𝐄ᴸ ᴵᴺᶠᴵᴱᴿᴺᴼ ᴰᴱ 𝐀ˡᵉˣᵃᶰᵈʳᵒᵛᶤᶜʰ| ʏᴏᴏɴᴍɪɴ. [Pausado].

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 68. 00

YoonGi está hablando con su madre por medio de mensajes en el celular, sobre las propuestas más aclamadas para la nueva colección de cosméticos del próximo lanzamiento, que va a iniciar en dos semanas. Laneige y su gente están a punto de entrar en la temporada más arrecha y ajetreada de todo el año. YoonGi, por ser el vicepresidente de Laneige, por ley, debe de estar al hilo con las reuniones y videoconferencias. No se puede escapar y dejar a su madre sola con todo el trabajo.

YoonGi está texteándole a su madre con la mano derecha solamente, pues la mano izquierda yace reposando sobre el muslo de JiMin. JiMin está sentado cómodamente a su lado, absorto en su lectura de un libro que se ha terminado dos veces de pies a cabeza. JiMin, aunque de vez en cuando, de la manera más discreta posible, traslada la vista hacia la pantalla móvil de YoonGi para estar al pendiente de lo mucho que mensajea y así rectificar que continúa hablando siempre con la madre.

JiMin no lo admite, pero cada vez que YoonGi de pronto baja el celular y a él le da la atención con la que lo tiene malacostumbrado, a base de esas típicas caricias en el cráneo con las uñas o uno que otro beso tierno en la mejilla, JiMin suspira para sí mismo con la sensación de plenitud. Entonces reanuda su lectora y se suma a ella a sabiendas de que YoonGi, por muy ocupado que esté, siempre va a mantenerlo en primer lugar. Es un sentimiento de satisfacción difícil de explicar. A JiMin le gusta.

—Hoy puedo ir con mis amigos al cine, ¿verdad, papá? —NiKi, que está desparramado a su gusto en un sillón cercano al de su papá, deja de jugar por un instante en su celular para dirigirse a su papá. Ha preguntado tímidamente, temeroso si es que está interrumpiendo a su papá o molestando a JiMin-Hyung con su voz—... Mis amigos pasarían por mí.

—Siempre y cuando un guardaespalda te acompañe, ¿no veo por qué no, amor? —es lo que su papá le responde, con la vista anclada en su celular, pero bastante al pendiente de él.

—Gracias, gracias —él sonríe en grande y sus pómulos se pintan de un tierno carmesí—. Entonces me iré a cambiar.

YoonGi asiente con la cabeza sin mencionar palabra. Ya no está más ido en textear con su madre, ahora textea dentro del grupo en donde están todos los hombres encargados de su seguridad. Mientras YoonGi informa que uno de ellos va a acompañar a su hijo al cine sin despegarse de él en ningún momento, su hijo se levanta de su respectivo sillón y se despide de él y de JiMin con un beso en la mejilla. Posteriormente, su hijo pretende pasar a su habitación para cambiarse de ropa antes de que sus amigos pasen por él, una vez confirmado que sí tiene permiso para ir al cine.

Sin embargo, un pronto acontecimiento demasiado alarmante se realiza en el lapso en el que a NiKi le lleva desplazarse al ascensor. Y es que una clase de granada por bazuca de fuego atraviesa el salón desde la entrada de la residencia, derribando consigo más de una pared y destruyendo todo a su paso. El sonido detonante del impacto, no sólo resulta ser severamente intolerable, sino que también provoca tanto pánico en Niki que esté se ve a sí mismo corriendo como rayo hasta su papá. Finalmente, se esconde detrás de su papá.