Legado oscuro [1.0]

15⎟ ✶ Las bestias que nos acechan

Celebremos lo mucho que la historia ha crecido :D

Maratón 1/4

***

Mi respuesta es un claro y absoluto no.

Al principio creo que está bromeando, pero cuando veo la forma en la que su frente se arruga mientras frunce las cejas, sé que lo ha dicho en serio. La sola insinuación de que algo así ocurra me hace querer reír, es claro que pretende seguir utilizándome para sus propios intereses y aunque es lo mismo que yo haría, en cualquier caso lo último que podría sería casarme con él.

El matrimonio es un acuerdo de estabilidad y funcionalidad, es lo que oía que el abuelo decía a sus hijos cuando aún estaba vivo. Una vez, la tía Freya quiso divorciarse porque descubrió que su marido tenía un amorío, armó un gran escándalo pero el abuelo no se lo permitió. Dijo que para los ricos, el matrimonio es la oportunidad de volverse más ricos y sacar ventajas, pero también puede ser un arma de doble filo si se involucran los sentimientos.

La tía Feya se casó por amor con un hombre que no tenía nada de dinero, huyó de la casa por varios meses al extranjero, donde se casó en secreto, y cuando regresó ya estaba embarazada de las gemelas, el abuelo tenía el corazón roto por los actos de su hija y como castigo, la condenó a pasar toda su vida atada al hombre que la traicionó.

No es que piense que me sucederá lo mismo, ya que no estoy enamorada de Dante ni tampoco crea que sea esa clase de hombre, pero el pasado se cuela como un fantasma entre grietas cuando pienso en mis sentimientos hacia él. Durante el secuestro, Dante se convirtió en mi hogar, un tipo de hogar que nunca antes había tenido, cálido y seguro, pero su supuesta muerte más los años de agonía en los que me creí responsable destruyeron cualquier pizca de ese sentimiento. Ahora no necesito un hogar, solo la seguridad de que haré lo correcto para la familia, porque no importa lo que él crea, no puedo liberarme de mi familia.

—¿Estás bien?

La voz de Isaias me saca de mis pensamientos, levanto la mirada hacia él con una ligera expresión de confusión. Su rostro está pálido y parece que casi va a vomitar, no le gustan los lugares saturados de gente como lo son el aeropuerto, mira hacia ambos lados como si quisiera salir corriendo.

—¿No debería ser yo quien preguntara eso? —Arqueo una ceja cuando lo veo sudar—. ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? Sé cuánto miedo te da volar y...

—Y por eso preparé un par de somníferos. —Me muestra las pastillas—. Tengo que hacerlo, en la junta de la mañana logré que los accionistas se tranquilizaran, pero no durará demasiado hasta que encuentre a un nuevo inversor que esté dispuesto a darnos la cantidad que Volsoyosky iba a invertir.

Asiento con calma, la junta de los accionistas para echarme ya sucedió, claramente no fui invitada a esta pero Isaías se ocupó de calmarlos, el tío Bernat también estuvo ahí y mencionó que muy pronto me casaría con el señor Shorbe, algo que no les dejo otra opción más que esperar. Ahora Isaías se irá a Irlanda por unas semanas por negociaciones que puedan devolvernos el favor de estos.

—Se supone que yo también debería ir.

—No es tu responsabilidad como futura CEO. Además, madre no lo permitirá, está obsesionada con comenzar los preparativos de esa boda.

—¿Entonces te casarás con ese anciano? —Mika regresa de la tienda de souvenirs con las mejillas llenas de mermelada y pan—. Qué asco.