42. Horizontes

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Tan pronto es seguro que la reina y su grupo han desaparecido por completo Matt toma su forma humana y me abraza con fuerza uniendo mi cuerpo al suyo, de tal manera que es como si ambos cuerpos fueran las partes de un rompecabezas, encajando perfectamente.

Su cabeza está enterrada en mi cuello impidiendome ver su rostro, sus abrazos que rodean mi espalda me aprietan con tal fuerza que no puedo separarme de él ni un milímetro para intentar buscar su rostro. Su respiración está acelerada, y con esta cercanía soy capaz de sentir cada latido desbocado que da su acelerado corazón.

Matthew.

Lo sé, puedo sentirlo. El miedo que experimentó, la preocupación que lo estaba embargando.

-¿Por qué?, ¿Por qué hiciste eso?, ¿Por qué me haces algo así?- su voz suena temblorosa, asustada pero a la vez demandante de una respuesta.

Es esa mezcla de valentía, fuerza y sencillez que lo caracterizan.

- Matthew...- un susurro.

No me percaté del momento en que Olivia y Albert se alejaron, pero ya no están junto a nosotros. Supongo que querían darnos algo de privacidad dejandonos solos.

- Es injusto, no puedes hacernos esto, a Nadir, a mi, a tus padres, tus hermanos, tú familia, las manadas - mi corazón se estruja sintiendo sus lágrimas caliente humedecer la piel de mi cuello y hombro, el dolor de su alma unida a la mía - ¡No puedes ser tan egoísta! - saca la cabeza de mi cuello y sus brazos que habían estado rodeando mi espalda ahora sonstienen mis hombros con fuerza y desesperación - ¡Eres mía, me perteneces, no puedes desaparecer de un momento a otro, no puedes dejarme!.

Solo puedo ver su rostro por unos cortos segundos, las lágrimas desbordando de sus ojos y bañando
sus mejillas, su expresión dolida y exhausta. Sus labios salados buscan los míos con tanta agonía que me apresuro a corresponderle.

Solo han pasado unas horas desde que Olivia y yo abandonamos la manada, pero Matt parece haberla pasado muy mal en ese corto periodo de tiempo. No puedo infravalorarlo, yo estaría igual que él en una situación similar.

Me percato de que ya no estamos solos y culmino nuestro beso prestando atención a quienes nos rodean.

Puedo distinguir los miembros de ambas manadas. Jailen y Jaiden son los primeros en correr a abrazarme, a ellos se les unen mamá y papa. Los tíos nos observan desde cierta distancia.

- Dios, no puedo creer que hicieran algo así. Tendremos una seria conversación en cuanto lleguemos a casa señorita - la voz de mamá es una mezcla de reproche y preocupación.

Si supiera que la conversación se tornará más seria de lo que ella se imagina.

- Está bien Nerea, dejemos eso para después - papá acaricia mi cabello, apesar de la sonrisa que trata de mostrame sus ojos no pueden ocultar su malestar.

Todos parecen seguir preocupados, después de todo saben que las cosas no pudieron terminar así nadamás.

Volvemos al lugar dónde habían dejado los autos, la tensión que había estado soportando era tal que me quedé dormida en cuanto el auto se puso en marcha.

***
Tres horas después había llegado el momento.

- ¿Estás diciendo que renuncias a tu puesto como alpha de la manada Dientes de Sable para ocupar el puesto de reina de las profundidades? - todos permanecemos en silencio, escuchando lo que el tío Marcus tiene para
decir - ¿Es eso lo que acabas de decir Olivia?.

- Sí papá - Olivia se ve segura de cada palabra que sale por su boca - nosotros no solo somos lobos, también somos sirenas y tritones. Sin importar qué ese también es nuestro pueblo, y no queremos vivir la eternidad enfrentados a ellos o temiendo a una amenaza - los ojos de los presentes se encuentran unos con otros - alguien debía haber tomado esta decisión tarde o temprano, y yo me estoy responsabilizando de ello, ahora. En el momento que parece ser más oportuno.

- ¿Oportuno? - vuelve a preguntar el tío Marcus.

- Sí, yo tengo lo que la reina quiere. Y mi merak es un tritón, a diferencia de otros yo no tendré que sacrificar mi vínculo. Además sabes que puedes confíar en Nara.

La reunión se extiende, pero al final todos sabemos que esto es lo mejor.

Tanto mi madre como papá y mis hermanos me regañaron hasta que desee quedarme sorda, Betty lloró a mares haciéndome prometer que no volvería a hacer algo como eso en todo el tiempo que me quede de vida, y Lea se enfado porque no la habíamos hecho participe de nuestra riesgosa “aventura”.

Al final del día solo pude darme una ducha y dormir en los brazos de Matt hasta el otro día.

Traté de pasar los demás días tan pegada a Olivia como me fué posible, y los demás trataron de hacer lo mismo.

Nos mantuvimos haciendo comidas y cenas familiares todos estos días, tanto en la manada Dientes de Sable como en Dark Pack.

Hasta que llegó ese día inevitable, la hora de la despedida.

Todos vinimos a la playa, sabemos que esta no será la última vez que nos veremos. Pero ya nada será igual.

Olivia estará cargada de responsabilidades, y en poco tiempo yo también. Ya no nos veremos con frecuencia, estamos seguros de eso.

- Si se atreven a hacerte algo que te disguste solo tienes que decírmelo - el tío Marcus la abraza con fuerza - teñiré el mar de rojo con la sangre de esa bruja.

Olivia corresponde con una sonrisa para luego darle un beso en la mejilla.

- Te amo papá - le habla al separarse - a ti también mamá - la abraza con lágrimas en los ojos.

La tía Aria no ha dejado de llorar desde que salimos de la manada.

Todos se despidieron uno por uno de ella y Lea, quien también decidió irse a las profundidades. Dice que no puede seguir en la manada con Barto después de lo que hizo. Y la comprendo.

- Las voy a extrañar - me acerco a ellas con los brazos extendidos, las dos se unen a mi - pero eso ya lo saben - ellas rien en mis hombros.

- Vendremos seguido, además cuidare
de Oliv, así que no te preocupes demasiado - Lea trata de sonar confiada pero su voz está a nada de quebrarse.

- Empezaré a creer que las playas atraen melancolía - la broma de Olivia nos hace reír antes de separarnos.

Pero rápidamente nos damos un último abrazo fugaz, ellas se dirigen hacia la marea y nosotros las observamos desde la arena.

Ambas se adentran y diciendo adiós una última vez desaparecen entre las amplias aguas saladas.

Matt me abraza desde atrás, pegando su pecho a mi espalda.

- Estarán bien - asegura dejando un beso en mi coronilla.

- Lo sé - continúo con mi vista en el horizonte.

Ellas son fuertes y valientes, estoy segura de que estarán bien.

Y quién sabe, puede que esto sea algo bueno y productivo para el futuro.





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Camelia _Red

Próximamente el capítulo final

💝 Ciao Cuores 💝

Contra viento y marea. {segundo libro de una sirena para el alpha}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora