𝐄ᴸ ᴵᴺᶠᴵᴱᴿᴺᴼ ᴰᴱ 𝐀ˡᵉˣᵃᶰᵈʳᵒᵛᶤᶜʰ| ʏᴏᴏɴᴍɪɴ. [Pausado].

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 42. 00

JiMin abre los ojos de golpazo. Lo primero con lo que se topa es con un sol ardiente y encendido que lo tiene pegajoso de sudor, con finas gotas de estas aguas cubriendo su frente. Expulsa un jadeo y, a su vez, un gemido, porque ha tratado de inhalar y una protuberancia en alguna parte de su cuerpo ha hecho que resulte un martirio lograrlo. Lo que queda al final es una potente punzada.

Comienza a resollar simultáneamente mientras pasa revista hacia el peso asfixiante que tiene encima. Se entera que YoonGi es el responsable de este peso asfixiante y, con ello, se entera que del omóplato de YoonGi se ve las plumas sintéticas de una flecha. Es hasta ahora que cae en la cuenta de que el resto de la flecha está incrustada en él; en su pecho, cruzando su interior.

En un acto de valentía coge el crestón de la flecha que YoonGi alberga en sus carnes, queriendo extraerla de raíz de ambos cuerpos para ser liberados de esta pieza que los une. Trata de removerla un poco para aflojar sus carnes y que sea más fácilmente el proceso de extracción. Sin embargo, un desmayado YoonGi parece no estar de acuerdo en que la flecha sea movida, pues deja escuchar un gemido ahogado.

YoonGi va a despertando poco a poco, gesticulando un devastador dolor e incomodidad en sus facciones sin ser consciente de ello. YoonGi emite una serie de quejidos conectados con jadeos. Hace un esfuerzo por esfumar la pesadez en sus ojos y abrirlos, recuperar la noción del tiempo y una percepción de la realidad que ahora está tan extraviada como la facilidad con la que se digiere la saliva.

—Está bien —murmura JiMin consolador, posando la mano sobre su espalda. No hace nada con ella, simplemente la deja ahí—. Estamos vivos.

—Una ganancia, ¿eh? —él menciona, con una voz debilitada y adolorida.

—Sabe que tenemos que sacar la flecha, ¿cierto? —JiMin se cubre del llameante sol pasando el brazo izquierdo por su frente. Su respiración es tardía y YoonGi lo nota.

YoonGi es invadido por la preocupación, así que levanta la cabeza y enfoca a JiMin para verificar con un examen visual su estado actual. YoonGi detecta a JiMin pálido y sudoroso, tal como él debe de estar también. Es aquí cuando YoonGi decide hacer algo para extraer la flecha de ambos cuerpos, aun cuando todo parece estar en contra suya. Porque su auto no está y en su interior está la radio con la que debía de comunicarse con HoSeok.

Asimismo, YoonGi deduce que los dos habrían perdido mucha sangre mientras yacían inconscientes. La pérdida de sangre conlleva desvanecimiento, no pensar con claridad y diversas consecuencias físicas que los dos ya están padeciendo. Pero incluso cuando todo se ve perdido, YoonGi no quiere rendirse y aceptar morir ese día. Hoy tiene una misión: sobrevivir y sacar a JiMin de ese lugar con vida, sin importar el costo.

—¿Conoces la historia del ave fénix, cariño? —se toma su tiempo para preguntar, habiendo secado el sudor que yacía en la frente de JiMin con la manga larga de su redingote.