𝐄ᴸ ᴵᴺᶠᴵᴱᴿᴺᴼ ᴰᴱ 𝐀ˡᵉˣᵃᶰᵈʳᵒᵛᶤᶜʰ| ʏᴏᴏɴᴍɪɴ. [Pausado].

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 31. 00

Rᴇsᴛᴀᴜʀᴀɴᴛᴇ Bᴜᴅᴅʜᴀ's Bᴇʟʟʏ, Sᴇúʟ.                                           9: 21 ᴘ. ᴍ.

—Sé que estás enojado con mi nieto por lo ocurrido hace unas noches —comenta CheonSa de la nada, con la vista puesta en su copa de cóctel vacía—, pero ¿en serio no lo trajiste al restaurante a comer con nosotros?

—No lo traje porque el mocoso está en etapa de exámenes y se quedó en la biblioteca de la residencia estudiando —YoonGi aclara, recalcando.

—No lo creo.

—Yo tampoco le creo, pero, adivina qué; lo estoy observando por las cámaras conectadas a mi celular —alega YoonGi mientras palpa con la palma de la mano el bolsillo de su gabardina marrón caoba, en donde su móvil reposa—.Justo ahora está sufriendo de una crisis estudiantil. Está tendido en el piso.

—¿No es eso muy obsesivo? —lo cuestiona su madre con el ceño fruncido—. Estás invadiendo su privacidad.

—Eso no es cierto y te diré por qué: no tengo cámaras en su baño —da su argumento con el dedo pulgar elevado, ajustando sus lentes—. Eso sí sería invasión a su privacidad. Conozco sus derechos.

—Estás enfermo —chista su madre—. Eres muy controlador.

Una leve disputa surge entre madre e hijo desde aquí, donde el tema principal a debatir es la crianza que YoonGi le está dando a NiKi. La madre de YoonGi parece no estar del todo de acuerdo a lo controlador y obsesivo que YoonGi puede llegar a ser con NiKi. El evidente descontento en la madre de YoonGi genera que YoonGi se ponga a la defensiva, su expresión se torne ceñuda y que comience a defender su rol como padre, en el cual su madre no tiene cabida.

El ambiente en la mesa se vuelve tenso e incómodo, al menos para Ara, quien yace sentada a la par de CheonSa. Tanto Ara como JiMin, quien está sentado a la par de YoonGi, están conscientes de que la discusión entre madre e hijo se está llevando a cabo debido al calor de los tragos. Porque, en cuanto terminaron de cenar, se fueron al bar del restaurante a tomar unas cuantas copas. Sin embargo, ninguno de los cuatro controló su forma de tomar y cada uno de ellos está algo picado actualmente.

Lo que empezó siendo simples margaritas para pasar el rato terminó siendo tragos de vodka secos. Las mejillas rojas de YoonGi dan a entender que el alcohol ya recorre todas sus venas y la manera poco respetuosa a dirigirse a su madre lo acaban por confirmar. Pero CheonSa tampoco se queda atrás. Ella está soltando una sarta de cosas que están haciendo de la discusión más un enfrentamiento verbal entre ella y su hijo.

—Te voy a pedir un favor; no te metas en asuntos que no te conciernen. NiKi es mi hijo, por lo tanto, yo se cómo educarlo.

—Eso no quita que yo soy su abuela y tu puta madre, así que bájale dos rayas a tu tono o te estrello esta botella en la cabeza, grandísimo bastardo.