-cookies and silences.

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Pov- Lando Norris

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Pov- Lando Norris

No había silencio más abrumador que el que se siente ahora, aquí, en casa. Era raro. Acostumbrado al ruido ensordecedor de los motores, al eco constante de las voces en la radio del equipo, o incluso al simple bullicio de mi vida diaria, el silencio de mi propio espacio me resultaba insoportable. Solo el leve tic-tac del reloj en la pared y el zumbido del refrigerador rompían la quietud.

Mis manos descansaban pesadas sobre el regazo, todavía sintiendo el peso de ese maldito volante. Podía cerrar los ojos y revivir el momento exacto en que todo se fue a la mierda. La curva. El muro. Todo sucedió tan rápido, pero a la vez en cámara lenta. Como una película que no quiero volver a ver, pero que está proyectándose una y otra vez en mi cabeza.

Me dejo caer en el sofá, hundiéndome en el acolchado como si eso fuera a amortiguar el golpe de mis propios pensamientos.

La televisión está encendida, pero no tengo ni idea de lo que están transmitiendo. Algo sobre deportes, supongo. No importa. No lo estoy viendo realmente. Solo quería algo de ruido para evitar quedar a solas con la condenada voz en mi cabeza que no dejaba de repetir: "Pudiste haberlo hecho mejor, pudiste haberlo evitado."

Resopló, frustrado.

Podría haberlo hecho mejor. Claro que sí. Pero no lo hice. Y ahora estoy aquí, encerrado en mi propia mente, castigándome por cada pequeño error que cometí en esa maldita carrera.

Muevo los dedos de mis manos. Todavía siento el temblor, como si el coche aún vibrara bajo mi control. O, mejor dicho, fuera de él. No es solo el choque lo que me molesta. Es todo. Es la sensación de que, por mucho que lo intente, nunca es suficiente. Siempre hay algo más que podría haber hecho, algo mejor que debería haber logrado. Los puntos que perdí hoy... no eran sólo números en una tabla. Eran horas de trabajo de todo el equipo, la confianza que me depositaron. Y yo simplemente los dejé caer. Así de fácil.

Siento un nudo en el estómago, ese que aparece cuando piensas demasiado en lo que podrías haber cambiado, en lo que dejaste pasar. Tal vez no estoy a la altura. No importa cuánto me esfuerce, siempre parece que algo falta. Y no estoy seguro de qué es. Solo sé que, en este preciso momento, lo siento. Lo siento profundamente, como una piedra en el pecho que no me deja respirar bien.

Me froto los ojos con la palma de las manos, tratando de borrar el cansancio, la culpa... todo. Pero no es tan fácil. Nada lo es. Incluso cuando sonrío en las entrevistas, incluso cuando hago bromas con el equipo, hay días como este donde siento que no soy suficiente.

Donde me pregunto si lo que hago realmente tiene sentido.

Un suspiro largo escapa de mis labios. Mi cabeza vuelve a caer hacia atrás, apoyándose contra el respaldo del sofá.

No puedo evitar sentir que siempre estoy caminando en la cuerda floja, y cualquier error, cualquier caída, me hace sentir que no pertenezco a este lugar. Que estoy jugando un papel que, tarde o temprano, alguien va a descubrir que no debería estar interpretando. Porque hay mejores, y yo soy tan reemplazable como cualquier otro.

Teardrops on my guitar | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora