Proverbios 27
5 Mejor es reprensión manifiesta
Que amor oculto.Abro mis labios para reclamar, pero al final me quedo en silencio.
—fui por tu bolso al jardín y tú biblia sobresalía así que la tomé —me da una explicación como si hubiera entendido mis intenciones.
—no pensé que leyeras la biblia —comento.
—en realidad no soy amante de la lectura, pero nací en un ambiente cristiano, en dónde si o si se leía la palabra, incluso hasta ahora mi madre nos hace hacer el devocional en familia. —me cuenta.
—eso es bueno —sonrio.
—si tu lo dices —contesta sin dejar de ojear la biblia.
«Dios mío, ten de él misericordia».
Oro mentalmente.
De verdad que él es un alma que necesita mucho de Dios.
Comienzo a intentar levantarme de la cama.
—no lo hagas —habla Mibsan fijando su mirada en mi —te dolerá si te mueves.
Pone la biblia en mi bolso, luego toma una taza que está en una pequeña mesita y me la entrega.
La tomo en mis manos y por su aroma percibo que es una aromática.
—toma —me dice —te hará bien para los cólicos.
Yo asiento en silencio y acerco la tasa a mi boca.
Una pequeña sonrisa aparece en mis labios.
Se siente tan bien que alguien se preocupe por uno y lo cuide.
Tal vez el lo hace porque soy su doctora, aún así se siente demasiado bien.
Es como si de alguna manera hubiera captado su atención y eso hace que me sienta importante.
Además aparte de mi primo, es la siguiente persona que me cuida sin interés.
Las empleadas de mi casa también lo hacen, pero es porque reciben un salario.
En cambio Mibsan no.
A menos que me lo descuente del salario luego.
Le doy un sorbo a la bebida y está perfecta.
—¿La hermana Alice? —pregunto.
Se me hace extraño que ella no se halla dado cuenta de lo que me pasó, porque si lo supiera estaría aquí.
—no está —responde Mibsan —justo hoy le dio por pasar un día de madre e hija con Annie, así que lo más seguro es que en este momento estén de compras en algún sitio comercial.
—tienes razón —sonrio —justo hoy.
Mibsan me sonríe de vuelta.
Lo hace de tal manera que mi corazón parece dar un vuelco.
Inmediatamente desvío mi mirada hacia otro lado mientras me concentro en tomarme la aromática.
—te dejó para que descanses un poco —dice poniéndose de pie.
Miró la hora en el reloj de mi muñeca y me doy cuenta que ya son prácticamente las cinco de la tarde.
—tengo que irme —me comienzo a levantar.
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UNA ANTORCHA ENCENDIDA EN MEDIO DE LAS TINIEBLAS .
RomanceHombre frío, calculador, lleno de odio, que solo le importa su propio bienestar. es un poco de la descripción de Mibsan, mejor conocido como la bestia, por sus actos de crueldad. ¿Será que un hombre así puede cambiar?. acompañame en esta historia pa...