UNA ANTORCHA ENCENDIDA EN MEDIO DE LAS TINIEBLAS .

48. VISITA.

1 Samuel 18

20 Pero Mical la otra hija de Saúl amaba a David; y fue dicho a Saúl, y le pareció bien a sus ojos.

21 Y Saúl dijo: Yo se la daré, para que le sea por lazo, y para que la mano de los filisteos sea contra él. Dijo, pues, Saúl a David por segunda vez: Tú serás mi yerno hoy.

Narra Mibsan:

Odiaba tener que hacer esto, de verdad que lo odiaba.

Aparentar una buena relación con mi padre, era lo peor del mundo que me podía pasar.

Pero no me quedaba otra opción.

Son las normas que nosotros mismos hemos establecido.

Fares siempre estará para mí sea para bueno o malo, igual yo también tengo que estar para él ya que hay mucho dinero de por medio.

Tenemos negocios separados y negocios unidos.

Además todo lo que tiene que ver con él, aunque me cueste aceptarlo también tiene que ver conmigo así que ni modo.

—espero que sea algo realmente importante —le digo mientras recuesto la silla hacia atrás y cierro los ojos.

—por supuesto que es importante, —contesta —no soy de las personas que les gusta pedir ayuda.

«Eso ya lo sé».

No le respondí nada, más bien hice el simulacro de dormir.

—increible —comenta Fares —hace poco despertaste del coma y todavía quieres seguir durmiendo.

No me hace gracia su chiste.

Ya que por su culpa estuve todo ese tiempo inconsciente.

Lo bueno fue que apenas pude me vengué de la mejor manera.

Horas después.

—ponte eso —me ordena Fares entregándome un smoking.

—no lo voy a hacer —lo provoco.

Por lo visto me quiere usar como su conejo de indias.

Pensé que para estos trabajos mediocres siempre usaba a Zuar, pero me equivoqué.

—lo vas a hacer —me dice aparentemente calmado pero sé que tiene ganas de partirme la cara.

—¿Y que sino se me da la gana?. —río haciendo que la situación se ponga más tensa.

Veamos hasta que punto mi padrecito puede aguantar.

Él pasa una de sus manos por su cabello mientras la otra la empuña.

Yo me preparo para recibir el golpe que nunca llega.

—Mibsan —me llama por mi nombre —no tengo el tiempo para escuchar tus idioteces, además se hace tarde para la reunión.

—okey —lo miró divertido.

Me comienzo a desvestir.

Minutos después.

—cuentamelo todo —le digo entrando al ascensor del hotel para bajar al restaurante del mismo.

Nos encontramos en uno de los hoteles más costosos y lujosos de los Ángeles California.

—quiero conseguir asociarme con Falco —me comienza a contar.

—¡¿Con Falco?! —lo miró incrédulo. —eso es imposible, es bastante legal.