❝ Nudes | Levi Ackerman ❞

39. Follar es follar.

𝓛𝓮𝓶𝓸𝓷 +𝟏𝟖

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Abrí los ojos y todo estaba nublado aun para mi, lo único que miraba era un techo blanco brillante. Gire mi cabeza y un porta suero estaba al costado de mi camilla, tenía un catéter en el brazo y en uno de mis dedos un pulsioxímetro.

¿Estoy en el hospital?

¿Qué fue lo que pasó?

Lo más importante, ¿Mi bebé?

Gire la cabeza al otro lado, una mesita con demasiados arreglos florales y peluches hermosos, también estaba Erwin a unos cuantos metros junto a Rachel. Ella lo abrazaba de forma reconfortante y el parecía sollozar en su hombro.

Me preguntaba cuanto tiempo había estado aquí y de esta manera. Rachel me miro despierta y sonrió de forma esperanzada, ella tocó la nuca de Erwin y ambos se vieron a los ojos, ella con la cabeza apuntó hasta mi y el volteó a verme.

Sus ojos estaban hinchados posiblemente de lo mucho que había llorado, el se acercó a mi y me abrazó como nunca lo había hecho.

-Mi enana...

-Ce-ejotas. -Mi garganta estaba seca y no hablaba muy bien que digamos.

Mientras Erwin me abrazaba la puerta de la habitación hospitalaria se abrió y entró el doctor y detrás de él, Levi. No podía creer que el estuviera aquí y más estando en la misma habitación que Erwin.

Cuando Erwin se separó de mi decidí hablar-¿Qué fue-e lo que me p-pasó?

El doctor parecía encontrar las palabras correctas para decirme lo que me había sucedido, finalmente suspiro y su expresión no era muy buena que digamos.

-Tuviste un aborto espontáneo, lamentablemente.

Mi mandíbula se apretó y mis ojos comenzaron a inundarse de lágrimas. A pesar de qué ese bebé no era deseado, me dolía. Porque estuvo dentro de mi, viviendo por un período corto pero lo suficiente para encariñarme.

-Yo estaba cuidando mi embarazo...

-Jane, ésto no depende de cómo cuides el feto. Se debe a la mala formación de el y eso es algo que simplemente no se puede alterar ni prevenir, son cosas que comúnmente suceden.

-Pero...

-Jane, no hay peros. El feto ya estaba muerto, pudiste haber perdido la vida tu también. -Me quedé en silencio con el nudo en la garganta.

El doctor comenzó a examinar mis signos vitales en silencio, todos mirándome con preocupación.

No quería mostrarme débil frente a ellos pero era inevitable, Levi me miraba desde la puerta y tenía una expresión diferente a la que normalmente demostraba. Se miraba dolido, como si el también hubiera querido a ese bebé.

-Doctor ¿En cuanto podemos dar de alta a Jane?

-La podemos dar de alta hoy, pero es preferible que se quede hasta mañana para prevenir algo desagradable.

El doctor salió de la habitación ahora sólo estabamos los cuatro, todos mirándome a mi.

-Ahora si, Jane. Me explicaras todo. -Dice Erwin seriamente.

-Erwin, acaba de despertar, no la preciones.

-Rachel, no me trates como si fuera el malo. Solo quiero saber porqué me ocultó la verdad.