060; Gracias, Obito.

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"Gracias, Obito".

La presión en ese lugar literalmente era de otro mundo. Tsuki sintió como su cuerpo pesaba millones de kilos más; ni siquiera podía ponerse de pie. Aunque era cierto que Kaguya también estaba en el mismo estado.

Por inercia, Naruto tanteó el suelo puntiagudo con la intención de tomar la mano de su compañera. Él estaba de espaldas a la enemiga, pero no intentó girarse; su único instinto era poner a salvo a la azabache.

—¡Naruto! ¡Tsuki! ¡Cuidado!

Ella alzó la mirada por el llamado de su maestro. Sus ojos no estaban preparados para responder y quemar los clavos que se aproximaban. El rubio no podría esquivarlo; su posición no era favorable. Entonces, aun con las manos entrelazadas y haciendo uso de toda su fuerza física, la Uchiha logró "levantarse" parcialmente para dejarse caer sobre el cuerpo del contrario.

De ese modo, el arma pasó sobre sus cuerpos acostados. Naruto solo atinó a retorcerse por los azulejos puntiagudos que se clavaron en su espalda a la par que sostenía la cintura de su compañera.

Ootsusuki sonrió con dificultad cuando el cuarteto esquivó su primer ataque, ya no podrían con el segundo. De sus palmas volvieron a salir más clavos, justo cuando la Uchiha había logrado sentarse sobre el abdomen de su amigo, creando una pose que no sería muy bien vista en otras situaciones.

Las barras se dirigieron a cada uno individualmente; ninguno tenía la energía o la ventaja para lograr evitar el impacto. Tsuki analizó la situación por una milésima de segundo, una gota roja cayó sobre el rostro de Naruto. Un par de llamas blancas mal disparadas salieron de sus ojos, e intentó apuntar a los clavos que se dirigían a sus tres compañeros.

—¡No lo permitiré!

—¡No, no lo hagas!

Ante su mirada, Obito se colocó frente a ellos dos y recibió el impacto que ella no había derretido y que precisamente acabaría con su vida.

El mundo pareció pararse. Vio cómo la punta afilada manchada de sangre atravesaba de lado a lado el cuerpo del albino.

—Obito, tú... —Hatake tenía una expresión de puro asombro pues él también estuvo dispuesto a sacrificarse por sus otros dos alumnos. Sin embargo, solo una barra se derritió; la otra no estaba. En su lugar, solo había rastros de un espiral.

—Kakashi, quédate aquí por ahora. No quieres venir enseguida. —El hombre jadeó.

—¿Por... qué? Los dos estábamos preparados para...

El cuerpo de Obito empezó a cuartearse poco a poco.

—¿Por qué hacerlo por un inútil como yo?

—Deja eso y concéntrate en el enemigo, Kakashi. —El de sharingan regañó a su amigo.

Las palabras que Tsuki había estado reteniendo en su garganta finalmente salieron.

—¡¿Por qué?! ¡Ninguno de ellos iba a morir, Obito! ¿Por qué renunciar a tu vida por nosotros?

Naruto intentó ayudarla a levantarse porque la gravedad hacía mil veces más pesado cualquier cuerpo y él comenzaba a sentirse sofocado. A duras penas, ella se quitó del cuerpo de su compañero. El Uzumaki tocó la espalda del Uchiha para intentar curarlo como antes había hecho con Guy.

—Es inútil intentarlo. —Zetsu afirmó desde dentro de la manga de su "madre". —Ya está acabado, Naruto. ¡Morirá como la escoria que es!

—¡Cierra la boca! —Jin gritó. —Tú no...

—Déjenlo, chicos. Tiene razón. Naruto, no malgastes chakra.

—¿Y por qué lo apoyan? Antes era su enemigo, ¿no? —La masa oscura inquirió. —Aunque bueno, también nos traicionó a nosotros. Es escoria, se mire por donde se mire. Aliados y enemigos lo odiarán por igual.

—Cállate. —Volvió a decir la rubia. —Un imbécil como tú ni siquiera tiene derecho a hablar.

—Es verdad. —Obito volvió a confirmar las declaraciones del contrario. —Es tal y como dices, merezco la muerte por mis crímenes.

Naruto apretó los dientes. Su hermana se retorció de odio al lado de Sasuke, cuyos poderes oculares funcionaban nuevamente. Este último, sin perder tiempo, se transportó hasta el frente de su enemiga con un chidori brillando en su mano. Su entorno cambió volviendo a estar en la dimensión anterior, aquella llena de rocas y un cielo verdoso.

El Uchiha menor avanzó mientras su aura morada desprendía confianza; Jin se posó a su lado.

—Naruto, Tsuki, esta vez nosotros seremos la carnada. —Afirmó el azabache. —No pueden salvarlo, vengan. —Al no encontrar afirmativa o negativa en los ojos de cualquiera, el gran susanoo se dejó ver. —Saldremos nosotros primero.

Por encima se les pudo ver a ambos.

—Maldita sea... Maldita sea... ¡Maldita sea! —Naruto exclamó de impotencia.

Las ganas de llorar se acumularon en Tsuki; sus ojos picaron a la par que el cuerpo del adulto se convertía en cenizas.

—No pasa nada. —Obito dijo mirándolos a ambos por encima de su hombro. —Gracias, Naruto, Tsuki.

—N-No... Tú no...

—Naruto, al luchar contra ti, sentí como si algo se despertara. —Confesó fijando su mirada en el suelo. —Cuando te veía, se sentía como si me viera a mí de pequeño. —Sonrió débilmente no sintiendo ninguna parte de su cuerpo. —Me arrepiento de terminar así. Entonces quiero pedirte algo, Tsuki.

Ella rápidamente se colocó delante suya para prestarle atención. —Por supuesto, lo que quieras.

—Tsuki, cuando te vi preocupándote por todos a tu alrededor exceptuándote... Fue como revivir a Rin. —Ni siquiera sabía quién era Rin, pero no dudó en escucharlo. —Ella solía preocuparse por que yo siempre estuviera bien, como tú con Naruto. Ella confiaba en que yo sería un gran Hokage. ¿Sabes? Ni inviertas los papeles. —La Uchiha lo miró directamente a los ojos con sorpresa. —No te conviertas en esto, ¿sí? No dejes que Naruto sea tu Rin... —Soltó una triste risa. —Imagino que es porque estoy acabado, pero no puedo dejar de hablar.

—Obito... —Kakashi habló.

—Probablemente ustedes dos sufran mucho de aquí en adelante, pero... Manténganse juntos. Son un dúo maravilloso, serían una increíble pareja. No cambien y... Mantén ese camino del que me hablaste, Naruto.

—Gracias, Obito.

—¡Sé que serás un gran Hokage con una gran chica a tu lado, Naruto!

Sin poder contenerse más, Tsuki se lanzó a sus brazos, que apenas lograron sostenerla un segundo antes de volverse cenizas. Las lágrimas brotaron de los ojos de la fémina.

—Obito... Tu sacrificio no será en vano.

𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐑𝐀𝐈𝐍 - Uzumaki Naruto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora