun no llegaba al campo de batalla. Se había quedado dormida y prefirió llegar hasta la hora estimada de su pelea.

Que era... ¡En cinco minutos!

Corrió lo más rápido que pudo hasta la arena de combate, y de forma impresionante, cayó con gracia de las gradas donde se encontraban aquellos que fueron a ver ese combate.

—¡Tsuki-chan...!

—Vaya, al final si vino. —Shikamaru estaba en la arena de combate, no tenía puesto su típico chaleco solo.

—¿Y tu eres?  —El jounin espero que le diera su nombre.

—Lamento mucho la espera, yo soy Uchiha, Uchiha Tsukikari. —Respondío mientras ataba su cabello con una pequeña liga en una coleta baja.  Los gritos del público no se hicieron esperar. —¿Aun no me han descalificado?

—Tienes suerte, niña. El hokage adelantó algunos combates para que tu y el otro Uchiha alcanzarán a participar. —Mencionó.

—Gracias. —Se giró para observar a sus amigos, ambos tenían rasguños en sus caras. —¿Entonces ganaron?

Las mejillas del rubio se riñeron de un rojo apenas visible, la nueva ropa le sentaba muy bien.  —¡En efecto! Shikamaru se rindió pero yo si gane. —Explicó con rapidez.

—Ya veo, entonces. Naruto... —Llamó. —Si Jin-san y Sasuke también se van a enfrentar, entonces creo que lo correcto sería ganarle a ese tipo de allá. —Apuntó con la mirada al pelirrojo.

—Asegúrate de hacerlo, Tsuki-chan. No pierdas, porque quiero ver lo mucho que has mejorado.

—Entendido, niño rubio. —Golpeó levemente su hombro.

—¡Vamos Tsuki-san, tu puedes hacerlo! —La voz de Lee le llamó la atención entre todos los chicos que la aclamaban.

—Suerte, Tsukikari. —Deseó el Nara.

—Bien Gaara, ven acá abajo. —Ordenó el mayor.

—Vámonos, Naruto. Ellos no nos necesitan. —Y con ello el flojo empezó a alejarse. —Vámonos, y en esta ocasión voy a tomar las escaleras si no te molesta.

—¡Oye amigo! ¿Sigues molesto por el pequeño empujoncito? Deberías estar agradecido. —Corrió detrás del otro no sin antes guiñarle un ojo a la azabache.

Unos minutos después de retirarse el niño de la arena ya estaba frente a frente con la fémina.

—Bien, finalmente estamos aquí. —Anunció Genma.

Los ojos de la niña se tornaron más oscuros de lo que suelen ser y su expresión de odio puro podría extremecer a cualquiera.

—Las reglas son las mismas que en los preliminares, el combate continuará hasta que uno muera o se retire. Si creo que hay un claro ganador, detendré el combate, pero yo tomaré esa decisión. —El shinobi de Suna comenzó a reír.