16. Cena de confesiones.

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Al salir del trabajo fui a casa, eran las 6:23 p.m de la tarde. Venía escuchando muy tranquilamente música, estaba oscureciendo, recibí una llamada.

Como mi teléfono estaba conectado al auto aprete un botón del volante para contestar la llamada. Vi en la pantalla del auto que decía "Levi" y me puse nerviosa.

-¿Ya llegaste a casa?

-No, aun estoy en camino- Respondí.

-¿Te importa si voy a cenar contigo?- Dice.

-Claro que no, puede venir con gusto.

-¿Te parece bien a las 9:30?

-Me parece perfecto. -Respondí.

-Te veo luego entonces.

Colgó y yo me puse tan feliz de poder cenar con el, sonreía como tonta. Me apresure a llegar casa para poder preparar todo.

...

La casa no estaba sucia, solo era cuestión de acomodar la sala y cosas pequeñas como esa. Abrí la puerta corrediza para ir al patio trasero, limpie la mesa de afuera y ahí cenariamos los dos.

La grandiosa vista al mar lo hacía todo mejor, el aire era algo fuerte pero nada que molestara. Coloque un mantel y limpie el césped con una sopladora.

Amaba mucho limpiar, disfrutaba cada tarea que realizaba. Limpie las sillas y encendi las luces que rodeaban al patio. Era una tira de focos que había comprado como decoración, estas estaban por todo alrededor del espacio.

La cena estaba lista, solo faltaba arreglarme yo, había tomado una ducha y me había secado el cabello. Subí las escaleras y entre a mi habitación.

¿Que sería bueno ponerme?

Escogí una falda parecida a las que llevó al colegio y me coloque encima un suéter. En realidad no era algo tan formal como para arreglarme tanto.

Quería mostrarme normal y no tan exagerada, peine mi cabello con unas ondas en las puntas y lo coloque a los costados de mi cuello.

Estaba descalza y para no estarlo por completo me coloque unas calcetas cómodas. Escuche el timbre y supe que era el.

Baje corriendo, inhale y exhale y abrí la puerta, ahí estaba el. Con su camisa de trabajo y su corbata, parecía recién salido del trabajo.

-¿Se quedó hasta tarde? -Pregunté.

-Si, tenía algunos documentos por pasar a la laptop.

-¿Por qué no me pidió ayuda?

-Porqué ese no es tu trabajo.

El se me quedo viendo como si estuviera esperando algo, yo aún no me quitaba de la puerta. Sus ojos me penetraban por completo.

-¿No piensas saludarme ni dejarme pasar? -Dice.

-Oh cierto. -Me acerque a el y deje un beso en su mejilla y me hice a un lado para que pasará al interior de la casa.

-Tienes los labios húmedos. -Dice limpiando su mejilla.

También los otros.

❝ Nudes | Levi Ackerman ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora