-the game starts.

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Los primeros rayos del sol se filtraban a través de las cortinas de seda, llenando la lujosa sala de estar de Stella con una luz suave y dorada

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Los primeros rayos del sol se filtraban a través de las cortinas de seda, llenando la lujosa sala de estar de Stella con una luz suave y dorada. El aroma fresco del café recién hecho flotaba en el aire, mezclándose con el suave murmullo de los pájaros en el jardín de enfrente.

Stella nos recibió con una sonrisa forzada cuando Mason y yo entramos, sus ojos reflejaban la gravedad del asunto que nos esperaba. Lando ya estaba allí, sentado en el sofá de terciopelo azul marino, lucía como si estuviera tratando de ignorar mi repentina presencia.

Era el amanecer de un nuevo día, pero el sol no logra disipar la sombra del encuentro pasado con el piloto que aún persistía en mi mente.

Ese día hubo un momento de silencio tenso, como si ambos estuviéramos sopesando nuestras palabras y nuestras opciones antes de lanzarnos al abismo.

Cada vez que nuestros ojos se encuentran, hay un destello de algo más que no puedo describir. Un resentimiento apenas contenido, una frustración que amenaza con salir a la superficie en cualquier momento y estallar.

—De acuerdo. —comenzó Stella, su voz resonando en la habitación con autoridad, e irrumpiendo mis pensamientos. —Necesitamos tener una conversación seria.

Su tono era firme pero no amenazante, como el de alguien que sabe lo que está haciendo, pero no está dispuesto a tolerar tonterías. Su piloto y yo intercambiamos una mirada rápida, compartiendo una comprensión silenciosa de la gravedad de la situación. Sabíamos que esta reunión no sería fácil.

—Las últimas semanas han sido... interesantes. —continuó la mujer, su ceño fruncido con preocupación mientras se sentaba frente a nosotros. —Pero parece que nuestro pequeño arreglo no está funcionando como esperábamos.

Los rayos del sol matutino bañaban la sala con una luz tenue, iluminando los detalles finos de la decoración elegante y dándole un aire de tranquilidad a la escena. Era como si estuviéramos en un mundo aparte, separados del caos del mundo exterior por un breve momento.

—Todas las redes sociales están llenas de especulaciones sobre su relación.

Fruncí las cejas con confusión.

—¿No es eso lo que queríamos lograr?

La mueca de Mason, aunque sutil, fue suficiente para sacudirme de mi confianza momentánea.

Sus ojos transmitían una mezcla de compasión y preocupación, como si estuviera a punto de decirme algo que sabía que no quería escuchar. Y en ese momento, me di cuenta de lo equivocada que parecía estar.

—No es el tipo de especulaciones que queríamos, Ivy. —explicó con dulzura, su voz resonando en la habitación con una calma que me irritaba más de lo que me gustaría admitir.

Siempre había sido así, siempre tan comprensivo, tan dispuesto a suavizar cualquier situación incómoda con sus palabras tranquilizadoras. Pero ahora, frente a Lando, esa dulzura solo acentuaba mi creciente incomodidad.

Teardrops on my guitar | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora