28. Matthew.

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Matthew Marchand:

Nara Zimmerman, la chica que apareció en mi vida como un rayo. Cambiando todo mi mundo.

Desde el momento en que la ví sentí algo que simplemente no se puede explicar con palabras.

En la universidad se habían corrido rumores sobre una chica hermosa que parecía de otro mundo, creí que eran un poco exagerados. Pero en el momento en que la ví los comprendí. Todos tenían razón, era la chica más hermosa que había visto en mi vida, ni siquiera esas actrices y modelos de televisión se podían comparar a ella. Pero al verla noté algo más, no solo me atrajo su belleza descomunal. Era algo más.

Solo que no sabía de que se trataba, pensé que había caído rendido a ella. Estoy enamorado, pensé. Pero aún así algo dentro de mi me decía que era más que eso. Se sentía más allá de estar enamorado.

Aún recuerdo como me sentí el primer día que la ví, fué en el comedor. Nuestras miradas chocaron, y no pude apartarla por un largo rato, lo que más raro me resultó fué que ella tampoco la apartó en ningún momento. Más bien yo tuve que apartarla primero, incluso llegué a sonrojarme. Los muchachos me molestaron un buen rato después de eso.

Ella se había sentado dos mesas más atrás de la nuestra, justo a mi espalda.

Le dije a los chicos que esa era la chica bonita a la que había estado mirando, y con toda la emoción les comenté que ella también se me quedó mirando.

Taylor miró hacia ellas y nos dijo que estaba mirando hacia nuestra mesa. Quise golpearlos cuando todos miraron en su dirección a la misma vez. No sabían disimular.

Los regañe y ellos igual empezaron a decir que estaba totalmente fuera de mi liga. Sabía que era cierto, pero me molestaba que me lo dijeran. Me armé de valor y voltee a verla. Justo me estaba mirando, o quizás no era exactamente a mí. Quité la mirada con rapidez.

Mark comentó que Harry se había sentado a su lado, volví a mirar de inmediato.

Me sentí horrible luego de verla tan cerca de ese imbécil. El muy idiota le decía algo al oído, la mirada de ella volvió a cruzarse con la mía. No entendía que me pasaba, tenía ganas de partirle la cara a ese idiota. Pero eso no me correspondía. Así que solo trate de tranquilizarme.

La risa estruendosa de ese idiota no me lo ponía fácil, me irritaba pensar en que estaba pasando como para que se riera tanto. ¿Ella es graciosa?

Volví a voltear.

Harry miró hacia mí, y me irritó en sobre manera las palabras que salieron de su boca. ¿Ella era su chica?.

Pero me sorprendió aún más la manera en la que ella lo acorraló contra la mesa dejando en claro que no era su chica, para luego salir del comedor hecha una furia. Sentí satisfacción. Era una chica fuerte.

Después de eso pasaron dos días sin poder verla como deseaba, para mi sorpresa, ese día su amiga llegó a nuestra mesa al parecer se había amigado con Héctor, y mas tarde ella.

Nos presentaron y por alguna razón llegué a pensar que ella sentía lo mismo que yo. Incluso los chicos notaron que a mí me veía diferente. Creía que me estaba volviendo loco. ¿Una chica como ella fijándose en alguien como yo?. Era un sueño.

Después de ese día nos sentabamos en la misma mesa, y nos acercamos más.

Los chicos me animaban, pero siempre que estaba frente a ella me dejaba abrumar por mis propios sentimientos.

Hasta ese día en el que llevé a Betty hasta su casa. Odié ver a Harry a su lado, ¿Por qué estaba a su lado a esas horas de la noche?. ¿Ahora sí estaban saliendo?.

Pero ese día me quedó más que claro, a Nara no le agradaba.

Esa noche cometí un terrible error, le pregunté si era su amigo con derechos, aún después de ver cómo lo había tratado, no sé por qué lo hice, es como si algo dentro de mi no me dejara actuar con normalidad. Quise golpearme en el momento en que esas palabras salieron de mi boca.

Le abrí mi corazón, y ella lo acepto. Me aceptó. No lo podía creer.

Pero volví a dejarme engañar, fuí a la fiesta de Harry luego de que habíamos acordado que ninguno de los dos iría.

Harry me llamó asegurando que Nara estaba junto a él, dijo que si la llamaba ella lo negaría. Y qué si quería saber quién era ella realmente fuera a la fiesta. Y fuí.

Al llegar Nara no estaba por ningún lado, pero él me aseguró que ella llegaría, y sí que llegó.

Nunca la había visto tan alterada y enojada.

Golpeó a los otros chicos con tanta facilidad que me dejó asombrado, lo extraño vino luego, Harry me tomó como rehén y luego se volvió un ser anormal. No sabía lo que veían mis ojos, pero estaba seguro de no estar borracho, ya que no había tomado una gota de alcohol.

Pero lo más inesperado fué cuando ví a Nara convertirse en una loba gigantesca, y desgarrar el cuello de Harry. Definitivamente ninguno era humano.

No entendía que estaba pasando, estaba totalmente fuera de mí.

Retrocedi cuando ví que esa gigantesca loba intentaba acercarse a mi. Ella se mostró dolida, y me dí cuenta que yo no le temia. Debía estar loco, pero no sentía miedo.

Pero luego todo tuvo sentido, o no tanto en el momento.

Nara me explicó todo, sonaba irreal pero debía serlo. Porque lo había visto con mis propios ojos.

Mi parte favorita. Yo era su mate, aunque desconocía esa palabra hasta ese momento, me encantó el significado, lo que eso implicaba. Yo era su compañero destinado para toda la vida.

Y llegó el momento de elegir, me iba con ella a su mundo o ella se quedaba conmigo en el mío.

Había escuchado su historia, tuvo que huir y dejar a su familia. No quería que tuviera que vivir así. Yo ya la amaba y quería lo mejor para ella. Así que decidí venir con ella a su mundo.

No creo que haya sido un error. Pero pude notarlo más claramente, yo no era suficiente para ella. Ella merecía algo más.

Yo soy solo un simple humano que no tenía nada para ofrecerle. Y qué ni siquiera podía protegerla.

No pude protegerla de Harry, tampoco de los vampiros que nos atacaron de camino a su manada. Siempre ella tuvo que protegerme a mi.

Todo eso empezó a molestarme. Me sentí tan incompetente como nunca me había sentido en mi vida.

Yo amo a Nara, Pero ni siquiera puedo protegerla.

Con razón su padre y sus hermanos no me ven con buenos ojos. Lo menos que podrías querer para tu hija y hermana pequeña, es a alguien que pueda cuidar de ella. 

Yo quiero cuidarla, ser capaz de protegerla. No puedo soportar vivir como un lastre.

Y para el colmo ahora me entero de que ni siquiera puedo irme. Si me quedo soy un estorbo, y si me voy podría convertirme en su asesino.

Pero, si puedo convertirme en licántropo todo será diferente.

Podré cuidar de ella, ser digno de ser llamado su pareja. Ya no seré una carga ni para ella ni para la manada.

Esto es lo único que puedo hacer.

Debo hacerlo.

Seré digno de ella.

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Camelia _Red

💝 Ciao Cuores 💝

Contra viento y marea. {segundo libro de una sirena para el alpha}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora