45. ELLA NO TIENE LA CULPA.

70 6 254
                                    

2 Reyes 14
5 Y cuando hubo afirmado en sus manos el reino, mató a los siervos que habían dado muerte al rey su padre.

6 Pero no mató a los hijos de los que le dieron muerte, conforme a lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, donde Jehová mandó diciendo: No matarán a los padres por los hijos, ni a los hijos por los padres, sino que cada uno morirá por su propio pecado.





De repente pone su mano sobre la mía haciendo que me ponga super nerviosa.

Mi cuerpo inmediatamente reacciona ante su tacto suave.

Su mano calida sobre la mía.

Siento cosas que jamás había llegado a sentir.

Es como una sensación de...

De...

No sé cómo explicarlo.

Es como un cosquilleo o algo así.

Intento apartarme pero él no me lo permite.

Toma el aparato de escuchar en sus manos y lo pone en mi corazón.

Puedo escuchar mis latidos super acelerados debido a los nervios que estoy sintiendo.

—es lo mismo que a mí me pasa —me dice.

No sé cómo le hice pero me aparte de golpe.

Él me da una media sonrisa, se pone de pie y sale de la habitación dejándome la cabeza hecha todo un caos.

Apenas quedó sola comienzo a tratar de asimilar todo lo que pasó.

Trago grueso y procuro calmarme.

No sé que es exactamente lo que me pasa con él, pero tengo mucho susto en este momento.

Quisiera salir corriendo pero me propuse finalizar el mes con tal de ganarme esa alma para Dios.

Pero ahora siento que estoy corriendo peligro.

Me pongo de pie, voy hacia el baño y me encierro.

Comienzo a echarme abundante agua en el rostro.

Me veo en el espejo y estoy totalmente ruborizada.

No entiendo porque me dijo eso sí me odia y no quiere que esté aquí.


Minutos después.

Finalmente he podido calmarme, ya me siento mejor.

Después de estar como un tomate de roja, finalmente volví a mi color normal.

Y después de pensar y más pensar encerrada en el baño de Mibsan.

He llegado a una gran conclusión.

Ni siquiera sé porque le dí tantas vueltas al asunto.

Mibsan solo estaba bromeando conmigo y yo como tonta le creí.

Estoy tan indignada conmigo misma.

Además por nada del mundo él me puede llegar a gustar a mi, ya que somos muy o mejor aún, demasiado diferentes.

No somos para nada compatibles.

Salgo del baño con un nuevo pensamiento.

Miro a mi alrededor.

«¿A dónde iría Mibsan?».

En fin.

Me siento en el sillón de siempre, saco mi biblia y comienzo a leer.

UNA ANTORCHA ENCENDIDA EN MEDIO DE LAS TINIEBLAS .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora