Se mordió el labio inferior, derramando varias lágrimas, antes de gimotear.
-¿Te duele mucho?
Lo miró a los ojos, negando con la cabeza, pero sabía que estaba mintiendo. La besó suavemente y salió de ella, acariciando su mejilla, antes de repartir suaves besos por su piel.
-Lo siento, no quería herirte.
-N-No, no, yo lo siento, estoy arruinando nuestra noche -sollozó-. Lo lamento, intentémoslo una vez más, prometo no quejarme, no voy a-
-Así no funciona Melissa -la interrumpió, acostándose a su lado para abrazarla a su cuerpo-. No necesitamos forzarlo.
-¿N-No?
-No, estamos bien así -pronunció mirando el techo, mientras la abrazaba... Y sentía el pecho vacío.
Sintió que ella le acariciaba suavemente la mejilla, con algo de temor, ya que apenas fue un roce de las puntas de sus dedos y bajó la mirada.
-¿No estás molesto conmigo?
-No.
Los labios de Melissa temblaron y Caelan la observó confundido.
-¿Qué pasa?
-Lamento no ser lo que esperabas como esposa, promento esforzarme más -sollozó-. Quizás mañana podamos concretarlo, no quería decepcionarte tan pronto.
-Deja de llorar, no estoy molesto contigo, ni decepcionado ¿Por qué piensas eso?
-N-No lo sé, luces molesto, serio.
Negó con la cabeza y le dió un corto beso, antes de continuar abrazándola y comenzar a acariciar su cabello y espalda.
-Estoy bien, no te preocupes. Ahora intentemos dormir, debemos salir temprano para tomar el avión.
-Está bien -pronunció bajito, acurrucándose contra el pecho de él, sintiendo su corazón.
Ya anhelaba que ambos latieran en sincronían, cuando estuvieran unidos.
***
-¡Mira cuántas cosas bonitas! -exclamó con ensoñación, mientras iban tomados de la manos, recorriendo las calles de aquel país lejano-. ¡Mira! ¡Eso se ve delicioso!
-¿Quieres ir a comer allí?
-¿Podemos?
-Sí, aunque no sé que tan seguro sea comer en la calle...
-No creo que nos hagas mal, pero si no quieres está bien, podemos ir-
-No, no, vamos allí -le dijo dirigiéndose ambos hasta el puestito ambulante.
La observó por un momento, viendo cómo la rubia entusiasmada pedía todo lo que había en el puesto para su platillo, sin dejar de hablar con el vendedor.
Su celular vibró en ese momento y observó que era un mensaje de Samir.
"Mar no está bien, la pérdida del cachorro le afectó mucho. ¿Puede venir? Los niños están casa con mi mujer."
Leyó aquello, dejando de tomar en cuenta todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor, sin escuchar mas nada, ni siquiera a su joven esposa.
Mar lo necesitaba, estaba sufriendo y él debía estar allí con ella, consolarla. Tal vez la pérdida de su bebé los uniría como pareja, y ella finalmente entendería que él era su luna, y que la quería.
Un viaje en avión desde dónde estaba, hasta el bosque, sólo le llevaría-
-Caelan -sintió la mano de Melissa sobre su antebrazo y observó los ojos azules de ella, tan confusos e inocentes mirándolo-. ¿Estás bien?
-Sí, creo que deberíamos volver al hotel -le dijo pagando lo que ella había pedido.
-¿Y-Ya? Apenas hemos salido, y sólo probé un poco de mi-
-Sí, debemos volver ahora, luego podemos seguir paseando.
-E-Está bien -murmuró, caminando junto a él mientras iba comiendo por la calle-. ¿Quieres probar un poquito? Está rico.
-No, no tengo hambre.
-Bueno.
Llegaron hasta el estacionamiento y esperó a que ella subiera, antes de hacerlo también y poner en marcha el auto que había alquilado.
-Escucha, debo irme unos días, tuve un... Altercado con una de sus mis empresas, y debo volver.
-¿Q-Qué? -le inquirió dejando de comer.
-Sí, sólo serán unos días, luego podemos continuar viajando y visitar los lugares que tú quieras.
Melissa observó el plato en sus muslos y respiró profundo, antes de emitir un sonido lastimero.
-¿Qué te pasa?
-D-Dijiste que no te había molestado l-lo de anoche, pero no es verdad.
-¿De qué hablas? Te estoy diciendo que debo hacer un viaje por mi trabajo.
Continuó mirando hacia abajo, derramando varias lágrimas.
-Deja de llorar, sólo serán unos días.
Pero le era imposible, ella sentía que no sería así.
***
Era de noche ya, Caelan se estaba bañando y ella estaba acostada en la cama, abrazando un almohadón, sintiéndose realmente afligida. El celular de él se encendió, debido a la notificación de un mensaje, y por curiosidad lo tomó.
"Cuando estés aquí hablaremos mejor, así por mensaje no."
Lo leyó, viendo cómo él la tenía agendada.
¿Quién era Mar?
Se apresuró a dejarlo nuevamente sobre la mesa de noche al escuchar que él saldría del baño, y cuando lo hizo, estaba sólo en boxer, yéndose directo a la ropa que ya había dejado preparada.
-Tu vuelo sale primero, apenas llegues a la casa me avisas.
-¿No puedo ir contigo? No voy a molestarte.
-No, no puedes, cuando yo solucione todo, iré también.
-Está bien -murmuró.
Terminó de prepararse y ambos salieron de la habitación del hotel. Un taxi ya los estaba esperando para llevarlos de regreso al aeropuerto.
Mar lo necesitaba, debía viajar cuánto antes.
...
Para las bellas que aún me leen y comentan, gracias, me ayudan a seguir ❤️✨