UNA ANTORCHA ENCENDIDA EN MEDIO DE LAS TINIEBLAS .

37. GUARDAR MI CORAZÓN.

Proverbios 4
23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.

—bueno —dice él rompiendo el silencio incómodo —las invito a orar, yo también voy hacer lo mismo, en contados minutos el culto va a empezar.

—desearía hablar con usted pastor después que él culto termine —dice la hermana Alice.

—así será —responde él antes de marcharse.

—te fuiste muy rápido ayer, —me dice la hermana Alice —ni siquiera te despediste.

—lo siento, —me disculpó —es que no quise interrumpir el momento familiar.

Ella sonríe.

—pero si tú ya eres como de la familia.

Yo rio ante su comentario.

—entremos —le digo.

—ese vestido te queda genial —comenta mientras caminamos.

Horas después.

Luego de despedirme de todos los hermanos voy hacia mi auto en el cual está Darco.

Unos pasos comienzan a caminar a mi lado.

—¿Deseas algo? —le preguntó.

—nop —responde.

—¿Entonces por qué me sigues? —pregunto sin dejar de caminar.

—en realidad si deseo algo —contesta.

Dejó de caminar y lo miro.

—¿Cuando hay ensayo? —pregunta.

—el jueves temprano —respondo y continuo mi caminar.

Salgo del templo y llegó al auto.

Damian sigue detrás de mi.

—¿Que quieres ahora? —pregunto.

Él se rasca la cabeza.

—ash —se queja —¿A quien trato de engañar?, solo quiero andar al lado de mi líder un poco más.

Lo miro por unos momentos y sonrió.

—es que él tiempo ha pasado muy rápido, tu has crecido tanto ministerialmente y mírame a mi aún pequeño —se lamenta.

—pero eres grande de estatura —lo consuelo.

—no es lo mismo. —dice mirando el auto.

—ya sé —finalmente captó su mensaje —¿Quieres transporte gratis?.

—siii —responde —eres tan rica, por tanto tienes que ayudar al necesitado.

Intenta abrazarme pero yo me alejo, no pierde tiempo y se sube al auto.

—carrera cuarta con tercera a una hora de camino, gracias —le dice a Darco.

Creé que es un taxista.

Yo también voy a subir.

—¡¡Hermana Gracia!! —escucho la voz de Sara.

—¿Si? —volteo a verla.

—el pastor la necesita.

—lleva a Damián a su destino —le digo a Darco.

Me dirijo hacia la oficina pastoral y de camino me encuentro con la hermana Alice la cual apenas me ve me sonríe.

—te espero mañana en la casa —me dice.

—pero...—me quedó pensando —si su hijo ya despertó.