UNA ANTORCHA ENCENDIDA EN MEDIO DE LAS TINIEBLAS .

41. ¡NO!.

Lucas 18
4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,

5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.

Lo miro sorprendida ante sus palabras.

—¿Que quiere decir? —pregunto.

—quiero decir que cada quien se busca su destino malo o bueno, aunque hay algunos que lamentablemente no tienen opción, su destino está escrito desde que nacieron.

No contesto nada.

Simplemente lo sigo meciendo y me fundo nuevamente en mis pensamientos.

«¿Que fue lo que realmente pasó?».

Volteo ver a Mibsan cuando esté truena sus dedos frente a mi.

—¿Uumm?.

—leeme la biblia —exije.

—okey, iré por ella.

Voy por la biblia y regreso rápidamente.

La abro en el libro de San Juan capítulo 8.

Estos días no he leído mucho la biblia así que no he avanzado mucho en la lectura.

—vamos a orar para que Dios nos enseñe a través de ella —le digo.

Mibsan asiente en silencio.

Por un momento pensé que iba a rechistar pero no lo hizo.

Cerré mis ojos y comencé a orar.

Narra Mibsan:

Era un día muy hermoso.

No sé si era porque ella estaba ahí, pero todo lo miraba de manera especial.

Siempre había visto este jardín de manera ordinaria.

Pero ahora que ella está, es todo tan diferente.

Es como si de alguna manera todo hubiera cogido más color y brillo.

Definitivamente está chica tenía algo muy especial, algo que yo no quería arruinar.

Por eso quería tenerla lejos de mi.

Pero es una niña terca, la cual no se da por vencida fácilmente.

Incluso lloró en los brazos de mi madre él día que le dije que se fuera.

Aquella vez me dolió tanto hacerlo.

A mí nunca me duele nada.

Soy inmune al dolor debido a mi sufrimiento.

Pero aquella vez tuve que tener mucha fuerza de voluntad para no retenerla conmigo.

Pensé que se iría, pero fue al contrario, se hizo más fuerte y siguió persistiendo.

Si sigue así, creo que no voy a poder soportar.

Creo que terminaré aferrándome a ella.

Y ella no sabe, ni siquiera yo sé hasta dónde sea capaz de llegar donde eso pase.

Jamás en la vida me he enamorado de una mujer.

Me dedico a contemplarla mientras ella cierra sus ojos y comienza a orar.

Supongo que ha de tener muchos admiradores.

Ella es muy hermosa y esa gracia que tiene de parte de Dios, hace que su rostro sea mucho más hermoso.