41. Elección

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Esto es lo que debemos evitar a toda costa, que nos arrastren y tiren nuestros sacrificios a la basura.

- ¿Y qué la hace pensar que hemos venido solas? - no sé cómo puedo ser capaz de mostrar una sonrisa que aparenta superioridad y mantener una postura aparentemente segura - ¿De verdad cree que somos tan estúpidas?.

Realmente lo somos, pero eso es algo que ella no debe saber.

La reina observa nuestros alrededores con más detenimiento, cuando sus ojos se vuelven a encontrar con los míos ya no se ven tan confiados, la duda está incrustada en ellos.

No sé cuánto más podremos mantener este teatro, tampoco sé si seremos capaces de hacerlo lo suficientemente bien como para que nos crean, no hay ningún modo de saber cómo acabará esto, pero debemos hacer lo que esté a nuestro alcance hasta el final.

Incluso si insisten en llevarnos a la fuerza preferiría resistirme hasta la muerte.

No importa cuánto lo piense si muero todos sabrán que estoy muerta y aunque sufran sé que algún día podrán seguir adelante superando el dolor y viviendo libres de las exigencias de esa reina caprichosa, pero si fuéramos secuestradas vivirían toda la vida sufriendo cada día sin encontrar ningún consuelo. Lo siento pero ya he sido egoísta al poner este imprudente plan en marcha, por favor en caso de que sea necesario permítanme serlo solo una vez más.

- No sé si ese merak y esos padres tan estrictos que tienen sean capaces de dejarlas venir a mi encuentro así como si nada, ¿Están seguras de que al menos son conscientes de que están aquí?...¿Justo ahora? - mi cuerpo se tensa pero tomo control sobre él rápidamente, ella no aparta su mirada de la mía ni un instante, no puedo flaquear en ningún momento.

- Tiene razón - forzo una sonrisa y volteo a ver hacia el pequeño bosque que nos ha servido de tapadera - no fué nada fácil convencerlos - ahora volteo a mirarla con la misma perspicacia y peso con la que ella me había analizado hace unos segundos - por eso no puedo asegurarle que demoren mucho más en intervenir con esta “mediación” - le doy una sonrisa de boca cerrada que esconde todos los sentimientos encontrados que tengo en estos momentos.

* No puede ser - mi corazón se acelera antes de siquiera saber a lo que Aura se refiere.

*¿Qué sucede? - estoy ansiosa por su respuesta.

- Aún así creo que puedo
arriesgarme - la reina hace un movimiento con su mano e inmediatamente todo su séquito empieza a acercarse hacia nosotras con una clara intención, acorralarnos - sé que ambas me serían muy útiles, no quiero tener que elegir entre una de ustedes.

Olivia y yo nos colocamos en una posición defensiva tan pronto interpretamos sus palabras.

¡Maldita sea!

No me digas que todo se irá a la mierda.

-¡¿Por qué prefieres comenzar una guerra cuando vinimos a ofrecerte lo que querías?! - el reclamo de Olivia parece salir de lo más profundo de su garganta.

-No sirve de nada resistirse,  tengo una gran cantidad de sirenas y tritones bajo la superficie de esas aguas que solo esperan una orden.

* Es él. ¡Nadir acaba de comunicarse conmigo!

* ¿De qué demonios estás hablando? - eso no es posible, no importa lo rápido que sean no hay forma de que llegaran aquí tan pronto - eso no es posible.

No puedo estar hablando con Aura y pendiente al enemigo al mismo tiempo.

* Yo también lo pensé pero sí es - Insiste.

¡Maldición nosotras solas no podremos!

Un aullido viaja con el viento, quebrando el silencio que se había extendido por toda la playa. A este le siguen otros, y pronto se pueden escuchar los estruendosos y numerosos aullidos que hacen mi corazón latir el doble de lo normal.

La reina nos mira sorprendida, realmente creía que habíamos venido solas, y nosotras también.

Ella mira hacia la arboleda y retrocede unos pasos mientras que su séquito la rodea en un círculo como una especie de escudo.

Un lobo viene corriendo en nuestra dirección.

¿De verdad es él?

¿Cómo es esto posible?

Pero ese pelaje y ese aroma son inconfundibles. Nadir, Matt está aquí.

Mi corazón acelerado palpita contra mis oídos, pero alguien más viene con él...no sobre él.

Es Albert.

Nos alcanzan y ninguno pierde tiempo en colocarse frente a nosotras haciéndole cara al enemigo.

Nadir se posiciona delante de mí gruñendo guturalmente hacia la reina y su séquito, mientras que Albert se posiciona frente a Olivia tapándola con su espalda.

Todos hemos quedado sin palabras, ni la reina ni nosotras esperábamos este giro de acontecimientos. Así que no sé de dónde saqué las palabras, el coraje ni la actitud, pero pude volver a hacerles frente.

-¿Decías? - la reina aún no salía de su estupor, y su séquito no se arriesgaba a bajar la guardia ni por un segundo.

Se sentía como si todos hubiésemos entrado en algún transe, estábamos unos en frente de otro a nada de comenzar una terrible batalla, todo había pasado a un tercer nivel, ni siquiera el sonido de las olas o la impetuosa brisa que se había alborotado a nuestro alrededor podía penetrar a través de tan densa atmósfera que nos rodeaba.

Los aullidos continúan resonando en las sombras de la arboleda, la reina no podrá hacer mucho ahora mismo.

- Solo hay dos opciones - Olivia sale de detrás de Albert, colocándose al frente pero este la toma de la mano situandose a su lado, negado a separarse de ella. Olivia entiende sus sentimientos y se queda justo a su lado - Acepta nuestra propuesta o se prepara para una guerra contra nuestras manadas.

Las miradas de nuestros merak se clavan en nosotras por unos segundos, están claramente interesados en este tema, pero ambos saben que este no es el momento.

La reina sale de entre su séquito, ya ni siquiera intenta ocultar su cara irritada.

- Muy bien, te esperaré en las profundidades - sus ojos están fijos en los de Olivia, quien no se deja intimidar y permanece con su mentón arriba - No soy muy paciente.

Da la vuelta y ella los demás se alejan  con dirección a las olas.

No aparto la vista de su cabellera roja hasta que esta desaparece dentro de las aguas.

Solo así puedo sentir como mi cuerpo se relaja dejando a un lado toda la tensión a la que se había visto sometido desde hace unos días.

Olivia salta sobre mi rodeando mi cuello con sus delicados brazos.

-¡Lo logramos Nara, no habrá
guerra! - la abrazo rodeando mis brazos por su cintura.

Siento mis ojos arder por un momento, quizás sea porque parece que logramos una misión imposible, talvez es debido a que estuvimos tan cerca de fracasar, también podría ser porque sé que aunque no habrá guerra Olivia tendrá que dejarnos o puede que sea por todos esos motivos.

- Sí, lo hicimos - es una Victoria con sabor amargo, pero una victoria, nuestra victoria.

*Creo que hay cosas de las que tendremos que conversar - la voz de Nadir me devuelve mi anterior malestar.

Ahora tendremos que hacerle frente las manadas.

Me separo de Olivia y observo el lobo grisáceo a mi lado. Creo que debo agradecer el hecho de que continúe en su forma lobuna.

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Camelia_Red

💝 Ciao Cuores 💝

Contra viento y marea. {segundo libro de una sirena para el alpha}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora