Contra viento y marea. {segundo libro de una sirena para el alpha}

33.

Matt y yo no pudimos negarnos al mutuo deseo de Aura y Nadir, correr juntos por el bosque.

Al principio quise negarme, Matthew acaba de despertarse luego de haber pasado cuatro días inconsciente. Pero tanto él como Nadir me aseguraron que estaban bien y  que no había nada de que preocuparse.

Aura estaba demasiado emocionada con la idea de poder correr junto a su mate, ambos en su forma original, como para ayudarme a convencerlos de lo contrario. Y así fuí arrastrada para cumplir sus caprichos.

Corriendo, saltando, rodando y esquivando por todo el bosque. Nuestra naturaleza es salvaje, nos encanta hacer estas cosas, pero hacerlo con tu pareja destinada, eso ya supera lo placentero.

Es tarde cuando decidimos volver a casa, la noche empezó a caer y no nos habíamos dado cuenta. No sé si echarme a reír o a llorar una vez que veo a Betty sentada junto a mis padres, hermanos, tíos y primos.

Todos están ahí junto a mi amiga, mientras que yo no había pensado en ella ni en la posibilidad de que hubiera despertado de su estado inconsciente como Matt en ningún momento.

Ni siquiera tengo derecho a llamarla amiga, soy horrible.

Betty se pone de pie nada más verme, y en cuestión de segundos la tengo rodeandome con sus delgados pero mucho más fuertes brazos.

Me abstengo de seguirme reprochando y la abrazo fuerte, como si quisiera borrar todos esos días en los que no pudimos hablar, ni vernos como es debido.

Un gruñido fuerte y estruendoso nos deja a todos sorprendidos, y un poco estáticos.

Todos los ojos del lugar van a parar sobre mi pobre cachorro el cual permanece con ambas manos sobre su boca y las mejillas completamente rojas.

Me río con ganas separándome de Betty de forma amigable.

- Lo siento Betty, es Nadir. No me dió tiempo a detenerlo - sus intentos desesperados por disculparse y explicarse me hacen sonreír con ternura.

Betty asiente con una sonrisa.

Puede haber obtenido una transformación, pero sigue siendo el mismo de siempre.

Dejo un rápido beso sobre sus labios divagantes.

- Cálmate cachorro, todos aquí te entendemos a la perfección - señalo a mis familiares, todos sonrientes. Incluso papá y Jaylen.

- Aunque debo admitir que ese gruñido... estuvo intenso - se burla el tío Marcus, le dedico una mala mirada que lo hace callar de inmediato.

- Ya se acostumbrará - declara Jayden.

- Claro que sí, estoy segura de que mi cachorro se adaptará rápidamente - lo tomo de la mano - Betty tenemos
mucho de que hablar, pero justo
ahora Matt y yo necesitamos un baño y
comer algo con urgencia - tiro de
Matt encaminandonos por el
pasillo - ¡hablaremos más tarde!.

- ¡Pero no coman demasiado, la cena está casi lista! - el grito de mamá se extiende por el pasillo hasta alcanzarnos a los pies de las escaleras.

-¡Hecho! - le respondo en otro
grito - primero nos ducharemos y
luego bajaremos a picotear algo, si es que la cena ya no está lista para entonces.

Entramos a la habitación y a diferencia de los últimos días en los que solo podía fundirme en la tristeza y desesperación por el estado de Matt, ahora puedo sonreír gratamente. Ya toda esa tensión quedó atrás.

Matt está aquí conmigo.

Cierro la puerta y nada más girarme choco contra el pecho firme de Matthew, sus manos van rápidamente a cada lado de mi cintura y en cuanto alzo mi mirada en busca de la suya sus labios se adueñan de los míos. Un beso hambriento y vivaz.

No me hago de rogar y anudo mis manos detrás de su cuello profundizando el beso, brindándole más fuerza e ímpetu.

Las ropas salen volando de nuestros cuerpos, aterrizando en algún lugar de la habitación imperceptible por nuestra nublada consciencia.

No sé cómo logramos llegar bajo la ducha, pero el agua fría prontamente empieza a rodar por nuestros cuerpos entrelazados. Al principio erizando nuestra piel y causandonos un escalofrío estremecedor, pero todo eso está en un segundo plano.

Justo ahora sus caricias en mi cuerpo es lo único que me importa.

Empezamos a lavar uno el cuerpo del otro, entre caricias y besos. Una vez bañados, cerramos la ducha y nos centramos en algo más serio que simples caricias.

Mis labios dejan los suyos para empezar a besar la piel de su cuello, beso, chupo y mordisqueo esa zona mientras que mis manos se pasean por su pecho y sus músculos más marcados y firmes. Parece un auténtico licántropo.

Las manos de Matt se ciñen a mis muñecas evitando que continúe divagando por su cuerpo, las sostiene con firmeza sin llegar a provocarme ningún daño.

- Creo que no puedo soportar estos preliminares, Nadir está vuelto loco y mi poca cordura pende de un hilo - me alza con ímpetu haciéndome enredar mis piernas en su cintura - necesitamos esto ya - siento su glande rozar mi entrada para luego ser penetrada con determinación.

Mi gemido resuenan contra las paredes amplificandose en el proceso.

- Dios...Nara... - su boca juega con mi cuello mientras sus embestidas se hacen cada vez más rápidas y vigorosas.

- Mmm...Matt - me aferro a su espalda como si mi vida dependiera de ello.

Mi juicio está nublado y se me hace imposible pensar con claridad, pero mis instintos me gritan que puedo desfallecer en cualquier momento.

Los brazos de Matt me sostienen firmemente, su cuerpo se encorva sobre mi acorralandome entre él y la fría pared, hundiéndose cada vez más dentro de mi. Llevándose toda mi cordura.

Hasta llegar a ese punto de estallido. Y es ahí donde puedo sentir como unos largos colmillos afilados pinchan la piel de mi cuello provocando tanto dolor como placer. Me ha marcado.

Su lengua lame el lugar dónde habían estado sus colmillos unos segundos atrás, y sus labios besan la marca que se ha creado.

- Te amo con mi vida -sus ojos llenos de sinceridad y sentimientos acaloran mi corazón.

- Yo también - dejo un fugaz besito sobre sus labios sonrientes.

Bajo las piernas al piso, y de no haber sido porque él aún me sostenía habría caído de bruces contra la loza.

Aún siento mis piernas temblar.

- Parece que estos días te habían pasado factura - bromea mientras me ayuda a recomponerme.

- Solo hay un culpable - le sigo el juego.

Al final tuvimos que volver a bañarnos, y para cuando bajamos a la mesa la cena ya estaba servida.

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Camelia _Red

💝 Ciao Cuores 💝