02⎟✶ Rosas para ella

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Lo primero que llama mi atención al entrar a mi habitación es el ramo de rosas que se encuentran sobre la cama. El estómago se me revuelve, tienen la misma cinta negra que las que recibí el día de mi presentación. Camino con sigilo hasta tomar la nota que contienen.

"Una caricia angelical que se vuelve una sombra inesperada en la oscuridad. Aquellos que lo ocasionaron ahora van a perecer ¿Sabes lo que sucedió?"

"Una traición".

Arrugo la hoja sobre mis manos sintiendo un escalofrío recorrerme la piel. El triangulo, la residencia donde vivimos, se encuentra vigilado las 24 hrs del día, hay seguridad en cada esquina y aún así alguien se ha atrevido a dejarme ese extraño y siniestro regalo justo en mi habitación.

¿Es acaso una venganza? ¿Es el asesino de padre quien intenta torturarme? ¿Por qué estoy recibiendo esas malditas rosas?

—¿Sabes quién ha enviado esto?

La señora Hermes observa el ramo con seriedad y niega con la cabeza.

—Me temo que las cámaras no funcionan desde la muerte de su padre, sería imposible saberlo. ¿Necesita que lo investigue?

Niego con la cabeza, no es tan relevante. Lo último que necesito es alterar a la familia con un posible acosador detrás de mí. Me quito la pijama y tras colocarme el vestido de luto que la señora Hermes ha escogido cuidadosamente para mí, salgo a la cocina.

—No, no pueden cancelar el trato de ninguna forma —escucho a Isaías maldecir por teléfono—. Sé que el consejo no está de acuerdo, pero mi padre... No, eso no está a discusión.

Cuelga la llamada un tanto exasperado, lo miro de reojo mientras me preparo un pan con jalea. No hemos hablado desde lo del testamento, ni siquiera he tenido la valentía de preguntarle cómo se siente.

—Los accionistas se han enterado de que serás tú quien herede la empresa.

—Las noticias corren rápido.

—Están intentando reunir firmas para echarte.

—¿Pueden hacer eso?

—Ahora que saben que si lo logran pueden quedarse la empresa para ellos solos, definitivamente sí.

Muerdo un trozo de pan en silencio. Quisiera mostrar preocupación, la misma que mi hermano mayor parece sentir, pero a decir verdad me siento indiferente ante el tema.

—Lo siento.

Isaias me mira confundido.

—Sé que deseaste toda tu vida heredar la compañía.

—Padre dijo que lo haría, eso no significa que fuese lo que yo quisiera.

Incluso si eso dice, en el fondo sé que es mentira. Isaías siempre ha estado muy involucrado en la empresa, desde muy chico siguió los pasos de padre y tratró de convertirse en alguien digno para el puesto.

Puesto que le ha sido arrebatado por mí.

—Tengo miedo —confieso, agachando la mirada—. Los lobos van a comerme viva, ni siquiera sé lo mínimo que hay que saber para liderar una empresa.

—Sabes que voy a apoyarte, no te dejaré sola. —Pone su mano sobre la mía—. Te enseñaré todo lo que aprendí, te convertiré en la mejor CEO que la cadena Kasper haya tenido.

—Aprecio tu optimismo, pero no soy lo suficientemente hábil para lograrlo.

—Veo que ya están aquí —interrumpe madre de repente.

Legado oscuro [1.0]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora