𝐄ᴸ ᴵᴺᶠᴵᴱᴿᴺᴼ ᴰᴱ 𝐀ˡᵉˣᵃᶰᵈʳᵒᵛᶤᶜʰ| ʏᴏᴏɴᴍɪɴ. [Pausado].

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 13. 00

—¿Qué hace él aquí? —YoonGi cuestiona entredientes cuando, al estar a punto de entrar al bar de su residencia, divisa a JungKook a la par de JiMin. Entonces cierra las puertas del bar y se voltea para presionar a HoSeok por una respuesta congruente—. La reunión sólo sería entre el señorito Alex y nosotros dos.

—Bueno, amigo mío, lamento informarte que Jeon JungKook es el asistente de tu protegido. Por lo tanto, no pude hacer nada para que él no esté en la reunión —le explica HoSeok—. No iba a portarme grosero sin razón con él y sacarlo del bar sin más.

—Exactamente era eso lo que debiste de hacer, zorra —él gruñe apretando sus puños, intolerante. Tiene suerte de que lleva puesto unos guantes porque, sino, hace mucho que se habría herido las palmas con sus uñas—. Tú eres una zorra y él una sanguijuela que no conoce lo que es el espacio personal.

—Y tú tampoco, así que trágate tu rabia y entremos ya o tu protegido se va a molestar por la tardanza —argumenta HoSeok mientras lo coge de los hombros para arrastrarlo hacia el bar—. Resulta que el sujeto tiene una extraña fascinación por la puntualidad. ¿Quién es puntual hoy en día, amigo?

YoonGi se dedica a refunfuñar desde las afueras del bar hasta que las puertas son abiertas por HoSeok y éste lo vuelve a arrastrar, ahora, hacia en donde JiMin se encuentra sentado junto con JungKook. YoonGi, ni bien llega hasta ese par, y se ve a sí mismo buscando un espacio entre los dos para separarlos.

El sillón en forma de C en la que JungKook y JiMin están es bastante pequeño, sólo es para dos personas. YoonGi, no obstante, logra incomodar y molestar tanto a JungKook con sus evidentes celos que éste termina poniéndose de pie y tomando asiento en el sillón junto al de HoSeok. Es entonces como YoonGi sonríe feliz al estar sentado junto a JiMin.

JiMin está algo distraído en su celular. Parece estar quedando en un acuerdo con algún otro cliente. No le prestó mucha atención al relajo que Min YoonGi hizo por un lugar en el sillón en el que está, y tampoco por el beso que Min YoonGi le está plantando en una de sus mejillas. El susodicho finaliza pasando el brazo por sus hombros, muy pegado a él.

Por suerte para Min YoonGi, ese tipo de acciones no se le son molestas a JiMin. Él no suele perder los estribos tan fácilmente y menos por insignificantes acciones que Min YoonGi realiza constantemente. Aunque, por supuesto, lo que sí lo hizo poner los ojos en blanco es el impresionante descaro con el que Min YoonGi está viendo su conversación en el celular.

Min YoonGi acaba de ganarse un codazo entre las costillas.

—¿Cómo pasaste tu primera noche, señorito Alex? —Min YoonGi hace como si nada, le sonríe y ahora se dispone a hacerle cariños a sus hebras rojizas—. ¿Dormiste bien?