Parte 14 (El uniforme )

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Me abracé a su cuerpo y antes de acelerar la motora sus manos tocaron las mías, dejo caer suave su cabeza hacia atrás provocando un choque en nuestros cascos.

—Estás lista? —dijo dándome un toquesito en las manos.

—Si —dije sonriendo aunque él no pudiera verme. Pasamos los arbustos de la entrada, luego algunos edificios. Poco de lo que había visto de la ciudad era hermoso pero había mucho más por ver. Llegamos al colegio y vi a Lluvia a lo lejos. Bajé de la moto y le entregué el casco. Lo escuché reír y sus manos peinaron mi cabello. Estuvo a punto de quitarse el casco pero lo detuve.

—No te lo quites —dije colocando mis manos en su casco.

—Porque ? — preguntó.

—No quiero que llames la atención —expliqué. Lo escuché reír de nuevo.

—Bien, te avergüenzas de mi —dijo fingiendo tristeza.

—No, no —repliqué rápido. Sebas comenzó a acelerar la moto haciendo que los ojos de todos los estudiantes se detuvieran en nosotros.

—Ella es mi hermana —gritó mientras su motora comenzaba a moverse. Lluvia se acercó entre risas mientras yo me hundía en la vergüenza. Ella tomó mi mano y me guió hasta dentro.

—Si que sabe cómo avergonzarte —rió.

—Crees que tus padres te dejen cenar hoy en casa ? —pregunté. Ella se detuvo y se giró para mirarme.

—Quieres que vaya a cenar? —preguntó dudosa. No contesté. —Hice algo muy malo ayer —confesó. Sabia que se sentía mal. Que pensaba que me había traicionado. —Lo lamento —dijo taciturna. Tomé fuerte sus manos. Nunca había imaginado que llegar a esta ciudad sería bonito si no fuera por Lluvia.

— No te preocupes, te perdono si vas a la cena —dije sonriendo al fin. Lluvia dudo. —Va el chico guapo que me recogió la otra vez —dije haciendo que los ojos de Lluvia brillaran.

—Bueno, si mis padres no me dan permiso me escapo —dijo riendo. Carraspee.

—Archie también irá —dije con desdén. Lluvia quedó atónita. —Es mi vecino —confesé. Sus ojos se volvieron grandes y su boca se abrió.

—Porque no me habías dicho nada ? —preguntó. No era algo del otro mundo. Decirle que su hermano era mi vecino no cambiaría nada.

—No comenzamos con el pie derecho —contesté encogiendo mis hombros. El timbre sonó. Pasillos, casilleros, maestros, libretas, pizarras y muchas tareas. Me crucé con Maxton en uno de los pasillos al terminar las clases. Sus labios se juntaron con los míos por sorpresa. Solo un toque bastó para hacerme sentir confundida. Este chico me agradaba. A lo lejos vi a Archie mirándonos cuando Gadea se acercó a él. Los vi alejarse por el pasillo.

—Te llevo a casa hoy?—preguntó Maxton. No contesté porque no lo escuché. —Hey —el río. —Te llevo a casa hoy?—volvió a preguntar. Recordé la noche anterior cuando me hizo el favor de llevarme a mi hogar.

—No, gracias. Hoy tengo una cena especial, mi padre vendrá de sus viajes de negocios. Alguien pasará por mi —contesté. El rostro de Maxton cambió de inmediato pero con delicadeza tomó mi mano. Llegamos al salón de entrenamiento y antes de abrir la puerta Maxton soltó mi mano. Lo miré.

—Es por el entrenador —dijo sin mirarme. Maxton abrió la puerta y entró. No sabía qué pensar. Cuando me dispuse a entrar una mano me detuvo.

—Ela —dijo su voz ronca. Me giré y vi a Archie sin gorra. Rápidamente me quité la mochila de la espalda. La abrí y saqué la gorra nueva y la coloqué en su cabeza. Luego saqué la gorra desgastada y la coloqué en mi cabeza. Su rostro inexpresivo me dio escalofríos.—No la tiraste a la basura —. Negué con la cabeza.

—Porque aceptaste ir a la cena? —pregunté. Archie enarcó su ceja derecha.

—No quieres que me presente?—dijo cruzando los brazos. En su espalda colgaba una mochila deportiva y por encima de su hombro se podía ver el mango de un bate.

—No quise decir eso —.

—Es mejor que te alejes de él —señaló la puerta del salón de entrenamiento y entró. Coloqué mi mochila en mi espalda y me quedé inmóvil. Escuché la puerta abrirse y alguien halo mi mochila haciéndome retroceder hasta entrar.

—Niña que esperas para entrar? —dijo Cosbo el entrenador. Me giré y todos los adultos estaban mirándome. Me avergoncé y mis ojos vagaron por todos sus rostros. En una de las sillas había una persona que no conocía. Estaba en mi silla. —Disculpa, estás en la silla de la niña que reparte el agua —dijo el entrenador haciéndome sentir vergüenza de nuevo. Algunos del grupito de tontos se rieron.

—Por hoy puede sentarse ahí, no creo que a Ela le moleste —comentó Maxton. Me tomó por sorpresa. Más mis facciones no cambiaron. Archie me miraba fijamente a los ojos sin parpadear.

—No, para nada —dije yéndome al fondo del salón.

—Damos la bienvenida a Megan Mina, la representante del periódico colegial, estará con nosotros varios días tomando notas para el periódico —dijo Cosbo. Megan era hermosa. De figura esbelta y cabello lacio color marrón, mirada profunda y energía dominante. Mi estómago rugía de rabia. Así se sentían los celos?. —Ahora bien Ela, pase por aquí —dijo Cosbo despertándome de mi trance.

—Yo?—pregunte. El entrenador ladeó la cabeza.

—Eres tonta o te haces?—preguntó el haciendo reír a los chicos y a Megan. Archie me miró. También se estaba riendo. Tragué saliva y lo fulminé con la mirada. Caminé hasta el frente y Cosbo aplaudió. Parecía emocionado. Nuevamente todos me estaban mirando. No me sentía cómoda, apenas era mi segundo día de muchos que faltaban.

—Se unirá al periódico también ?—preguntó Rey riendo.

—Como te crees gracioso correrás seis vueltas al parque antes de comenzar—mencionó Cosbo. Ni siquiera me atreví a reír. Pero los adultos se burlaron de él. El silbato sonó dejándome sorda. Megan gritó del susto y todos la miraron.

—Juumm —dijo Maxton. Archie negó con la cabeza.

—Todos, ojos aquí. Como Ela estará con nosotros mínimo seis meses y nos acompañará a los juegos siendo parte del equipo —dijo haciendo énfasis en "Parte del equipo". — Tendrá un uniforme—terminó por decir señalando una caja.

— Ju Ju Ju — el equipo comenzó a gritar al unísono mientras aplaudían como si les pareciera bien. Mis ojos se abrieron en gran manera. Yo no quería un uniforme.

—Que tal si se lo prueba antes de la práctica ? —sugirió Archie. Mi presión arterial parecía estar subiendo. —Ella ya es parte del equipo, es justo que venga a la práctica en uniforme como nosotros —dijo lanzándome una guiñada. Los chicos comenzaron a murmurar pronto.

—No es necesario —dijo Maxton.

—Silencio —dijo Cosbo. —Toma la caja y ve a los baños —. Tomé la caja con poco entusiasmo y sali. Llegue al baño y abrí la caja. El uniforme era igual al de ellos. Me desvestí y me puse el uniforme. Me miré al espejo y me arrepentí. Como había llegado aquí, porque era yo parte del equipo?. Ellos fueron los que pelearon, que tenía yo que ver con su tonta pelea?. Y tonta me sentí. Cerré mis ojos y respiré profundo. No quería salir del baño pero temía que si me tardaba mucho Cosbo me iría a buscar por las greñas. Abrí la puerta y todos los ojos se dirigieron a mi. Megan comenzó a reír y le siguieron dos o tres.

La camisa me quedaba enorme. Cabía en ella dos veces al menos.

Del odio al amor hay un balcón o un violín?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora