UNA ANTORCHA ENCENDIDA EN MEDIO DE LAS TINIEBLAS .

15. SE SIENTE TAN BIEN.

Santa Biblia Reina Valera 1960 - 2 Reyes 9
14. Así conspiró Jehú hijo de Josafat, hijo de Nimsi, contra Joram. (Estaba entonces Joram guardando a Ramot de Galaad con todo Israel, por causa de Hazael rey de Siria;

Apenas dice eso, me comienzo a reír con todas las ganas.

Hoy a Mibsan le dió por hacerse el gracioso.

—¡Deja de bromear y traeme otro pedazo! —le ordeno.

Él asiente en silencio y se va a traerme otro gran pedazo el cual me como con todo el gusto del mundo.

—¿Ahora sí me dirás que carne es? —vuelvo a preguntar.

—ya se lo dije —responde bien serio —es carne humana, para ser más específico es la carne de su sobrino.

Lo miro fijamente para encontrar la gracia a esta broma, pero me doy cuenta de que no es una broma, está hablando enserio.

—¡Mal****, ¿Por qué lo hiciste?! —pregunto queriendo que sea falso.

—por traidor —responde como si nada.

Inmediatamente me extremesco, él no puede estar hablando enserio.

Aunque en su rostro no halla rastro de mentira, tiene que estar mintiendo.

Empuño mis manos esperando a que él se retraté pero no lo hace, solamente me mira con la misma intensidad que yo lo estoy haciendo.

—¿Quiere ver lo que queda de su sobrino? —pregunta.

Saco el arma que tengo en mi cintura, le quitó el seguro y le apunto con ella.

«Dónde esto sea verdad yo lo mató».

«¿En qué cabeza humana cabe algo tan depravado como coser carne humana?».

—¿Dónde está? —pregunto.

Él camina hacia la habitación de tortura y yo lo sigo atento a cada uno de sus movimientos.

Saca las llaves de su bolsillo y abre la puerta.

Apenas entramos siento el olor a sangre fresca, eso me da a entender de que no bromeaba.

—ahí está —señala.

Me acerco para ver mejor y las náuseas se apoderan de mi.

Efectivamente es el cadáver de mi único sobrino.

La persona que tuve más cercana a un hijo.

Él niño que llevaba al parque de diversión, él que me enseñó que es el afecto.

Ahora solo es un cadáver al que le falta un buen pedazo.

Lo peor de todo es que ese pedazo me lo comí yo.

—me disculpo por lo incompleto —habla Mibsan —pero la parte que le falta, fue la que le cociné.

Es ahí cuando me acuerdo que tengo que matarlo, pero no será de cualquier manera.

Trago grueso para evitar que las lágrimas que se han acumulado en mis ojos rueden por mis mejillas.

Él dolor que siento en mi pecho es inmenso.

Lo miro por unos cuantos segundos más antes de proceder con Mibsan.

Tiene rojo todo su cuello, pero aún así no murió ahorcado, veo señales de tortura en todo su cuerpo en especial en...

Me giro a ver a Mibsan con todo el odio del mundo.

¿Cómo se atrevió a hacerle eso a mi sobrino?.

¿Cómo pudo ser tan desgraciado?.