37. Choqueante

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No sé cuál es el máximo de pensamientos que pueden embargar una cabeza por segundos, pero en este momento mi cabeza parece a punto de estallar por ser incapaz de retenerlos.

Y no solo la mía, porque todos parecen tener mi misma reacción.

- Debes estar mintiendo - el susurro emitido por Lea aumenta mi pesar - no puede ser cierto, ¡Estás mintiendo,
eres un mentiroso! - intenta
abalanzarse sobre él pero Olivia se interpone en su camino mientras que el tío Asher la detiene - ¡Suéltame papá, es un mentiroso! - todos sabemos a lo que se debe su dolor e intento de negar esta imponente realidad - ¡¿Acaso sabes lo que dices?!, ¡¿Sabes siquiera lo que suponen tus palabras?! - las lágrimas no tardan en escapar de sus ojos.

- Lo sé, y puedo afirmarte que Barto estaba al tanto de todo esto desde el principio - ¡Maldita sea!, aprieto los puños con fuerza, ¿Cómo pudo hacernos esto? Sobre todo a Lea, la ubico aun en los brazos de un furioso tío Asher, su mirada perdida es angustiante. Aparte de eso hace rato que pienso que este tipo es muy insensible, pero no  hay manera de que esté mintiendo - yo también lo estuve hasta hace una semana - su mirada se dirige hacia Olivia - cuando encontré a mi merak - los ojos de Oliv brillan de manera inconsciente, su merak que parecía que la rechazaría en cualquier momento ahora parece aceptarla, no importa lo devastadora que pueda mostrarse la situación, siempre te alegraras por algo así.

- Pero la dejaste, pensaste en abandonarla ¿No? - Las palabras del tío Marcus están cargadas de hostilidad.

- Sí lo hice - acepta con la mirada fija en los ojos del tío, esto parece enfurecerle aún más - pero no pude hacerlo, no podía aceptar que destruyeran lo que mi merak ama. Porque apesar de que esta no es su manada, sé que aquí también está su familia, Olivia es mí merak, mi pareja destinada, despertó algo en mi que ni siquiera sabía que existía y decidí que no voy a separarme de ella sin importar lo que diga la Reyna o algún alpha, su padre, su familia,
nada que diga nadie me hará cambiar de opinión, a excepción de ella claro
está - su mirada vuelve a caer sobre la rubia - Me porté mal y entendería cualquier decisión que ella tome - voltea hacia Marcus - pero solo ella, nadie más que no seamos nosotros mismos tiene derecho a interponerse en nuestro camino - es un maldito insensible pero empieza a caerme bien.

Siempre y cuando se porte bien con Olivia, de lo contrario no me hago responsable de mis acciones.

- Supongo que Barto no pensó así - todos quedamos en completo sinlencio tras el lamento de Lea, no hay palabras que puedan ayudarla en estos momentos.

Lea sale del despacho a toda velocidad, mi mirada se encuentra con la entristecida de Olivia y no hace falta utilizar el link o palabras para entender todo lo que hay en sus ojos.

Aunque le duela ver a Lea en ese estado y atravesando una situación tan desesperante como esta, no puede dejar a su merak en medio de una jauría de lobos furiosos, literalmente.

Asiento y dándole un apretón de manos a Matt salgo de prisa detrás de ella.

-¡Lea! - ella se adentra al bosque transformándose en su loba.

Dios, así no podré seguirle el paso.

Me transformo intentando no perderle el rastro.

Ambas corremos por la espesura del bosque, ella sintiéndose adolorida y decepcionada, mientras que a mí lo que me domina es la preocupación hacia ella.

Seguirla me llevó hasta el río, el mismo en que en una ocasión ayudó a salvar la vida de la tía Lisa. Y aunque amo esa historia, ahora no es momento para pensar en ella.

El chapoteo en el agua se detiene, me acerco y me recuesto a la orilla de un pequeño risco que se levanta sobre una de las orillas del río. Sé que necesita tiempo, desde aquí puedo darle la privacidad que necesita y estar para ella al mismo tiempo.

Los minutos pasan y ella no sube a la superficie, no lo necesita. Puede quedarse el tiempo que desee, pero creo que apesar de lo difícil que es la situación, lo mejor es enfrentarla. 

Adopto mi forma humana y adentro la mano al agua. Solo la mano.

- Lea, no seré hipócrita diciendo que sé por lo que estás pasando porque no es así - hago lentos movimientos sobre la superficie del agua - Es difícil pero nos tienes a nosotros, no somos ni la mitad de lo que es tu mate en tu vida, pero todos te queremos y apoyaremos. Quizás...- dudo un poco en si decir o no las siguientes palabras - quizás él haya tenido alguna razón para hacerlo - me obligo a decirlas, aunque haya poca posibilidad de eso, mientras la haya no tengo porqué descartarla - deberías hablar con él en persona, exigirle una explicación. Estoy segura de que te apoyaremos sea cual sea la decisión que tomes, siempre y cuando no sea atacarnos junto a ellos - me permito bromear en busca de romper el hielo.

La mano que mantenía en el agua es sostenida, y sonrió.

-¿Estás segura? - pregunta con la mitad del cuerpo expuesta, sus ojos suplicantes y expresión abatida pide a gritos una respuesta positiva, y aunque no puedo estar segura de a cuál de mis afirmaciones se refiere, estoy segura de que puedo volver a afirmarlas sin miedo y sin importar a la que se refiera.

- Estoy segura - ella se impulsa para abrazarme, correspondo su abrazo y antes de que termine soy arrastrada hasta el agua helada.

¡No!

- Libérate, puedes dejar salir esa parte ya que estamos aquí - se aleja un poco nadando con total libertad - a veces siento que restringimos este lado nuestro.

Acepto la transformación dejando salir mi cola aquamarina y orejas puntiagudas.

-¿A qué te refieres? - me acerco a ella de manera calmada.

- Somos sirenas, sé que quizás no sea la mejor especie pero me gusta serlo. Nos hemos enfocado solo en la manada, en nuestra parte licántropa, vamos al mar solo unas veces al año, no es como si visitaramos el río con frecuencia - a medida que habla soy más consciente de esa realidad - yo amo esta parte de mi, y me molesta ver como la contenemos de manera casi inconsciente.

Toco mis orejas puntiagudas y observo mi cola, no como lo haría normalmente, esta vez lo hago con detenimiento, atenta a sus detalles, más consciente de sus características.

- No me había detenido a pensarlo - le confieso sintiéndome de verdad avergonzada - somos sirenas y no tenemos por qué contener nuestra naturaleza.

Lea tiene razón, talvez sea por el asedio de la Reyna, o porque hemos crecido en otro ambiente que consideramos más normal y favorable en comparación con las frías sirenas, pero ninguno son motivos suficientes para negarnos a nosotros mismos.

- A lo contrario de tí, esto es algo que pienso constantemente - apesar de sus anteriores palabras esta confesión logra sorprenderme.

No tenía ni la más mínima idea de que Lea se sentía de esta manera, no debe ser fácil estar en conflicto con dos partes que son propias de ti misma, menos en nuestro caso dónde una parte depende completamente del agua, mientras que la otra depende completamente de la tierra.

Y tampoco es como si solo pudieras escoger y quedarte con una.

- Estoy completamente de acuerdo contigo, buscaremos una mejora para esto.

Y apesar de que la noche a comenzado a caer decido olvidarme un poco de lo demás y darle algo de espacio a este lado de mi que aunque yo había estado manteniendo en silencio de manera inconsciente anhelaba este momento.

Seamos solo sirenas por un momento.

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Camelia_Red

Olvidemosnos de todo y disfrutemos de lo que realmente somos solo por un momento.

💝 Ciao Cuores 💝

Contra viento y marea. {segundo libro de una sirena para el alpha}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora