𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 21. 00

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Las campanas del ascensor suenan anticipando una llegada y sus puertas pasan inmediatamente a abrirse

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Las campanas del ascensor suenan anticipando una llegada y sus puertas pasan inmediatamente a abrirse. Del ascensor sale Yoon CheonSa, directora ejecutiva de ❛Laneige❜, una destacada marca coreana de cuidado de la piel. A la derecha de la directora CheonSa, la acompaña Kim Ara, su principal asistente.

La directora CheonSa se desaloja los lentes de sol y se los guarda en el bolso. Se encamina por el pasillo principal de su empresa directo a su oficina, destilando belleza, glamour y elegancia; no sólo en su imponente caminar, sino que también en su recta postura y en el aura intimidante que desprende, pese a ser una mujer hermosa con facciones de porcelana.

El sonido de sus tacones de aguja es el único sonido que se escucha por todo el piso. En su mano izquierda lleva un portafolio cargado de documentos que debe revisar y en su mano derecha lleva a su secretaria de la mano, porque su secretaria tiene piernas cortas y es muy torpe al caminar por mantener siempre la atención en la tableta en la que está su ocupada agenda.

Las dos están a punto de llegar a la oficina de la directora, habiendo pasado por alto a los trabajadores haciendo reverencias hacia CheonSa como respeto y saludo luego de pasar dos meses en el extranjero. Las puertas de la oficina más grande de todo el edificio son deslizadas entre sí por Ara, una vez la directora CheonSa ha entrado.

CheonSa, finalmente, suelta un suspiro cargado de estrés por el largo viaje mientras deja caer a su escritorio de cristal su portafolio y su bolso. Inmediatamente, se desparrama en su silla giratoria, se quita los altos tacones de aguja y cansada se dedica a observar el candelabro que cuelga del techo de su oficina.

—Deberíamos irnos a vivir a una granja, lejos y aisladas de las personas —dice al azar, con sus bellas manos entrelazadas sobre su vientre—. Por Dios, qué asco, siento que huelo a persona promedio.

—Yo la sigo oliendo a su loción favorita, directora —comenta Ara después de abrir las cortinas del ventanal con la tableta en sus manos. Posteriormente, se da la vuelta y la ve, acomodándose los lentes con una tímida sonrisa—. No huele a persona promedio.

—Ouh, ¿en serio, cuchurumina? —solloza, aunque no se encuentra llorando, pero está conmocionada por las palabras de Ara—. Ven con mami, cuchurumina.

Ara se transforma en un tomate viviente debido al bochorno que la directora provoca en ella, sin importar que es un trato de años. Por mera actitud nerviosa se acomoda los lentes una segunda vez antes de, totalmente tímida y encogida, caminar hacia en donde la directora está sentada esperándola con los brazos abiertos.

Ara deja su tableta sobre el escritorio para tomar asiento en las piernas de la directora y sujetarse de sus hombros en busca de una posición más cómoda. La directora levanta la cabeza y pone la mirada sobre ella, sonriendo enternecida por el fuerte carmesí que adorna sus mejillas. La directora le baña de besos la cara con la intención de hacerla reír.

—Qué mierda. ¿Qué hace aquí esa zorra? —CheonSa cuestiona teniendo el ceño fruncido, pues por medio del teléfono se le avisa que Kang DaEun, su consuegra, está esperando afuera de su oficina—. Le voy a meter plomo si interrumpe nuestro mágico momento por cualquier tontería.

𝐄ᴸ ᴵᴺᶠᴵᴱᴿᴺᴼ ᴰᴱ 𝐀ˡᵉˣᵃᶰᵈʳᵒᵛᶤᶜʰ| ʏᴏᴏɴᴍɪɴ. [Pausado].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora