𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 17. 00

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Cᴀᴛᴇᴅʀᴀʟ ᴅᴇ ʟᴀ Iɴᴍᴀᴄᴜʟᴀᴅᴀ Cᴏɴᴄᴇᴘᴄɪóɴ, Sᴇúʟ.

3: 36. ᴀ. ᴍ.

JiMin es aventado contra el confesionario por un tipo de dos metros de alto y de una, realmente, exagerada masa muscular. Su peso y la velocidad con la que fue estrellado, ocasionan que el pequeño habitáculo aislado termine hecho pedazos y él, que anteriormente  recibió una serie de golpizas, termine derrochado sobre los pedazos de lo que alguna vez fue el lugar de confesiones para los católicos.

Entre jadeos y punzadas en sus rotas costillas se va poniendo de pie, aunque sus piernas le quieren flaquear. Tambalea un poco por el inestable lugar en el que está de pie, pues está debajo de los pedazos de confesionario. Una vez restablece su equilibrio en las piernas, se pasa la mano por su boca reventada para limpiarse la sangre que escurre.

Sus intensos ojos verdes se posan acechantes sobre aquel tipo de dos metros de ancho y dos metros de largo que lo golpeó como un saco de boxeo. Su repuesta a todos los golpes es un gruñido furibundo salido desde lo profundo de su garganta. Aquel tipo, que lo ve desde los asientos de la iglesia, le sonríe con total burla.

—¡Ahí te voy, San Pedrito! —YoonGi grita mientras vuela por los aires y va acabar de cara al lado de JiMin, con el trasero alzado—. Exceso de-de golpes, cuchurrumin.

JiMin afirma con la cabeza, antes de agarrar a YoonGi del cabello y ayudarlo de esta forma a despegar la cara del piso. YoonGi consigue ponerse de pie mientras él coge su carabina de rifle de asalto M4 que cuelga de su espalda, para cargarla listo para destruir una iglesia en plena madrugada.

Tanto él como YoonGi se vistieron de monjas: túnicas anchas de color negro que les llega hasta los pies, con mangas largas, ceñidas a sus cinturas por un cordón y con un velo en sus cabezas también de color negro, el cual cubre la mayor parte de sus rostros. Todo esto para poder colarse a la iglesia a las tres de la mañana y así encontrar a Shin DongHee, uno de los tantos sujetos que le deben una cuantiosa suma a YoonGi y que, como el resto, no quiere pagarle.

Resulta que Shin DongHee se ha estado escondiendo por meses en esa iglesia haciéndose pasar por un padre que está de visita, pero la verdadera razón por la que está ahí es para que YoonGi y su gente no lo encuentren. Shin DongHee sabe que YoonGi lo está buscando por dos cosas: para recuperar su dinero y, si no, para matarlo. Shin DongHee es igual a Choi SiWon.

—No entiendo quiénes son todos estos tipos. ¿Serán gente de Shin? —Confundido YoonGi hace presión en sus costillas con su mano. En su rostro hay una expresión de dolor e incomodidad por la reciente gran caída. Tiene una fina herida en su ceja. Nada grave—. Se supone que llegamos solos porque Shin no tiene a nadie de su parte, pero de pronto aparecieron estas perras.

𝐄ᴸ ᴵᴺᶠᴵᴱᴿᴺᴼ ᴰᴱ 𝐀ˡᵉˣᵃᶰᵈʳᵒᵛᶤᶜʰ| ʏᴏᴏɴᴍɪɴ. [Pausado].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora