!Hora de acción!Denisse Fizgerald
Salí de clases con un fuerte dolor de cabeza. Anoche no pude dormir nada, pensando en todo, como iba a dar el siguiente paso hablando con Agnes y varias cosas más.
Tuve una mala noche y para colmo no comí nada. Tuve que salir corriendo del hotel porque llegaba tarde a la universidad y me resbalé, torciéndome el tobillo.
Pasé vergüenza en la hora de Enzo, me quedé dormida y me hizo un gran escándalo frente a todos. Maldito cabrón.
Ahora estaba frente a la puerta de la universidad esperando a Greyce, pero ya tardaba mucho. Moví el pie un poco nerviosa.
"En la tarde tengo clases de ballet", pensé.
De repente, aparece frente a mí con una brillante sonrisa en su rostro y levanta una ceja interrogante.
-¿Qué hiciste ahora, Greyce?-pregunté.
-Adivina de quién es el teléfono-murmura, mostrándome el teléfono emocionada.
-¿El teléfono es tuyo... ¿Y desde cuándo cambias de teléfono?
-¡Oh, demonios, Denisse, deja de ser tan lenta! ¡Es el teléfono del profesor Kingsley!- mencionó, murmurando enojada.
Carajo, corría el rumor de que el profesor Kingsley estaba enamorado de una chica.
<<Demonios, me voy a arrepentir, pero tenía mucha curiosidad de saber si es verdad>>.
Rápidamente le arrebato el teléfono a Greyce de las manos, miro alrededor y no hay nadie. Intento prenderlo, tonta obviamente que iba a tener contraseña.
Muevo los dedos rápidamente sobre la pantalla e intento con su cumpleaños, pero el resultado es "contraseña incorrecta".
Justo cuando estaba intentando de nuevo, una voz familiar me interrumpe.
-¿Y el tuyo?-demanda la voz del profesor Kingsley cerca de mi oído. Giro lentamente con el teléfono en mano, temblando ligeramente. Quedo congelada al ver la cara seria del profesor Kingsley, pero él no parece molesto.
-¿Qué pasó? ¿Olvidó su propio cumpleaños, señorita Fitzgerald?
Al intentar hablar soy arrastrada de nuevo hacia la universidad. Al entrar, soy arrastrada hacia una oficina y soy estampada contra una pared. Todo mi cuerpo está temblando y pone sus manos alrededor de mi cabeza.
-¿Qué pasa, señorita Fitzgerald? ¿Ya no están valiente como antes?-demanda agarrando mi barbilla.-Míreme a los ojos cuando le estoy hablando. Ya hemos tenido varios inconvenientes y siempre acabamos en la misma situación. Diga, señorita, ¿tiene algún problema conmigo?
-N..no, señor Kingsley, no tengo ningún problema con usted. Parece ser usted el que tiene algún problema conmigo.
-Oh, vamos, linda, tengo varios problemas con usted. Es una insolente con una boquita maleducada, siempre diciendo malas palabras.
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Ardiente Deseo
RomanceArdiente Deseo cuenta la historia de Enzo kisngley, un jefe de la mafia que, obligado a mantenerse bajo perfil, se infiltra en una universidad haciéndose pasar por profesor durante una semana. Para él, se trata de una medida temporal, solo una estra...