Capítulo 25

606 37 6
                                        

Enzo Kingsley

Suelto un suspiro satisfecho al ver lo que tengo enfrente: le hice el desayuno a Denisse, dos tostadas con mantequilla, un poco de jugo de fresa, huevo revuelto y frutas picadas de naranjas y fresa.

Me quito el delantal, lo cuelgo y agarro la bandeja caminando hacia las escaleras. Camino por el pasillo y con un poco de dificultad abro la puerta de la habitación, viéndola dormir como toda una princesa, mi princesa.

Entro y pongo la bandeja sobre la mesita de noche. Me enderezo y la observo con cuidado, queriendo que la imagen de ella durmiendo se quede en mi mente.

Se ve tan pequeña con mi camiseta y el pelo revuelto por todas partes, y aún así se ve hermosa. Me acerco a ella, agachándome y dándole un pequeño beso en la frente.

—Mon amour, levántate —le susurro al oído, viendo cómo abre los ojos desorientada. Me alejo un poco, agarrando la bandeja y poniéndosela enfrente. Ella sonríe feliz y siento una pequeña calidez en el corazón.

De niño nunca me faltó nada, pero sabía la realidad. Sabía que muy pronto tomaría el mando de la mafia, sabía que no todo era fantasía y color de rosa. Por eso quiero que sus días, de ahora en adelante, sean de color de rosa y fantasía, darle todo lo que le hizo falta.

Sonriendo, me siento en la cama y veo cómo come.

—Dulzura, come y prepárate porque te quiero presentar a alguien muy especial para mí —digo nervioso, mirándola a los ojos.

Ella me mira nerviosa y asiente con la cabeza. Sonrío al ver cómo acaba de comer.

—Muchas gracias, Enzo.

—De nada, dulzura. Ahora te dejo sola para que te prepares. El baño está en la puerta negra —menciono, levantándome de la cama.

—Espera, pero no tengo ropa aquí —avisa nerviosa.

—Tranquila, Mon amour, que yo me encargue de todo. ¿No creerás que tu hombre está tan tonto como para no comprarte una tienda de ropa, no? —digo, sonriendo.

—Espera, ¿qué?

Me acerco hacia ella, agarrándole la barbilla, haciendo que tenga que levantar la cabeza para poder verme.

—Como escuchaste, dulzura, tu hombre te compró una tienda de ropa solamente para ti. Puedes hacer lo que quieras con ella y conmigo, ya que somos tuyos —susurro cerca de sus labios y le doy un largo beso apasionado. Me alejo de ella, sonriendo, me doy la vuelta y cuando estoy por salir por la puerta, me quedo parado allí.

—Ah, y casi se me olvida, tu ropa está en nuestro armario, dulzura. Ponte más hermosa de lo que ya estás, preciosa. Nos vemos en la sala —digo, finalmente, saliendo de la habitación y cerrando la puerta.

Habían pasado varios minutos hasta que veo a Denisse bajar las escaleras con un hermoso conjunto azul mar, medias blancas hasta las rodillas, falda y camisa blanca de algodón con unas hermosas zapatillas. Sonrío al ver cómo estamos combinados. Llevo un traje azul mar con una camisa blanca por debajo. Le doy la mano cuando llega hasta mí y camino con ella hacia el patio. Llamo a uno de mis trabajadores y le digo que traiga a Drako, él asiente y va a buscarlo.

Veo cómo trae a Drako y volteo a ver a Denisse para ver su reacción. Me sorprende que, en vez de estar asustada, está emocionada, parece que va a dar pequeños saltos de emoción. Hago una seña al trabajador para que suelte a Drako.

—Drako, siéntate, es una orden —digo serio, viendo cómo Drako obedece.

—Denisse, dulzura, te presento a mi chico Drako. Es un tigre blanco, como puedes ver, está entrenando para matar y atacar, y sobre todo para proteger y seguir mis órdenes. Es peligroso cuando no te conoce, pero confío en que no te hará nada, así que puedes acercarte con toda libertad —informo.

Me quedo observando a Denisse, que se acerca con cautela al tigre blanco. Denisse se acerca más al tigre y sigo observando cómo el tigre le da un gran lamido en la cara, frotándose contra su mejilla. Denisse se ríe, mientras el tigre lame y juega con ella. Sonrío negando con la cabeza.

—Bueno, dulzura, ya vámonos. Te tengo una sorpresa más —me levanto del suelo, agarrando mi mano y sonriendo la llevo fuera de la mansión. Abro la puerta y entra, agradeciéndome. Me alejo, abriéndole la puerta a Drako, que entra gruñendo, y entro al auto poniéndolo en marcha, saliendo de la mansión.

Detrás de nosotros van mis guardaespaldas en el auto, siguiéndonos por las carreteras y llegamos a nuestro destino: el aeropuerto, el de mi madre. Estaciono, salgo del auto, cierro y me doy la vuelta abriendole la puerta a Denisse, que me sonríe en modo de agradecimiento. Va y le abre la puerta a Drake, que le lame el rostro feliz.

Entramos al aeropuerto y la llevo directamente a mi avión privado. Los guardaespaldas, al verme, nos dejan pasar y ayudo a Denisse a entrar al avión, donde solo estaremos nosotros dos y Drako. La puerta se cierra y ella se sienta al lado de la ventana, con Drako a su lado. Niego con la cabeza y voy a ver al piloto.

—Hola, señor Kingsley. ¿Qué desea?

—Como ya ha de saber, nos dirigimos hacia Canadá. Espero que no haya ningún inconveniente en el viaje. Con esto ya aclarado, ya puede despegar —digo saliendo de la cabina y yendo donde Denisse, que está muy cómoda con Drako. Incluso mi propio tigre parece querer quitarme a mi chica. Niego con la cabeza, sentándome en mi asiento.

—Atención pasajeros, en breve vamos a iniciar el despegue. Por favor, asegúrense de que sus cinturones de seguridad están abrochados y sus asientos y mesas en posición vertical —oigo la voz de la azafata.

Volteo hacia Denisse.

—Mon amour, abrocha tu cinturón —le aviso, viendo cómo abrocha el cinturón de Drako primero y después el suyo. Hago lo mismo y ella voltea a verme, lanzándome un beso. Sonrío coqueto, guiñándole el ojo.

Volteo mirando por la ventana mientras el avión despega de la pista. Mientras el avión se elevaba cada vez más alto y yo me divertía, sabiendo que había conseguido sacar a Denisse del país para unas semanas de vacaciones, solo ella y yo, y bueno, Drako también. Ruedo los ojos, ese pulgoso no me puede robar a mi chica.

Nota

HOLAAA, ay no me estresé mucho haciendo este capítulo 😩 comenzaba y paraba de escribir, además ya entré a la secu 😔 significa más estrés para mí, pero ya tengo varios capítulos hechos en notas. ¡Ay, se me antojó que fuera un libro vainilla 🤭! Aprovechen estos capítulos de Enzo y Denisse melosos, ¡eh! Y en serio intentaré terminar el libro antes de que comiencen con los trabajos en la secu.

Ardiente Deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora