❝ Nudes | Levi Ackerman ❞

19. Bulimia.

『  Jane  』

Yo me sentía tan mal los siguientes dias, habían pasado muy rápido. Aun no podía creer lo que me sucedió y con el chico del cual estuve enamorada durante mucho tiempo.

Levi me había dado permiso de faltar al trabajo y hacerlo en casa, también me estuvo llevando a terapia. Fue algo lindo de su parte y estaba agradecida con el. Si no hubiera sido por esa insistencia en enviarle mi ubicación no se que cosas me hubiera hecho el degenerado de Floch.

Nunca me imaginé que el me hiciera algo así aún sabiendo lo mucho que confiaba en el. También me sentía mal por haber involucrado a Levi en eso, el padre de Floch quería demandar a Levi por golpear a su hijo.

Eso antes de saber las causar del porque llegó todo golpeado a su casa. Recibí disculpas de parte de la familia Forster y ellos mismos se aseguraron de que no hubiera ninguna nota en el periódico y que lo sucedido en ese motel fuera total discreción para no perjudicar ninguna de las tres familias.

En este momento estaba acostada en mi cama con mi laptop a un lado, tomando mi clase por videollamada. Obviamente con la camara y el micrófono apagados.

Chateaba con Erwin un poco, el también estaba al tanto de todo lo sucedido y casi estuvo a punto de regresar de Canadá hasta acá solo por mi.

Yo lo detuve y le explique que no era necesario y que yo estaba bien, solo permanecería en casa un tiempo.

Escuche la puerta de la casa abrirse, sabía que era Levi ya que era en único que tenía llaves de está casa. Pero comencé a escuchar una voz femenina. Me dio igual y seguí escuchando al profesor dar la clase.

Escuche que alguien tocó la puerta de mi habitación, solo dije "Adelante" y vi a Levi abrir la puerta.

El tan rápido como entró poso su mirada en el techo el cual estaba tapizado de espejo.

—¿Porque tu techo tiene espejo? –Pregunto extrañado.

—La casa ya lo tenía. –Respondí.

El fruncio el ceño y se sentó en la cama, observaba mi habitación con atención.

—Me sorprende que seas tan limpia a tu edad ¿Sabes?

—Todos dicen lo mismo. –Respondí.

—¿Como te sientes? –Preguntó poniendo una mano en mi pierna.

—Bien. –Respondí.

—Cuando termines tu clase bajas a comer ¿De acuerdo? –Dice tan serio como de costumbre.

Asentí, el se levantó y salió de la habitación dejándome de nuevo sola. Me envolvi aún más en la cobija mientras escuchaba al odioso del profesor.

—Bueno, chicos. Eso es todo por hoy, hasta mañan- El tiempo de la reunión se había agotado y el profesor ni siquiera había logrado terminar lo que diría.

Apague la laptop y me tape por completo con la calida cobija. Pero recordé que Levi estaba allá abajo con quien sabe quién esperandome.

Me destape y me levante de la cama, fui directamente al clóset para buscar ropa y ducharme.

...