19. TE CONOZCO.

56 3 246
                                    

Hechos 9
3 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo;


Horas después.

Estoy acostado en la cama mirando hacia el techo con la mente divagando.

No sé qué diablos me está pasando, estoy actuando muy extraño, ya no soy el mismo de antes, que no se le daba por nada, ahora hasta me creo un héroe y eso me aterra.

La puerta se abre de golpe y ya sé quién es.

Es Fares el cual me mira como si me quisiera matar, tiene el rostro rojo y su respiración alterada.

Sé perfectamente cuál es la razón de su enojo, si fuera él también estaría lo mismo.

Puedo sentir como la atmósfera se pone pesada inmediatamente, tanto que cualquiera no estaría aquí, en mi caso ya estoy acostumbrado y sé lo que se viene.

—¡Holaaa! —entra Zuar a la habitación con una gran sonrisa —Mibsan, será que me puedes prestar...

Fares carraspea.

Esto sí que era inesperado, ternurita llegando en mal momento.

Apenas ve a Fares deja de sonreír, es como si apenas se percatara de su presencia.

—em...—dice mirándome a mi con pesar porque sabe lo que viene, luego vuelve a mirar a Fares el cual tiene ganas de darle un golpe por interrumpir.—me temo que llegué en un... mal momento, ¿Cierto?.

Fares levanta la mano.

Zuar dio un paso hacia atrás pero luego se revistió de valor.

—usted que me pega y yo que le digo a mi mamá —lo amenaza.

Fares empuña su mano pero no dice nada.

Zuar sale de la habitación silbando.

Yo mientras tanto suelto una risita al ver la actuación de Zuar, por veces se comporta como un chiquillo.

Dejó de reír cuando Fares cierra la puerta de la habitación para que no seamos más interrumpidos.

Sigue mirándome con ganas de matarme.

Da grandes pasos hacia mi cama y me levanta del cuello de la camisa, luego me estampa contra la pared.

A pesar de ya tener sus años, se mantiene fuerte.

Yo río ante su actitud mientras él quiere ahorcarme.

—¿Que pasa Fares? —sigo sonriendo de manera sarcástica —¿Acaso hice algo que te molestó?.

Él me aprieta mas el cuello.

Yo por mi parte no hago resistencia, más bien lo dejo a ver hasta donde es capaz de llegar, matarme no puede.

—¡Eres un completo idiota! —me da un golpe en el estómago sacándome el aíre. —¡Te desconozco totalmente, ¿Como pudiste salvarle la vida a la hija del causante de nuestra desgracia?!.

No respondo nada.

Pero él tiene razón solo un idiota hace lo que yo hice.

Aún así no pienso darle la razón, no de ninguna manera.

—haga lo que haga, eso a ti no te incumbe —contesto safandome de su agarre. —es mi problema si la dejo vivir o morir.

Levanta su mano con la intención de golpearme.

Esquivo su golpe.

—¡No eres nadie! —le digo mientras sonrió de manera siniestra —¡Nadie, es nadie como para que quieras golpearme!.

UNA ANTORCHA ENCENDIDA EN MEDIO DE LAS TINIEBLAS .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora