𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 15. 00

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—Sé perfectamente bien que entraste aquí, perra, para esconderte como la rata cagona que eres

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—Sé perfectamente bien que entraste aquí, perra, para esconderte como la rata cagona que eres. —YoonGi cierra la puerta del sótano viejo que tiene el museo, en el que Choi SiWon entró pretendiendo esconderse de él—. Si me hubieras pagado mi dinero en la fecha en que me lo prometiste, ¡nada de esto estaría pasando, zorra política!

El pestillo es puesto en la puerta y ahora él está encerrado con Choi SiWon en el mismo lugar; un lugar no tan grande y no tan lleno de cosas que puedan servirle a Choi SiWon para ocultarse de él, al menos no por mucho tiempo. La luz del sótano está apagada. Él no se hace una idea de en dónde debe de estar el interruptor y tampoco va a perder el tiempo en buscarlo.

Su vista no es muy buena. Tiene más de cero punto cinco dioptrías de miopía, así que siempre necesita usar sus lentes para ver con claridad y evitar molestias; como dolor de cabeza, fatiga visual o sequedad ocular. Por suerte para él, lleva puesto sus lentes de contacto, por lo que la oscuridad no le resulta tan molesta. Tiene una ventaja más.

Choi SiWon está asustado y su respiración, a pesar de su arduo intento por contenerla, es agitada. Cualquiera creería que Choi SiWon acaba de correr un maratón. Resulta una gran ventaja para YoonGi. No va a hacer mucho uso de su vista, pero sí de otras percepciones sensoriales. La audición es la más apta para este momento en el que se ve a sí mismo a solas y a oscuras con un sujeto que hará de todo para salir de ahí con vida.

—Hagamos un trato, perra. ¡Me fascinan los tratos! —ríe cual maniático recién ingresado al psiquiátrico—. Tú me pagas mi dinero y yo te dejo vivir.

—Hablo e-en serio, Min, no... no tengo dinero para pagarte. —Choi SiWon cae en su trampa y toma la mala decisión de abrir la boca—. Todo lo gasté en las campañas, eventos, cenas.

YoonGi sonríe negando con la cabeza, la voz de Choi SiWon se escucha muy cerca suyo. YoonGi percibe el olor del miedo que Choi SiWon desprende hasta por los poros. El susodicho se escucha asustado, a tal punto en el que ya no se esfuerza por tratar de moderar su alocada respiración.

Durante un lapso se propaga un silencio por todo el sótano. Podría ser este el intento de huida que haga Choi SiWon. Pero no sabe que, el único motivo por el que YoonGi permanece en silencio, es por descubrir en dónde se encuentra usando como pista la jadeante respiración de Choi SiWon.

Choi SiWon está justo ahora detrás suyo; el tipo había caminado despacio hacia YoonGi, que está cerca de la puerta, guiándose con la pared. Choi SiWon daba un paso luego de palpar la pared con las manos, de este modo llegó a ubicarse detrás de YoonGi. No llegó con las manos vacías. Choi SiWon se cree valiente.

—Alguien aquí va a morir y-y no seré yo, Min.

YoonGi suelta una risa nasal y abre los ojos cuando la luz en el sótano es encendida. Gira sobre su propio eje para encarar a Choi SiWon. Éste lo saluda con un jarrón de porcelana en las manos, el cual le termina quebrando en la cabeza con la esperanza de ser lo que necesita para salir del sótano con vida. YoonGi, no obstante, contrario a lo que Choi SiWon esperó, no cae al piso inconsciente.

𝐄ᴸ ᴵᴺᶠᴵᴱᴿᴺᴼ ᴰᴱ 𝐀ˡᵉˣᵃᶰᵈʳᵒᵛᶤᶜʰ| ʏᴏᴏɴᴍɪɴ. [Pausado].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora