Salmos 5
9 Porque en la boca de ellos no hay sinceridad;
Sus entrañas son maldad,
Sepulcro abierto es su garganta,
Con su lengua hablan lisonjas.—¡Mibsan! —sigo insistiendo mientras trato de abrir la puerta —¡Mibsan!, abre por favor —le exijo.
Ya ni siquiera grita, ahora solo reina el silencio.
Seguí tocando y llamando.
Dice la biblia que uno tiene que ser inoportuno.
Minutos después.
Ya me había cansado de tocar.
Sentí que estaba perdiendo mi amor propio, así que decidí alejarme con el poco de dignidad que me quedaba.
De verdad que Mibsan es todo un desagradecido.
—al menos abre la puerta para que recibas el almuerzo —le digo.
Sigue sin responder.
Es ahí cuando entiendo que por más que insista él no va a salir, así que no tiene sentido quedarme aquí.
Tal vez lo mejor es irme para siempre.
Sé que dije que quería ganármelo para Dios.
Pero va a ser difícil.
Más cuando él no colabora.
Definitivamente así no se puede.
Si quiere que me rinda, pues lo está logrando.
Solo espero no encontrarme con la hermana Alice y que me haga cambiar de parecer.
Me alejo de la puerta súper indignada, bajo las escaleras, voy hacia la cocina y entrego la bandeja.
Las mujeres que estaban ahí me miran confundidas.
—no quiso abrir —les digo antes de dirigirme hacia la salida.
—espere —me llama la chica más joven.
Volteó a verla.
Ella sostiene en sus manos uno de los platos de la bandeja.
—almuerce usted —me dice con amabilidad.
Me quedo mirando el plato y pienso en algo.
Ella divinamente pudo llevar la bandeja arriba.
«¿Por qué me hizo a mí venir por ella?».
«¿Acaso no fue una trampa para sacarme de la habitación?».
«Pero...».
«¿Como?».
Tomo el plato en mis manos y salgo de ahí.
Llegó al comedor y me siento.
Cierro los ojos y comienzo a orar por los alimentos.
—Señor, gracias te doy por el privilegio tan grande que me concedes de almorzar, en esta hora yo te pido que por favor bendigas estos alimentos, también bendice las manos que los prepararon, concédeles la salvación, ruego misericordia por este hogar, también ruego piedad por todas esas personas que duermen en las calles y no tienen la oportunidad de comer un alimento como este, amén y amén —termino de orar.
Abro mis ojos para comenzar a comer.
Sé que Mibsan está bravo conmigo de la nada, pero eso no significa que me voy a afligir, aunque no les voy a negar que su forma de ser conmigo a veces duele.
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UNA ANTORCHA ENCENDIDA EN MEDIO DE LAS TINIEBLAS .
RomanceHombre frío, calculador, lleno de odio, que solo le importa su propio bienestar. es un poco de la descripción de Mibsan, mejor conocido como la bestia, por sus actos de crueldad. ¿Será que un hombre así puede cambiar?. acompañame en esta historia pa...