14. Dejando sola a la presa.

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『  Jane  』

No podía creer lo que estaba haciendo, lo que sentía. Me gusto tanto tocarme, había gemido de placer, ¿Esto era real?

Estaba en una oficina donde cualquier persona del personal podía entrar y verme aquí. Lo mejor de todo era qué ya no me sangraba la nariz, por más que pensaba en cosas lascivas no me sucedía nada.

Me sentía extraña, muy extraña. Sentía un millón de sensaciones, solo quería tocarme de nuevo, mordí mi labio inferior y baje de la mesa. Cerré la puerta con seguro y cerré las cortinas de las ventanas.

Después de eso volví a sentarme en la mesa abriendo mis piernas con cuidado y mientras mis piernas temblaban comencé a tocar por encima de mi ropa interior.

Aprete mis ojos y lo deje salir. Un gemido salió de mis labios, comence a acariciar suavemente, mis piernas no paraban de temblar. Sentía algo escurrir en mi interior, algo mojar mis bragas.

Trague saliva y continúe gimiendo, me encantaba la sensación de mis dedos tocando esa parte tan sensible para mi. Lentamente quite mis bragas y cayeron al suelo, volví a abrir las piernas y comencé a tocar de nuevo.

Ahora la sensación era aún más placentera, sabía que estaba gimiendo muy fuerte pero no sabía porque no podía parar. Sentía el clítoris tan hinchado que comencé a frotarlo, mis gemidos se hicieron más agudos cuando frote esa zona.

Mis piernas se querían cerrar y me temblaba todo, era un dolor tan delicioso. Me quejaba del dolor que sentía, quería gritar pero sabía que haría un escándalo.

En mi mente solo había una persona, era Levi. No sabía porqué lo tenía en mente habiendo tantos chicos en mi círculo social.

Heche mi cabeza para atrás y me apoyaba en la mesa con una mano mientras con la otra seguía acariciandome sin parar. No quería gemir, tenía tanto miedo de ser escuchada o descubierta.

Pero sentía tanta adrenalina que no podía contenerme y dejar salir mis sonidos, mi vagina expulsaba demasiados fluidos que deje un charco en donde estaba sentada y poco se desbordaba hasta el suelo.

Toque un punto del clítoris que me hizo gritar, sentí de todo en ese momento. Sentí escalofríos y mi espalda de curveo, de pronto sentí esa sensación de alivio y un chillido fue expulsado de mis labios. Escuche agua caer al suelo, había expulsado demasiado y me sorprendía eso.

Respiraba rápidamente observando el desastre que había hecho, una vez me relaje baje de la mesa aún temblorosa, sentía mi estómago revolotear. Mi ánimo había cambiado por completo.

Junte mis bragas y las metí al bolsillo de mi sudadera, rápidamente me apresure a limpiar todo demasiado bien y coloque aromatizante para que el olor de mis fluidos no se impregnara.

Una vez limpia la sala de juntas salí de ella, fuí directamente al baño a limpiarme y a cambiarme de ropa interior. Trate de bajar lo rojo de mi rostro con agua y estaba funcionando, con una toalla húmeda desechable limpiaba mi entrepierna.

Quería que todo se viera normal, salí del baño y subí por el elevador hasta mi oficina para ir por mis cosas. Pero vaya sorpresa, en el pasillo yendo a mi oficina me tope a Levi saliendo de la suya.

—¿No te has ido? –Preguntó con seriedad.

Negué con nerviosismo mientras lo miraba a los ojos, tenía unos ojos tan profundos y atrayentes. El me miraba de otra forma a como comúnmente lo hacia, era más ¿Relajada?

❝ Nudes | Levi Ackerman ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora